jueves, 28 de mayo de 2015

Desmienten campaña anti Del Sel

El camarógrafo que colgó el video de los cintazos de Del Sel negó “rotundamente” formar parte de una campaña de desprestigio: “Nadie me pagó, lo subí por cuenta propia”. Escuchá la entrevista completa.


El martes a la noche, en TN, el candidato a gobernador de Santa Fe por el PRO, Miguel Torres del Sel, dijo entre lágrimas que hay una campaña sucia en su contra, aunque no identificó a los supuestos autores. El humorista de Midachi intentó explicar en el programa Los Leuco que, una vez más, lo sacaron de contexto al ser consultado por su propuesta de educar a los niños a cintazos y coscorrones. El camarógrafo que subió el video de la polémica lo desmintió: “Lo subí por cuenta propia, nadie me dijo que tenía que hacerlo”.
Pablo Bertoldi es el fotógrafo y camarógrafo que refrescó unas viejas declaraciones de Del Sel, registradas en 2011 durante la campaña en la que el cómico hizo su debut como candidato a gobernador por el macrismo en Santa Fe. En diálogo con Pausa en el Aire (Radio EME, Santa Fe), Bertoldi negó “rotundamente” formar parte de una campaña anti Del Sel y confesó además: “No pensé que iba a tener tanta repercusión en los medios de Buenos Aires”.
“Nadie me pagó nada”, sostuvo el camarógrafo santafesino. “He escuchado barbaridades de todo tipo, como que el video fue armado por algún partido político para matarlo a Del Sel. Pero con solo llamarme para preguntarme, se hubiesen sacado las dudas”.
Sobre la postura del candidato del PRO, que habla de una campaña orquestada en su contra, Bertoldi fue contundente: “Dice que lo armaron, habla todo el tiempo en plural como si hubiera una organización secreta preparada para manipular lo que él dice. Yo lo subí por cuenta propia, nadie me dijo que tenía que hacerlo. Es un video que subí hace cinco años a Facebook y después lo pasé a Youtube. Hace mucho que lo tengo en las redes sociales y no hubo nunca nada extraño como lo que dice Del Sel”.
Sobre la historia del video en el que el ex Midachi plantea su postura a favor de los cintazos correctivos, Bertoldi hizo varias aclaraciones: “Él dice que era un programa deportivo; no era un programa deportivo, era un programa político que ya no existe más y salía en el canal Cable & Diario. Se llamaba ‘La mesa de café’, iban políticos y era una especie de ‘Polémica en el bar’ versión santafesina. En ese programa, como en la mayoría de los programas de Santa Fe, se dicen muchas cosas: absurdas, serias, graciosas... En ese momento yo estaba trabajando ahí y no podía creer lo que estaba diciendo Del Sel, porque en ese momento se estaba postulando como gobernador”.
—O sea, ¿ya estaba en política?
—Sí. Fue en las elecciones de 2011, cuando él era candidato. Durante un mes desfiló por todos los programas diciendo de todo, porque en Santa Fe está la idea de que se puede decir cualquier cosa total nadie la va a grabar.

El video de la polémica: cintazos, varillazos y padres permisivos


Lágrimas de Del Sel en TN: “Hay una campaña armada”

miércoles, 27 de mayo de 2015

La fiesta, la calle

Otro yo mismo, por Mari Hechim

Yo nací en una casa de la calle 9 de Julio. Una de las cosas lindas de la vida era la fiesta que todos los 9 de julio se hacía desde el club Chanta al Chico que quedaba en la otra cuadra. Ya habíamos tenido el acto de la escuela y, en el feriado, tempranito, se escuchaba por un altavoz una  invitación a todo el barrio a participar de la fiesta. Pero también, y especialmente, se invitaba a los niños a pasar a retirar una bandera argentina antes de las 11. ¡Había que levantarse enseguida! Y salir corriendo a buscarla: una banderita de papel, con palito y todo. Ibamos en tropel y salíamos haciéndola flamear mientras corríamos. Qué cosa, que tantas razones tiene uno para correr cuando es niño.
A la fiesta se sumarían los tíos y los primos de muchos de nosotros. Y, además de carreras de embolsados, de carreras de caballos, había un  juego especial: un círculo de cajas numeradas abiertas hacia el interior, donde se soltaba un conejo y vos comprabas un ticket y si el conejo entraba en la casita de tu número te ganabas lo que había sobre ella: un paquete de caramelos, por ejemplo.  A mí eso me encantaba. Nos quedábamos alrededor, con la respiración suspendida, el conejo vacilaba; mucho nervio.
A la noche la fiesta se cerraba con un baile en el club: una pista de baldosas desparejas, mesitas rodeándola, las familias enteras iban. Y mientras los grandes danzaban, nosotros corríamos por allí, gritando contentos.
El clásico manisero, con su máquina enorme de donde salía un olor dulzón y embriagador, se paraba en una esquina. En ningún otro momento de la vida se te paraba un manisero en la exacta esquina de tu casa.
Ahí al lado estaba yo, con la falda azul de gimnasia, tableada, las medias tres cuartos de lana y los zapatos de ir a la escuela, paradita, mirando el movimiento de gente que sale con su cucurucho de papel y se reintegra a la fiesta con alegría. El  tipo está apoyado contra el tronco del paraíso y me mira con amabilidad. Es lindo. Una mirada de exclusividad que yo no había visto antes. Yo desvío  los ojos. Se acerca, pero no mucho y dice en voz baja, en un equilibrio entre una emisión regular y un susurro: “¿Te compro un cucurucho?” invita. Me quedo callada y la voz de mi vieja dice en mi interior: “No hablés con desconocidos”. ¡Pero no era un desconocido! Ya lo había visto por allí, alguna vez. Asiento con la cabeza y me toma de la mano. Húmeda. “Acá a la vuelta”, dice, “en San Jerónimo, hacen los cucuruchos más grandes. Vamos para allá”.
Se sabe que las fiestas crean un círculo de amistad. Te corrés medio metro y saliste; estás en otro lado. A pocos pasos de 9 de Julio, por Díaz Colodrero, la fiesta ya quedó atrás. Como la gente no está en sus casas, aparece un silencio, los zaguanes desiertos. Algo me intimida y miro para atrás, vacilo, pero él tironea suavecito y no aparece razón para detenerse. Al empezar a doblar la esquina, viene un auto conocido, gris. El del tío Pedro. Yo me detengo, el tío baja, el amigo no entiende.
En dos pasos el tío se para enfrente de nosotros. Alarga la  mano hacia adelante, como quien va a ofrecer en el hueco una perla o una almendra, pero cierra el puño, lo envía hacia atrás y, con una rapidez que los ojos no pueden seguir, emboca al tipo entre la pera y la garganta y lo levanta tipo el barón Münchhausen. El amigo vuela, con la cara ladeada y los brazos colgando a lo largo del cuerpo. En aceleración, la percepción se extravía: golpe, suspensión, caída, carrera desesperada.
El tío me saca de allí y en casa es todo grito, retos y reclamos, y nadie escucha cuando digo, con una culpa infinita: “Pero si yo lo conocía”.

