miércoles, 22 de julio de 2015

Economía solidaria, suelo de resistencia

Estuvo presente en la UNL Maico Roris Severino, incubador de emprendimientos solidarios.

Invitado por la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo, el profesor Maico Roris Severino, coordinador de la Incubadora de Emprendimientos Solidarios de la Universidad Federal de Goiás (Brasil), estuvo en Santa Fe para visitar a grupos de emprendedores y brindar una charla sobre la implementación de políticas públicas en Economía Solidaria, para lo cual se relacionó con las facultades de Ingeniería Química y Ciencias Económicas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
El decano de la FCE, Carlos Beltrán, junto a autoridades de la Facultad, recibieron al profesor Severino en su paso por Santa Fe.

“En Ingeniería Química trabajé con la investigación de cadenas de suministros, en especial sobre coordinación del flujo de producción y suministros sustentables, es decir ver cómo incorporar las cuestiones sociales y ambientales en la gestión de empresas, junto a clientes y proveedores. Este tipo de desarrollos son más fuertes en Europa y es una tendencia que marca cómo va a ser la organización de las empresas para que ofrezcan productos reciclables o de un impacto ambiental menor. La idea es que los rótulos detallen, en un futuro, de qué están hechos los envases. Es importante que los consumidores conozcan esos datos. Trabajamos bajo los conceptos de producción más limpia y ecodiseño, sustituyendo materiales que no son reciclables por otros que sí lo son, bajando los consumos energéticos en la producción”, comentó a Pausa.
—¿Los gobiernos tienen que generar mayor conciencia?
—Sí, y hay dos caminos para que las empresas cumplan: uno es que se haga a fuerza de reglamentaciones más estrechas en cuestiones ambientales, y el otro es por la fuerza del mercado, que deberá demandar productos más amigos de la naturaleza. Esto también tiene que ver con una cuestión cultural y el cambio es gradual, en Brasil está dando sus primeros pasos por ejemplo.

Un trabajo bien articulado
Junto a la cátedra de Economía Social y Solidaria de la Facultad de Ciencias Económicas, Maico Roris Severino intercambió experiencias con diversos grupos de emprendedores con el objetivo de “generar trabajo para personas que están alejadas del mercado formal”. En este sentido, contó que se reunió con pequeños agricultores de la zona y diversas cooperativas locales. “Por lo poco que pude ver, me parece que el apoyo a la Economía Solidaria no es tan grande pero está bien articulado y de esta manera es posible desarrollar muchos proyectos”, vaticinó.
Consultado por el presente y futuro del movimiento de Economía Solidaria, el docente opinó: “no va a competir con la economía que tenemos, pero es una salida y un movimiento que sirve para salir de una situación más precaria. Esto puede tener dos sentidos: trabajar con las reglas del juego que hay o crear otra lógica de trabajo, y esto depende mucho de las oportunidades que se ofrezcan a los nuevos emprendimientos. El intercambio con personas que no asisten a la universidad y cuentan con conocimientos populares posibilita que se apropien de otros elementos para desarrollar sus actividades productivas y mejorar su calidad de vida”.
Desde la cátedra de Economía Social y Solidaria, Rut Azerrad añadió que “la responsabilidad de la Economía Social y Solidaria no es un escenario de alternativa y salida, sino de resistencia absoluta y responsabilidad del conocimiento al servicio de la transformación social, de generar espacios de pensamiento crítico expandiendo el presente y transformando desde las propias bases del sistema capitalista, sin imaginar que para poder generar un proceso de transformación el capitalismo debe desaparecer. Todos estamos de acuerdo en que el sistema capitalista no funciona, hace daño y es perverso, sin embargo hoy convivimos con eso y la realidad nos obliga a generar acciones de corto plazo que no implican una transformación pero sí, en algunos casos, al menos un alivio o una respuesta puntual”.
Y añadió: “Como universidad tenemos la responsabilidad y la obligación de generar un proceso de pensamiento y sistematización del conocimiento que interpele al propio conocimiento científico para saber al servicio de qué está ese conocimiento que se genera en las universidades. Si los docentes, los extensionistas y los estudiantes nos ponemos en marcha desde una mirada de alternativa, de coincidir en los procesos de transformación, se puede hacer bastante ruido. Y muchos de los que se sienten cómodos en el sistema universitario deberían animarse a salir de esa situación y estado de confort”, cuestionó.
Rut Azerrad concluyó: “La economía solidaria es una estrategia en construcción, no hay horizonte que señale cuál es el futuro. De hecho el futuro del país y de las sociedades del mundo están en un proceso de revisión, y eso no va a depender sólo de la Economía Social y Solidaria sino de las respuestas de las instituciones con las cuales nos involucremos”.

Publicada en Pausa #158, miércoles 22 de julio de 2015
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