Publicada en Pausa #154, miércoles 20 de mayo de 2015
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Pendejo

Médula, por Fernando Callero

Un pendejo castaño al pie de una máquina de electro. Una forma de luz que entra por los ventanales del gimnasio le da brillo. Rolo al ras del piso sobre una pista de colchonetas. Las piernas espásticas traban el giro, el tronco se las arregla con una dinámica de brazos que aprendí hace unos años en unas clases de danza. Supero una rampita que improvisó la kinesióloga. En la terapia las rampas son el principio de todo. Hay que darse maña para reeducar y  devolverle al cuerpo los patrones estándar. Salud equivale a norma. El final del proceso es parecerse lo mejor posible al ser humano, es decir a los otros.
El pendejo desapareció, o quizás ya no le presto atención. El pendejo real. Pero continúa en mi mente en forma de tres preguntas completamente inútiles. ¿De quién será? ¿Qué lo distingue de un cabello? ¿Por qué está ahí? Cada pegunta tiene su respuesta igualmente insignificante. La primera: sin lugar a dudas de uno de los 20 y pico de pacientes que estamos entrenando en el turno mañana (ningún pelo escaparía a la exhaustiva limpieza diaria del personal). La segunda: su zig zag lo hacen inconfundible. Tercera: esta es una pista de rolar y es natural que alguno se escape de entre la ropa interior por efecto de los tirones del elástico de los buzos.
El pensamiento inútil es una forma de meditación, a la que contribuye la enorme comba vidriada que da al paisaje. Una frontera de pinos y álamos soplados por la brisa caliente de febrero. Los vuelos rasantes de los teros en estado salvaje y las lechuzas que se reproducen en nidos enterrados en las lomadas de pasto. El cielo marmolado en su punto incandescente en contraste con las máquinas físicas y electrónicas con que nos disciplinamos. Las variables son: acv, fractura de vértebra y contución medular, amputaciones y otras enfermedades cerebrales complejas. El hardware del cuerpo colapsado que hay que rectificar con pronósticos de recuperación inciertos.
Espasmos, espasticidad, cuadri, hemi y paraplejia. Cuadriparestesia. Escaras, edemas, embolia. El  arsenal de drogas para los tratamientos. Clecsan, eparina, corticoide, diazepam, clonazepam... Bicicletas fijas, colchonetas, camillas, sillas de rueda, barras, camas de bipedestación, electroestimuladores, pelotas, pileta, flotadores, escaleras. Todo un complejo equipo de simulación para forzar desde afuera la arquitectura y dinámica natural de los cuerpos. Y por supuesto, el corazón del asunto: el equipo humano de kinesiólogos, terapistas, médicos, camilleros, enfermeras, psicoterapeutas, fonoaudiólogas, terapistas ocupacionales, cuidadores nocturnos; cada uno con su función, pero esencialmente su contacto cercano. Sin humanidad todo lo otro resultaría una maquinaria sádica  para una persona que transita un estado agudo de necesidad.

Publicada en Pausa #154, miércoles 20 de mayo de 2015
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martes, 26 de mayo de 2015

El Polaco (I)

Variopinta, por Federico Coutaz

Todos los días era el cumpleaños del Polaco. Al llegar a la esquina de su casa, alguien preguntaba qué día o fecha era y el Coty sacaba de su mochila una agenda o un cuaderno que él daba por agenda, aunque lo más probable es que no sacara nada y pasara entre sus dedos hojas invisibles, antes de anunciar con fingido asombro que, una vez más, era el cumpleaños del Polaco.
La ceremonia era sencilla, en el trayecto que nos separaba íbamos juntando piedras, palos y cualquier cosa que se pudiera tirar, una vez frente a la casa procedíamos a cagarla a cascotazos hasta que el Polaco salía y corríamos muertos de risa y de miedo. Germán sabía correr más rápido que cualquier persona del mundo.
Casi todas las veces la persecución era más bien imaginaria, aunque alguna que otra vez sucedió. Recuerdo con precisión sólo una, salió gritando con un escurridor, nos corrió hasta la calle y nos tiró con el palo, sin puntería.
En invierno, el Polaco salía a barrer la vereda en calzoncillos, campera y borceguíes. Hablaba solo, a veces eran largas proclamas que anunciaban catástrofes y castigos, nombraba militares y hombres de barba. No se entendía todo, no pronunciaba bien y saltaba del susurro balbuceante al alarido furioso. Usaba siempre una peluca rojiza algo desteñida.
Desde la vereda de la casa de Jimena, que vivía enfrente, escuchamos uno de sus parlamentos, era sobre la novela de la tarde, Estrellita Mía, con Andrea del Boca. El Polaco decía que si Estrellita no decía la verdad iba a ser castigada por Dios. 
Creo que nadie en el barrio quería al Polaco, su existencia era perturbadora y desafiante. Todos, en silencio, le temían o lo despreciaban. Jimena no le tenía miedo y de alguna forma lo quería o se apenaba por él. Además, posiblemente creía lo que nos decían en catecismo, su mamá era catequista.

Publicada en Pausa #154, miércoles 20 de mayo de 2015
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LOS OTROS CAPÍTULOS



Los viejos

La calle, por José Luis Pagés

Ayer almorcé con mi vieja. El cocinero fui yo. La picada previa incluyó algunas fetas de un salamín de San Carlos Norte y ella, apenas menor que el juez Fayt, no se privó de elogiar la laboriosidad de aquellos gringos como mi abuelo, el cocinero de cosecha Rafael Kreig, que sabía dormir sobre  las parvas de heno, a la luz de la luna –y no se olvidó de mi bisabuela Leonía Yossen que daba vueltas al malacate con el caballo y sin el caballo, también. 
Pero de pronto pasamos del pueblo de la birra, el  salame y la fábrica de campanas de cristal de caramelo, a la madre de mi madre, la porteña que en calle Florida se enamoró perdidamente del gringo Rafael enfundado en su uniforme blanco de la marina de guerra. Cuando mi abuela Celia llegó a Santa Fe lo primero que hizo fue tomar algunas  fotos de las vacas pastando libremente en la Plaza 25 de Mayo, entre la casa de gobierno y los jesuitas. Ella solo  había visto vacas en los  despachos de La Martona –leche caliente recién ordeñada– en el corazón de Buenos Aires.
Entonces con mi vieja –a la hora de los postres– pasamos de los Kreig a los Campbell. Esa abuela mía –madre de mi madre– se llamaba Celestina Campbell, pero escandalizada por el insoportable peso literario de su nombre firmó como Celia el resto de sus días. Yo viví con Celia y si no aprendí una jota del francés que pretendió enseñarme, sí consiguió interesarme en el castellano antiguo con El Código de las Siete Partidas, el Cantar del Mio Cid, el Libro del Buen Amor.
Celia fue la única hija de Secundino Campbell y Ramona Mones, oriental uno, astuariana la otra, mezcla explosiva como hay pocas. Secundino, de los blancos uruguayos, fue uno más entre una docena de hermanos que fugaron o quedaron en el intento después de las derrotas que siguieron a los levantamientos armados de Aparicio Saravia.
A la vez, el abuelo Rafael Kreig –hijo del bisabuelo Adolfo– fue uno más entre otros tantos hermanos que dejaron sus huesos plantados en la pampa gringa. Ya de sobremesa recordamos a mis abuelos paternos –catalanes separatistas– Emilio Pagés y Mercedes Sellarés. Recién entonces –con el último trago– me pareció milagroso haber nacido y sobrevivido en Santa Fe, hasta el día de hoy, cuando sobradamente superé los sesenta.

Publicada en Pausa #154, miércoles 20 de mayo de 2015
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lunes, 25 de mayo de 2015

Santa Fe se suma a las movilizaciones del 3 de junio

#NiUnaMenos: marchas en todo el país contra los femicidios y la violencia de género.

A partir del caso de Chiara Páez (foto), la adolescente embarazada que fue asesinada en la localidad de Rufino, militantes por los derechos de la mujer, periodistas, artistas y referentes de distintos ámbitos a nivel nacional, organizan movilizaciones en todo el país para el próximo 3 de junio.
La réplica local de la movilización se realizará en la Plaza 25 de Mayo y es convocada por diferentes organizaciones sociales. “La cantidad de asesinatos de mujeres, adolescentes y niñas creó una bronca tal que generó esta movilización a nivel social. Creemos que en Santa Fe va a ser significativo porque ya hemos tenido muchas adhesiones”, destacó María Claudia Albornoz, una de las organizadoras.
Una de las consignas de la movilización es el pedido de la declaración de emergencia nacional ante la reiteración de los casos. “Hace mucho tiempo que venimos trabajando en el pedido. La declaración implica que se destinen fondos, recursos económicos inmediatos a las áreas que abordan los derechos de la mujer a nivel municipal y provincial”, explicó Albornoz. En el mismo sentido, consideró que actualmente “estamos atravesando una pandemia”.
Durante la movilización se llevarán adelante actividades artísticas, con la participación de referentes locales y también se redactará un documento.
“Queremos que estén todos aquellos que puedan aportar: artistas, intelectuales que quieran leer, músicos. El objetivo es sumar porque sentimos una gran impotencia, que nadie nos está escuchando”, dijo Juma Kessler, miembro de la organización La Marcha de las Putas.
Según las cifras relevadas por el equipo de la concejala rosarina Norma López (FPV), la provincia “sigue ocupando el segundo lugar en el lamentable ranking de femicidios en la República Argentina”. Además, agregó: “en los primeros cuatro meses del año ya tenemos, en Santa Fe, la misma cantidad de femicidios que en todo 2014”, cuando sumaron diez. El informe indica que los departamentos donde se cometieron los nueve femicidios, en lo que va de este año, son Rosario, con cuatro; Castellanos, donde se registraron dos; San Cristóbal, General López y Santa Fe capital, con un caso en cada uno.
Ante la ausencia de datos oficiales, desde el 2011 la edil López presenta cada año las estadísticas de casos de femicidio en la provincia. “Si no fuese por las ONGs en el territorio provincial, no se podrían mantener las escasas políticas públicas que hay”, declaró.
La convocatoria a la marcha está reflejada en las redes sociales: en el perfil de Facebook “#NiUnaMenos - Santa Fe” y en Twitter, a nivel nacional con el hashtag #NiUnaMenos.

Publicada en Pausa #154, miércoles 20 de mayo de 2015
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Un solidario centro al mañana

Comenzó como un club de fútbol y ahora ya tiene cancha propia, salón en construcción, talleres y murga: Arroyito Seco trabaja duro por la pibada que vive en Alto Verde.


“Es por la otra calle, doblá a la derecha y seguí el ruido”. Con esas indicaciones de un vecino me alcanzó para llegar hasta la cancha de Arroyito Seco. ¿Y el ruido? El ruido al que se refería nacía de la escuela de murga.
Cerca de veinte pibes le daban duro y parejo a sus instrumentos de percusión, un profesor los guiaba con un silbato, otros pequeños daban vueltas, corrían, se sentaban, miraban, hablaban y reían cómplices de un chiste o de una travesura que no demoraría en aparecer. Y todo se desarrollaba en una obra en construcción con paredes, contrapiso y ventanas, sin techo ni aberturas, pero con un proyecto que se levanta a diario. Poco le importa a los chicos de Arroyito aprender sin un techo protector, en corto tiempo ese espacio será el salón de usos múltiples y entre todos le habrán tirado una gambeta al invierno.
Hace dos años Pausa descubrió que había un grupo de chicos –rondaban los 20 años de edad– que estaban militando el sueño de darle a los pibes de Alto Verde inclusión social y las mejores condiciones para que puedan practicar un deporte (fútbol) en el barrio. El trabajo de estos chicos está próximo a cumplir tres años, y lo que a mediados de 2012 fue un deseo de crear una escuelita de fútbol para contener por unas horas a los pibes del barrio, hoy apenas es una parte del sueño hecho realidad.
Arroyito Seco está enclavado en la Manzana 6, con el terraplén al este, pocos y pequeños árboles perdidos, salteadas casitas de material con techos de pajas en el norte y otras más numerosas al oeste. El trabajo y el progreso de lo que hoy ya es una asociación civil radica en varios aspectos: antes era un descampado donde llevaban y traían dos arcos pequeños para poder jugar, hoy es una cancha marcada y con arcos de medida profesional. Pero lo más importante se aprecia en la zona sur del predio (sin alambrar todavía), donde se construye un salón de 20 metros por 9, una pequeña sala de reuniones y baños para hombres y mujeres. En ese espacio sin terminar funciona el taller de murga, pero además se dictan talleres de guitarra, arte y cuentos en las casas de cada uno de los profesores.
“Acá nos damos una mano entre todos, entre los vecinos y los chicos que venimos trabajando le damos los talleres a los pibes”, dijo Juan Gorosito, uno de los impulsores del proyecto. Y remató la idea con lo siguiente: “Lo que cada uno sabe hacer, lo enseña”.

El gran cumple
El próximo 15 de julio Arroyito cumplirá tres años de vida, y para esa fecha se estima festejar el cumpleaños con la inauguración del flamante salón. Con respecto a ese espacio tan anhelado, Juan narró el proceso para conseguirlo: “Una vez que nos constituimos como asociación civil, salimos a buscar herramientas del Estado que las podamos bajar al barrio, y a través de un programa del gobierno de la provincia logramos cumplir con todos los requisitos para obtener el dinero que nos permita construir el salón con los baños”.
Juan tenía más para decir: “Este año apuntamos a consolidar todos los talleres que se están dando, porque son nuevos, pero creemos que con el salón vamos a poder consolidarlos, ya que vamos a darle un espacio, y no sólo geográfico, sino un lugar de pertenencia para los mismos chicos y para todo el barrio, para que disfruten de su propio club y del centro cultural. La idea es seguir abriendo posibilidades, que por diferentes situaciones los pibes en Alto Verde no las tienen”.
Parte de los murgueros posan orgullosos sobre el field de Arroyito Seco. Al fondo, los grises bloques del salón que se está levantando.

Sobre el histórico dristrito costero, el joven no dudó un instante en afirmar: “Alto Verde es un barrio hermoso, tiene las respuestas a todos los problemas, lo único que le falta es que las cosas estén al alcance, lo único que venimos a hacer acá es encender una chispa y luego la tenemos que acompañar. Los pibes jugaban al fútbol antes que seamos Arroyito y lo único que le dimos fue un marco, un espacio y un acompañamiento; lo mismo hacemos con todos los talleres que fueron apareciendo”. Y la entusiasta voz se hacía escuchar una vez más: “Cuando tengamos el salón terminado estas posibilidades se van a multiplicar”.
La mirada y el trabajo puesto en los pibes y en la vecindad de Alto Verde cosechó buenos frutos, y en ese punto Gorosito afirmó que en “los últimos meses se involucraron muchos vecinos en este proyecto y ya lo toman como su club; escuchan ruido y ven como los pibes juegan y ya se acercan a dar una mano con algo”.

Categorías y colaboradores
Arroyito Seco participa en la Liga Infantil de los barrios, donde juegan con ocho divisiones. Participan los chicos de las categorías 2007-2008, 2005-2006, 2003-2004, 2001-2002, 1999-2000, 1997-1998, y además la categoría de los padres y las mujeres.
Sandro Cordoba, Leo Franco, Lucas Oyeras, Ramón Alaniz y “Pingui” Ramírez, Germán Ojeda, Martín Bergandi, Fabio Acosta, Raúl Saucedo, Juan Romero, Roque Díaz, Yamila Diez y Ángel Díaz son los hombres y mujeres que se encargan de entrenar a los chicos, entre otras cosas. “Eli” Centurión es una de las madres que siempre está ayudando con la cantina y en la organización, pero “hay otros tantos padres y madres que se acercan y dan una mano en actividades puntuales, como Maira Saucedo, que es la profe en el taller de arte”, señaló Juan.

Hacen ruido
Germán Ojeda es el encargado de dar el taller de murga, vive cerca de la cancha de Arroyito, guarda los instrumentos (muchos comprados por el club) en su casa y además es el DT de la categoría 2001-2002. “Empezamos con el taller de murga para sacar a los pibes de la calle, porque hay cosas que pasan en el barrio que no están buenas. La idea es que se integren, que aprendan algo que los entusiasme”, aseguró.
Los miércoles y viernes Germán les enseña en su casa de 19.00 a 20.30, los sábados se reúnen a tocar de 11.00 a 13.00 en el club. “Entre 20 y 25 chicos pasan por semana en mi taller”. Ojeda confiesa que dejó otro club para venir a darles una mano a los chicos del barrio, y recordó que el lema de Arroyito es “por los pibes todo”.

Publicada en Pausa #154, miércoles 20 de mayo de 2015
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Cómo vivir sin consumir gluten

Las leyes que alientan el seguimiento de dietas específicas mejoraron el panorama de los pacientes de celiaquía, una enfermedad que ingresó en la agenda de la salud pública.


Cada 5 de mayo se conmemora el Día Internacional del Celíaco, una enfermedad que ya no se considera sólo de niños y cuyo tratamiento empieza a conocerse masivamente, sobre todo tras la sanción de leyes específicas. La celiaquía se caracteriza por la intolerancia al gluten que produce una lesión en la mucosa del intestino delgado, lo cual impide la correcta absorción de los nutrientes como proteínas, grasas, hidratos de carbono, minerales y vitaminas. El gluten, conocido bajo la sigla TACC que se puede ver en los rótulos de distintos alimentos, es una proteína presente en cereales como trigo, cebada, centeno y avena.
Con una dieta estricta, pero posible y variada, la celiaquía puede ser llevada sin síntomas.

Se desconoce la causa exacta de la celiaquía y se puede manifestar en cualquier momento de la vida. Las personas con familiares que padecen la enfermedad tienen mayor riesgo de desarrollarla y son más propensas a tener trastornos autoinmunitarios como artritis reumatoidea, lupus, cáncer o linfoma intestinal, intolerancia a la lactosa, enfermedad tiroidea y diabetes tipo I. Los síntomas pueden ser diferentes de una persona a otra y abarcan dolor abdominal, distensión, gases o indigestión, estreñimiento, disminución del apetito, pérdida de peso, diarrea, náuseas y vómitos. Los niños con celiaquía pueden tener defectos en el esmalte dental, retraso en la pubertad y crecimiento lento. Los exámenes de sangre pueden detectar algunos anticuerpos especiales y, si dan resultado positivo, suele llevarse a cabo una endoscopía de vías digestivas altas.
La enfermedad celíaca no se puede curar y los síntomas desaparecen si el paciente sigue una dieta libre de gluten. Esto implica leer con atención las etiquetas de los alimentos y medicamentos porque los granos de trigo y cebada son comunes en la alimentación. Además debe evitarse la contaminación cruzada que se produce en las fábricas donde se elaboran harinas o productos con y sin gluten, y en las cocinas al elaborar los platos.

La trayectoria en Santa Fe
Entre las múltiples tareas que desempeña como vicedirector del Hospital Iturraspe, Adrián Berdini se hace el tiempo para ejercer, desde su creación, la presidencia de la Asociación del Niño Celíaco y su Familia (Adence). Sobre la situación de los pacientes celíacos santafesinos, evaluó que “la ciudad cuenta con servicios adecuados y tanto las cadenas de supermercados como las dietéticas están informadas. Hasta tenemos un restaurant que sirve comida sin TACC. Esto, cinco o seis años atrás, era algo impensado. Ayudó mucho que se trabaje bien a nivel nacional”, precisó en relación con la aprobación de la ley 26.588 que en 2009 declaró de interés nacional la atención médica, la investigación clínica y epidemiológica, la capacitación profesional en la detección temprana, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
En este sentido, la ley provincial 13.190 adhiere a la normativa nacional e incorpora en el nomenclador del Iapos los suplementos dietarios para la atención de celíacos. “Esta cobertura es un paso adelante porque no es convencional”, consideró Adrián Berdini. Asimismo, la ley exige la implementación de un Programa de Detección Temprana de celíacos destinado a niños en edad escolar, además de promover la oferta en comedores escolares de dietas sin gluten para alumnos celíacos. En cuanto al cumplimiento de la normativa en las demás obras sociales, el presidente de Adence dijo que en general “la están cumpliendo, aunque a veces es necesario intimarlas”.
Consultado por la existencia de números oficiales, Berdini dijo que “si bien la estadística pública mejoró bastante a nivel nacional y provincial, no hay un número anual de los nuevos diagnósticos de celiaquía. Según un estudio multicéntrico que se realizó en nuestro país hace 10 años, una persona entre 78 padece la afección”.
El especialista afirmó que “históricamente la celiaquía fue pensada como una enfermedad exclusiva de niños, entonces los hospitales de niños son los que más avances presentan. Sin embargo, en los últimos años se vio que una gran cantidad de adultos transcurrieron toda su vida sin que se les diagnostique la enfermedad, o bien son celíacos que no presentan síntomas hasta que un evento estresante desencadena la enfermedad en un momento dado”.
Sobre los nuevos hallazgos médicos que permiten detectar con mayor facilidad y rapidez la celiaquía, analizó que “lo más relevante es la clínica, es decir que el médico que tiene enfrente un paciente con determinado cuadro piense como posible diagnóstico la celiaquía, porque no sirve de mucho tener una prueba fácil de realizar si nadie la usa”.
—¿Qué ocurre con la población que no logra acceder a una dieta específica?
—Es todo un problema. Hasta el año pasado, desde Adence desarrollamos talleres de cocina, pero ahora estamos rediscutiendo las actividades: queremos conocer qué necesita la población con menos recursos para acceder a los tratamientos. Nuestra sociedad se está polarizando cada vez más. Antes hablábamos de pobres, hoy tenemos que hablar de población excluida de los beneficios de la sociedad, que le es muy difícil acceder al tratamiento de la celiaquía o de cualquier enfermedad. Eso nos preocupa porque alrededor de los graves problemas sociales que tienen, éste es un problema mínimo que a largo plazo tiene consecuencias catastróficas. Y estamos entre dos extremos: el que puede hacer una vida normal porque hace la dieta y el que se muere por no acceder al tratamiento o no priorizar ese problema alrededor de todos los que tiene. El Estado interviene, pero tiene que ver con la conformación social y el acceso a los servicios mínimos necesarios.
—¿Cómo es la vida de un paciente celíaco que no sigue el tratamiento?
—Depende de cada caso, algunos sufren diarreas, dolores de estómago, caída del pelo y resquebrajamiento de la piel. Otros entienden como normal ir de cuerpo cinco veces por día y terminan su vida con una enfermedad peor. En el hospital hemos visto fallecer pacientes celíacos que no se han tratado en toda su vida. El paciente celíaco no tratado es inmunosuprimido, es decir un desnutrido por el síndrome de mala absorción. Y durante muchos años se trató a los desnutridos sin saber que eran celíacos. Además, la dieta es mucho más cara que la común.
A la hora del balance, Berdini comentó: “La política alimentaria actual es diferente de la que regía en la época neoliberal, que se basaba en la existencia de comedores comunitarios. En la década del ’90 trabajábamos con celíacos que no tenían cocina en su casa, por ejemplo, y la dieta era casi imposible de seguir. Hoy esa política cambió con la implementación de la Tarjeta de ciudadanía, lo cual permite a los sujetos proveerse de los alimentos para cocinarse en su casa. Estamos en mejores condiciones pero tenemos una deficiencia estructural que agrava cualquier tipo de enfermedad”, finalizó.


“Fue un shock”
La joven periodista Florencia Frutos fue diagnosticada de celiaquía en noviembre de 2014. “Mis problemas empezaron con pérdida de peso, diarreas y fuertes dolores abdominales, por lo que decidí consultar a un gastroenterólogo que dio muchas vueltas para hacerme el análisis. Otro profesional dio con el diagnóstico correcto tras realizarme una endoscopía y estudios de sangre y orina. Mi vida cambió un cien por ciento ya que opté por saber un poco más de la enfermedad y me uní a un grupo de facebook en el cual aprendí mucho porque el médico no tenía mucha idea”, contó a Pausa. Sobre el impacto que el diagnóstico tuvo en su vida dijo: “Saber que soy celíaca fue un shock porque no tiene cura, pero veo puntos positivos: llevo una vida mucho más saludable aunque también es estresante porque los alimentos específicos son demasiados caros. Ya no tengo dolores estomacales ni me duele el cuerpo. Sufro mucho cuando veo una factura pero sigo la dieta al pie de la letra, aunque aun no controlo la contaminación cruzada, ya que muchas veces no depende de mí pero sí del exterior que no tiene mucha información”.


Publicada en Pausa #154, miércoles 20 de mayo de 2015
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jueves, 21 de mayo de 2015

Un largo camino hacia la igualdad

Las políticas públicas dirigidas al colectivo trans en la ciudad y en la provincia: voces de funcionarios y de integrantes de una población cuyo promedio de vida no supera los 45 años.


La lucha por la igualdad, la visibilidad, por los derechos más básicos y elementales, entre los que se encuentra el derecho a la identidad, no ha sido fácil ni para lesbianas, ni para gays, ni para bisexuales, pero sigue siendo aún más difícil para aquellos que, en su mayoría, a muy temprana edad, comenzaron a notar que había cierta diferencia entre esa percepción que tenían de sí mismos con lo esperado socialmente para su sexo biológico y la identidad de género asignada a ese sexo.
El 9 de mayo de 2012, el Congreso de la Nación sancionó la Ley de Identidad de Género, con la que pareció abrirse todo un nuevo mundo de posibilidades para el colectivo trans. A tres años, analizamos estas transformaciones a nivel local, junto a representantes del colectivo y haciendo foco en las políticas públicas que desde la ciudad y la provincia se llevan adelante y que buscan garantizar y ampliar los derechos de este sector en ámbitos como la educación y el trabajo.

Formación y desarrollo laboral
La población de travestis, transexuales y transgénero (trans) constituye uno de los colectivos más vulnerabilizados en términos laborales, económicos y sociales. Todavía no existen a nivel país, ni a nivel provincia, estadísticas que den cuenta de la realidad concreta de esta población, pero los datos relevados por la Prueba Piloto de la Primera Encuesta sobre Población Trans, realizada en 2012 por el Indec y el Inadi, en La Matanza, permiten dar cuenta de algunos aspectos que ya en investigaciones previas venían siendo visibilizados en el resto del país respecto del acceso a derechos básicos. Las cifras dicen que el 93,8% de la población trans está o estuvo en situación de prostitución y que el 72% actualmente está buscando alguna otra forma de ingreso para dejar de prostituirse.
En Santa Fe, la información recabada por el Área Mujer y Diversidad del Gobierno de la Ciudad en el primer Encuentro de Empoderamiento en Salud, Capacitación y Empleo para la ciudadanía trans, realizado en diciembre de 2014, da cuenta de las similitudes en cuanto a necesidades básicas insatisfechas y vulneración de derechos.
Querelle Delage llegó a la TV con su partipación en la serie ¿Quien mató al Bebe Uriarte?

Marta Fassino, coordinadora del área, comentaba que: “Asistieron alrededor de 30 mujeres y varones, de distintas ocupaciones y niveles socioeducativos, pero en general de condición humilde y con muchas necesidades insatisfechas. Escuchamos reclamos, inquietudes, propuestas y se asesoró sobre acceso a la atención específica en el sistema público de salud, y respecto a programas de capacitación e instancias de puestos de trabajo en espacios del Estado y de la sociedad civil. Asimismo, se corroboró el alto grado de vulnerabilidad en la población y que un porcentaje muy alto, mayoritario, se dedicaba a la prostitución”.
“Nosotros no entendemos a la prostitución como un trabajo”, definió la funcionaria municipal, “ya que creemos que se recurre a eso porque no hay posibilidades ni oportunidades de hacer otra cosa, por eso como Estado nos vemos en la obligación de dar esa respuesta primaria, las personas tienen que tener empleo que es lo que les da dignidad en su vida”.
La respuesta que en materia laboral se da desde la Municipalidad a la ciudadanía trans es la aplicación de un programa nacional a través de la Oficina de Empleo. Desde el año 2013, el Ministerio de Trabajo de la Nación, mediante la Secretaría de Empleo, implementó la Línea de Inclusión Laboral para Personas Travestis, Transexuales y Transgéneros. Este incentivo prevé la asignación de una prestación dineraria mensual para el trabajador desocupado y la participación en acciones de formación profesional, de certificación de estudios formales, de entrenamiento para el trabajo y de asistencia a la inserción laboral.
“Dentro del municipio tenemos trabajando cinco personas trans en diferentes áreas y dependencias, ya sea como pasantes o en entrenamiento laboral”, comenta Fassino. “Hemos acordado acciones con otras dependencias municipales, por ejemplo con Adultos Mayores, donde se hizo un curso para cuidadores domiciliarios de enfermos y ancianos. De ese curso participaron varias chicas trans, que fueron de las mejores según el comentario de sus docentes”.
Milagros Baroni Bustos es trans, tiene 38 años y desarrolla trabajos como auxiliar administrativa en el Área Mujer y Diversidad. “Yo fui una de las chicas que hizo el curso de Adultos Mayores, además tengo estudios secundarios y terciarios inconclusos. La presencia en estos lugares de trabajo es también lo que educa a la gente, y es algo que por ahí algunas personas trans no entienden, pero eso también es por el mismo trato que hemos recibido durante años. Venimos arrastrando culturalmente esta idea de que lo único que podemos hacer es la prostitución y eso ya nos configura para no animarnos a golpear otras puertas”.
Noelia Trujillo tiene 51 años, es militante trans y trabaja en la Municipalidad desde 2011, en la Dirección de Control. Al igual que muchas personas trans, tiene una larga historia de exclusión y discriminación. Desde muy joven encontró en la prostitución su forma de subsistencia, hasta que su trabajo de militancia dentro de la diversidad sexual la llevó a la Municipalidad, donde entró como pasante y hoy está contratada. “Las actuales gestiones provinciales y municipales han mostrado un mayor compromiso con respecto al colectivo, pero el trabajo no es muy fuerte. Ha habido avances en el tema salud y con la concientización en las escuelas, pero si no presionas no sos prioridad para los políticos”, comenta.

La situación en la provincia
Desde el Estado provincial, por un pedido del gobernador Bonfatti, comenzó a trabajarse desde principios de 2012 en una mesa interministerial desde la cual atender las demandas del colectivo trans. “A esta mesa, coordinada por el Ministerio de Desarrollo y, particularmente, por la Dirección de Políticas de Género, estuvieron convocadas organizaciones del colectivo LGBTI y los ministerios de Seguridad, Salud, Educación y Trabajo. Desde allí se planifican líneas de acción en diferentes sentidos”, comenta Mercedes Martorell, quien está al frente de la nombrada dirección.
La funcionaria remarcó, además, que Santa Fe es la primera provincia que cuenta con un Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos, el cual busca que en el marco de las políticas públicas, cualquier acción de gobierno que se planifique, deba incorporar la dimensión de género de forma integral, para lograr la igualdad de las y los santafesinos. En este sentido, Martorell explicó que se llevaron adelante encuentros en los cinco nodos a los cuales se convocó a organizaciones del colectivo LGBTI para que dieran cuenta de las situaciones de igualdad y desigualdad en salud, educación, trabajo, tanto en el mundo público como en el privado, buscando así tener una mirada sobre lo que la comunidad reclama en materia de derechos e igualdad.
Mercedes Martorell, titular de la Dirección de Políticas de Género de la provincia.

Por otro lado, en noviembre de 2013, la provincia aprobó y reglamentó la ley Nº 13.348 de Protección Integral para Prevenir Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, la cual reconoce como mujer a aquellas personas que se sienten, perciben e identifican como mujeres, haya sido este el sexo asignado al momento del nacimiento o no. Más allá de que esta medida signifique un avance en cuanto a la erradicación de la violencia de género, alcanzado al colectivo trans, la realidad es que la ley todavía no se ha implementado en su totalidad, un escenario que se repite a lo largo del país.
En marzo de este año el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana, junto a la ONG Mumala, presentaron el informe “Deudas pendientes en la eliminación de la violencia contra las mujeres en la Argentina”, del cual se desprende que, en seis años, desde la aprobación de la ley nacional 26.485, el presupuesto asignado al Consejo Nacional de las Mujeres nunca llegó a representar un dígito del presupuesto total nacional, destinándose la ínfima cifra de 0,80 centavos por mujer para combatir la violencia de género. Según el mismo informe, en Santa Fe, la Dirección Provincial de Políticas de Género, tiene asignado un presupuesto de $2.993.208,00 y representa el 0,0056% del presupuesto total provincial.
“De esa mesa interministerial de la provincia salieron muchas resoluciones y dictámenes, pero lo mismo que pasa con la ley de Identidad de Género y muchas otras leyes, si no se reglamentan, por si solas no dicen nada, son letra muerta”, afirma Alejandra Ironici, una de las caras más visibles del colectivo trans en Santa Fe, que además viene marcando hitos en materia de derechos e igualdad: en 2012 se convirtió en la primera transexual en obtener su DNI y fue también la primera empleada provincial trans contratada; en 2013 se transformó en la primera santafesina que se sometió a una cirugía de cambio de sexo financiada por gobierno provincial, y ese mismo año fue electa con el 71% de los votos como presidenta de la vecinal de Pro Mejoras Barranquitas.
Al respecto de la situación del colectivo en la provincia, Ironici comenta que: “políticas públicas reales, no hay,  sólo tenemos algunos programas municipales y provinciales que apoyan al colectivo, pero son muy efímeros y casi siempre dependen del compromiso de un funcionario, no hay una continuidad a nivel estado. Un proyecto interesante era el de la ley de cupos, pero perdió estado parlamentario”. El proyecto al que se refiere Ironici es el que en 2012, y nuevamente el año pasado tras perder estado parlamentario, presentó el diputado Leandro Busatto (FPV), el cual obliga al Estado Provincial a ocupar laboralmente a personas trans que reúnan condiciones de idoneidad para el cargo, en proporción no inferior al uno por ciento (1%) de la totalidad del personal por cada ente; además busca estimular la contratación también en el sector privado, a través de una deducción de impuestos para la parte empleadora. “En el tema laboral, las oportunidades son muy pocas, y las que estamos trabajando en el Estado, en una situación más estable, es porque la hemos peleado mucho. A nosotras todos nos cuesta el doble y lo que se consigue es a través de la pelea, de juicios, y eso desgasta”, afirma Ironici, quien desarrolla tareas administrativas en el Servicio Social del Hospital Iturraspe y que quiere postularse para integrar el Consejo de la Administración del hospital, “porque creo que debemos empezar a ocupar espacios de toma de decisiones, si no las cosas nunca van a cambiar”, concluye.

Proyecto de asignación
Desde la sanción de Ley de Identidad de Género, entre 300 y 400 personas trans cambiaron su DNI en Santa Fe. La prostitución como forma predominante de subsistencia, la falta de acceso a la salud y la violencia a la que se encuentra expuesto este colectivo, hace que la expectativa de vida para este grupo esté alrededor de los 40 años, cuando el promedio del resto de la población es de 75. “Yo tengo 51 años, las chicas de mi generación se han muerto la mayoría y en las peores condiciones de pobreza y desigualdad social, quedamos muy pocas de más de 40 y la mayoría está enferma”, dice Noelia Trujillo, dando cuenta de esta situación.
En el barrio y el Estado, tres trans luchadoras por los derechos de su vulnerado colectivo: Milagros Baroni, Noelia Trujillo y Alejandra Ironici.

En noviembre del año pasado tuvo gran repercusión a nivel nacional un proyecto, que había sido presentado en 2012 en la ciudad de Buenos Aires, que buscaba otorgar una pensión a las personas trans mayores de 40 años, como una reparación económica y moral por los daños causados por el Estado y la sociedad a quienes han sufrido la exclusión, la discriminación y la violencia física y simbólica. Antes de la repercusión mediática de dicho proyecto, en el mes de julio, la diputada Alicia Gutiérrez (SI-FPCyS) había presentado una iniciativa similar en la provincia para otorgar una pensión a la población trans mayor de 35 años.
Respecto a esta iniciativa, Querelle Delage, reconocida artista trans de la ciudad, opina que: “el acceso a beneficios sociales debe ser equitativo para toda la población sin crear nichos de privilegio, aun con sectores muy marginados. Sin embargo es importante que se contemplen las particularidades de cada sector vulnerado. Las estadísticas del colectivo trans a nivel nacional hablan por sí solas: el promedio de vida es de entre 38 y 45 años. Los gastos que demandaría sostener apoyos a las personas trans son infinitamente menores a los que se dan a otros sectores por el simple porcentaje de la población que representamos. Por ejemplo, el Estado paga los sueldos y jubilaciones de privilegio de la curia; el arzobispo abusador Storni siguió cobrando su jubilación a pesar de estar procesado. Aunque usted no lo crea, los ecos del pasado para nuestra comunidad aún resuenan vigentes como en las épocas muy oscuras de este país: detenciones arbitrarias, violencia callejera e institucional, persecuciones, torturas, violaciones, desapariciones y crímenes de odio. Argentina Trans 2015 ¿de qué futuro nos hablan si no tenemos presente?”.

Una realidad compleja
La discriminación y el desarraigo que las personas trans han sufrido a lo largo de los años, las han expulsado tempranamente de sus hogares, de sus familias, de espacios de contención y desarrollo como la escuela, llevándolas a buscar en la calle una forma de sobrevivir. Sin educación ni asistencia de ningún tipo, la búsqueda de horizontes laborales ha sido casi imposible para la gran mayoría. Los relevamientos muestran que cuanto menor es el nivel educativo alcanzado, mayor es el porcentaje de estas mujeres y hombres cuya principal fuente de ingresos depende de la prostitución, y esta realidad nacional no le es ajena a Santa Fe.
Aunque desde el colectivo se reconocen algunos esfuerzos por incluir y visibilizar, el año electoral parece dejar en stand by el avance en materia de derechos que no pueden depender de colores partidarios ni de voluntades individuales sino que tienen que ser una política de Estado, a largo plazo y con acciones concretas. “Para nuestro colectivo históricamente vulnerado todo es poco cuando la urgencia y la necesidad de inclusión es mucha”, afirma Querelle. “En pleno siglo XXI parece que para lxs funcionarios/gestiones políticas de turno incluir al colectivo trans en sus agendas es de un gran pesar ejecutivo”.
Tanto desde la órbita municipal como provincial, las áreas encargadas de vehiculizar el trabajo con el colectivo de la diversidad sexual no tienen más de tres años de vida, lo que da cuenta de una voluntad política incipiente de las gestiones actuales por tratar las problemáticas, pero también deja al desnudo que para atrás hubo muchas décadas de abandono, por lo cual las políticas públicas deben ser rápidas y efectivas para asegurar una mejor calidad de vida en el presente y para comenzar a cambiar las condiciones materiales y simbólicas en función de que las próximas generaciones de personas trans estén en reales condiciones de igualdad con el resto de las y los ciudadanos.

Publicada en Pausa #154, miércoles 20 de mayo de 2015
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Ni con una bola de cristal alcanza

Las especulaciones sobre los que todavía no votaron y los que quedaron sin candidato.


Las cifras son conocidas: el PRO y el Frente Progresista están casi empatados, 3 mil votos arriba el PRO, pero la diferencia entre Miguel Del Sel y Miguel Lifschtiz es significativa. Representa un 6% de todo el padrón y un 8% de quienes efectivamente votaron. Son 159.853 personas de distancia. Sin embargo, el impactante resultado de Del Sel está apenas 32 mil votos arriba respecto de 2013 y unos 79 mil por debajo de la cifra que alcanzó en 2011, cuando demostró todo su poderío. Tercero en la lid está Omar Perotti, que no cuenta con un segundo apoyo tan voluminoso como el que representa el voto radical para Lifschitz.
Un saque de merca o una patada en la vértebra más crocante de la columna: la lectura de los resultados de las primarias excitan el análisis político hasta el furor o el abatimiento. Así lo viven los candidatos, que tienen delante de sí el máximo de los desafíos. La campaña para una elección con un final completamente abierto es como una larga partida insomne de un extraño ajedrez, cuya lógica no depende tanto de la razón, sino de la astucia, la tenacidad, Eduardo Buzzi, la izquierda y ese inclasificable pero muy organizado colectivo que votó por Omar Palma.

Poné más platos
En 2011 votó casi el 75% del electorado, en 2013 el 77% y en las últimas primarias el 72%. Es decir, hay un cúmulo de votantes (64 mil respecto de 2011, 115 mil si la referencia es 2013), que todavía no demostró su voluntad. Sobre este electorado faltante cabe imaginar dos jugadas. Por un lado, el oficialismo movilizando con mayor fuerza el aparato estatal para impulsar el voto. Por otro lado, el PRO apuntalando el “voto éxito”, ese sufragio que sigue la corriente de quien se presenta como el cantado ganador.
¿Dónde se encuentra la mayor porción de estos electores que se sumarían en junio? En el departamento La Capital y en Rosario. De los 19 departamentos, 11 están por encima del porcentaje general de votantes. En Belgrano y Las Colonias votó el 77%, en Caseros, Constitución, Iriondo, San Lorenzo y San Jerónimo, el 76%. Ya dieron todo lo que podían dar. Sin embargo, en las dos urbes mayores votó el 69% y menos del 72%: Santa Fe y Rosario decidirán para dónde van los que faltan. En las dos ganó el Frente Progresista (lo hizo también en General Obligado y San Cristóbal), en Castellanos ganó Perotti y en los 14 departamentos restantes triunfó Del Sel. En Santa Fe, quien puso la mayor cuota de votos para el Frente fue Mario Barletta. Y en Rosario se sintió fuertísimo el voto castigo al socialismo.
Un tercio de los 156 mil votos de Barletta vienen de nuestro departamento, donde Lifschitz sumó apenas 29 mil sufragios. En Rosario, el candidato socialista bajó de los 356 mil apoyos de 2011 a los 174 mil de ahora. Los signos son claros: hay una demanda de reconocimiento a la capital y una fuerte exigencia de seguridad. Rica papa para Del Sel: santafesinísimo y presto a blandir su mano dura.

El efecto nacional
Cuando Antonio Bonfatti comenzó a caminar la provincia para candidatearse a la Casa Gris, Hermes Binner recorría la televisión nacional mostrándose como futuro candidato a presidente, allá por 2011. Hoy, ese binomio está pintado de amarillo: Del Sel en Santa Fe, Mauricio Macri en la Nación. Lifschitz no cuenta con un eco en la tele por cable, ni en los noticieros grandes.
Mientras tanto, los coqueteos de Bonfatti para capturar el voto kirchnerista no peronista (algo así como el televidente de 678 que, en otra era, votaba Frepaso) son cacheteados públicamente por Barletta, quien tiene todo el derecho al hoy peligroso juego de la niña bonita. ¿Cuántos votantes de Perotti se volcarán hacia Lifschitz en función de parar al PRO? Es difícil saberlo. Supongamos, un 5%. Son 18 mil preciadas voluntades para el Frente. Perotti, por su parte, hará todo lo posible para frenar la polarización entre el PRO y el oficialismo, tratando de crecer hincando el diente en las fuerzas que perdieron representación por no llegar al mínimo y de retener votos homologando los déficits del oficialismo y el neoconservadurismo PRO.
Se espera que en las elecciones generales del mes próximo concurran a las urnas entre 64 y 115 mil personas más. Foto: Pablo Bertoldi.

La pregunta es obvia: ¿cuántos votantes de la UCR se inclinarán por el PRO? El acuerdo cupular entre Macri y Ernesto Sanz da para el cotilleo respecto del alcance en el cambio de color. En concreto, lo que hay que medir es cuánto cuerpo y kilómetros va a poner Barletta para que sus votos queden en el redil del Frente, siendo que las segundas líneas (intendentes y senadores) ya cosieron sus acuerdos al interior de oficialismo.
Pero la pregunta persiste. Supongamos, el 5% de los votantes de Barletta se va al PRO. Son unos 7000 votos más para Del Sel. Estira así la diferencia a 10 mil votos. No, una corrección: también son 7000 votos menos para el Frente. Serían 17 mil votos de diferencia entonces. Así de picante está la cosa.

La frutilla
Sin contar a los votantes de Barletta, unos 112 mil santafesinos eligieron en las primarias a un candidato que no va a llegar a las generales. Todas las especulaciones apuntan a esta torta. Y, también, a los 39 mil votos del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), que llegó a la general de la mano de Octavio Crivaro.
Casi 63 mil votos aunó la izquierda: allí está Crivaro y los casi 24 mil votos del Frente Social y Popular (FSP). Es lógico suponer que una porción del voto al FSP irá al FIT, pero también están quienes se ubicarán en un eje anti-PRO. Supongamos un 5%, otra vez, de toda la suma de la izquierda: poco más de 3 mil votos para quien polarice con Del Sel.
¿Adónde dispararán los casi 59 mil votos de Buzzi? Su bastión es Rosario: de allí sacó 26 mil sufragios. Esos 26 mil rosarinos, ¿votarían a Cachi Martínez, ganador en la interna y protagonista de un nuevo fiasco? ¿Irían con Del Sel, el pollo del farmer Carlos Reutemann? ¿Por qué se volcarían hacia Lifschitz o Perotti?
Había una lista llamada Frente de la Cultura, la Educación y el Trabajo (FCET). Su candidato era Omar Palma, otrora 10 de Rosario Central y Colón. De vice, Silvia Monzón, hija de Carlos Monzón. Y en diputados, Miguel Zalazar, titular de Utrapol (Unión de Trabajadores Policiales) en una lista y, en la otra, el titular del Sindicato de Recolección y Barrido de Santa Fe, Marcelo “Pipi” Andrada, alineado con Hugo Moyano.
El FCET sumó 29 mil votos. Tremendo pedazo y mayor incógnita depende de una estructura cuyos intereses trascienden lo local. ¿Qué tipo de filiación podrán tener con el PRO o el socialismo? Acaso el moyanismo, tal vez, se reparta entre estructuras más claramente justicialistas, como las de Perotti y Cachi Martínez.

Voluntades
Del Sel es quien ha polarizado la elección con Lifschitz: al ganar la primera vuelta plantea los términos y genera los efectos, y obviamente su foco es desplazar al oficialismo. El escenario se dibuja a favor o en contra del Miguel triunfante, algo que quizá no le convenga a sus propias aspiraciones. ¿Comenzará entonces a mostrar un perfil nuevo, buscado disipar el eje planteado? ¿Logrará el socialismo aglutinar el rechazo al candidato de Macri y fortalecer a su candidato? Y eso, ¿le alcanzará para retener el gobierno? ¿Cuánta fuerza tendrá Perotti para terciar?
Las cifras abruman en este escenario y un mes es un largo trecho. Se ha dicho que las primarias funcionan como encuesta, es evidente que no. El resultado final sigue dependiendo del mismo factor de siempre. Es tu decisión.

Voto cruzado
Delicias de la boleta única. El Frente Progresista obtuvo 712 mil votos en la categoría de diputados. Casi 180 mil personas que votaron por los diputados del Frente y eligieron otro signo político para gobernador. Más fino: en diputados, Bonfatti y Rubén Giustiniani sumaron 620 mil votos, 87 mil más que los que juntaron Lifschitz y Barletta. Hay allí una enorme fuga de votos.
A Del Sel le sucedió lo mismo, pero al revés: es el principal elector del PRO y más que duplica a su candidato a diputado, Roy López Molina. En el justicialismo, la diferencia es muy menor: 20 mil votos más obtuvo Perotti sobre la suma de sus seis listas a diputados.

Publicada en Pausa #154, miércoles 20 de mayo de 2015
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Fiesta reggae

Groundation y Sonen Raíz tributan a Marley.

Nacida en 1998, Groundation, agrupación norteamericana tributo a Bob Marley, visitará Santa Fe este domingo 31 de mayo. El show se realizará en el Molino Marconetti, a partir de las 19.00. Groundation presentará su último disco, The Miracle, aclamado por el público y la crítica internacional.
Groundation, la banda norteamericana que homenajea a Marley.

Como teloneros, los locales Sonen Raíz pondrán la mística de su numerosa banda, poblada de percusión, melodías y voces femeninas, que también versiona las canciones del jamaiquino padre de la música rasta.
Groundation visita nuestra ciudad como parte de su gira internacional por América del Sur. Consagrada y conocida por la versatilidad con la que une estilos como el reggae, el jazz, el funk, el rythm & blues, el soul y el dub, Groundation es uno de los mejores tributos a Marley y el reggae, con nueve discos en su trayectoria.
 Las entradas anticipadas puede conseguirse en el Cine Teatro Luz y Fuerza (Junín 2947), de lunes a viernes de 8.30 a 13.00 y de 16.00 a 20.00; en Yuba (San Martín 2136), de 9.00 a 13.00 y de 15.30 a 20.00; en Credife (25 de Mayo 2610),  de lunes a viernes de 8.00 a 12.00 y de 16.00 a 20.00 y los sábados de 8.00 a 12.00; en Maitess (Aristóbulo del Valle 7007), de lunes a sábado de 8.00 a 12.00 y de 16.00 a 20.00. En Santo Tomé también hay anticipadas en Maitess (Avenida Luján 2206) de lunes a sábado de 8.00 a 12.00 y de 16.00 a 20.00.

Publicada en Pausa #154, miércoles 20 de mayo de 2015
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