miércoles, 8 de octubre de 2014

Un golpista que eludió la sentencia

El militar José María González fue apartado del juicio por secuestros políticos en la dictadura.

Se concretó una nueva sentencia por delitos de lesa humanidad en la ciudad, esta vez contra un militar y un policía por el secuestro y las torturas del ex intendente Adán Campagnolo y del ex presidente de la Cámara de Diputados de la provincia Rubén Dunda. Antes de la lectura del fallo, que había sido postergada dos veces durante septiembre, los jueces del Tribunal Oral Federal de Santa Fe resolvieron apartar de la causa al tercer acusado: el ex coronel del Ejército José María González, primer interventor militar de la provincia en 1976, ya que no pudo expresar sus últimas palabras ante la Justicia por sus problemas de salud (se encuentra internado en Buenos Aires y la semana pasada debieron realizarle una traqueotomía). Con esta, ya son 15 las sentencias en territorio provincial desde el inicio de los juicios en 2009.
González (derecha) zafó del juicio. El militar Diab y el policía Salomón fueron condenados.

El miércoles 1º de octubre, el Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó a 16 años de prisión al ex coronel del Ejército Jorge Roberto Diab y al ex comisario de la Policía provincial Ricardo José Salomón como autores de los delitos de privación ilegitima de la libertad, tormentos agravados, secuestro agravado por violencia y amenazas y allanamiento ilegal de domicilio.
Fue el 15º juicio realizado en la provincia por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. En el proceso oral, que comenzó el 26 de agosto, los imputados fueron juzgados por los secuestros del ex intendente de Santa Fe Adán Noé Campagnolo, destituido por el golpe del 24 de marzo de 1976, y del ex presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Rubén Dunda.
Dunda y Campagnolo, funcionarios peronistas en la década del 70, fueron secuestrados el mismo día del golpe militar, el 24 de marzo de 1976, y sometidos a feroces tormentos, según quedó comprobado en las audiencias judiciales que se sustanciaron en los estrados.
Los procesados fueron González como ex jefe del Área 212 y primer interventor militar de la provincia, quien ya cumple una condena a prisión perpetua por el homicidio del militante peronista Mario Osvaldo Marini (entre otros delitos de lesa humanidad), Diab como ex subjefe del Destacamento de Inteligencia Militar 122 y Salomón por su participación en los hechos en su carácter de comisario de la Policía santafesina.
Uno de los testimonios más reveladores sobre los tormentos que recibió Campagnolo fue el del médico que lo atendió en el Hospital Piloto (Cullen) una semana después de su detención. Raúl Pautasso declaró ante el tribunal y contó que el ex intendente tenía perforado el recto y la vejiga. Explicó que eran lesiones claras de un empalamiento y que debió practicarle una colostomía. Campagnolo pasó nueve meses internado. Cuando le dieron el alta médica fue llevado a la Guardia de Infantería Reforzada, donde estuvo en los primeros día de cautiverio y donde fue torturado por el policía Salomón bajo órdenes de los altos mandos militares. El 6 de abril de 1977 Campagnolo fue trasladado a la cárcel de Coronda y liberado un año después, el 3 de abril de 1978.
En su alegato, el fiscal Martín Suárez Faisal había solicitado penas de 20 años de prisión para Diab y González y de 18 años para Salomón. Finalmente, el Tribunal integrado por los jueces Luciano Lauría, José María Escobar Cello y María Ivon Vella, luego de apartar del debate al imputado González, dictó sentencias de 16 años de prisión para los otros dos acusados.

Las repercusiones
“Estamos conformes con las condenas dictadas por el tribunal, más allá de que los fundamentos recién se darán a conocer más adelante”, declaró Suárez Faisal.
El fiscal judicial sostuvo que “fue un proceso judicial novedoso porque se trató de delitos de lesa humanidad cuyas víctimas fueron funcionarios democráticos, elegidos por el voto popular, a diferencia de otros procesos que se han sustanciado aquí en perjuicio de militantes políticos y sociales, pero que no ocupaban cargos públicos”.
El abogado de Hijos, Guillermo Muné, resaltó tras la sentencia: “Es un hecho histórico que se estén condenando delitos cometidos contra autoridades constitucionalmente electas, nada menos que secuestro y torturas contra un intendente y un presidente de la Cámara de Diputados. Es muy importante que la democracia muestre de esta forma cómo son imperdonables estos crímenes de lesa humanidad, verdaderos atropellos al avance de una sociedad más justa e igualitaria”.
Francisco Klaric, militante peronista compañero de Dunda y Campagnolo, puso de relieve que los represores juzgados “deberían estar en cárceles comunes y lo seguiremos solicitando. Estos criminales gozan de derechos que conseguimos nosotros, pero de cualquier forma estamos alegres y es una reivindicación para la democracia”.
Finalmente, Klaric señaló que “la sociedad en su conjunto debe tomar conciencia de que la dictadura nos pasó a todos y que debemos seguir luchando para que nunca más vuelva, especialmente en estos días donde vemos cómo hay coletazos de viejas prácticas dictatoriales, no utilizadas ahora por las fuerzas armadas sino por los sectores financieros”.

La otra causa
Si bien González logró eludir que la Justicia lo condene por los delitos cometidos contra Campagnolo y Dunda, el ex militar ya cumple una condena a prisión perpetua, aunque primero fue en su domicilio y ahora internado en el Hospital Militar de Buenos Aires.
José María González, jefe del Área 212 entre de 1974 y 1976 y ejecutor del golpe de Estado en Santa Fe, que en 1976 derrocó al gobernador Carlos Sylvestre Begnis.

El 7 de diciembre de 2011 el Tribunal Oral Federal de Santa Fe dio lectura a la sentencia contra González, quien fue condenado a prisión perpetua por el homicidio doblemente calificado del militante de la Juventud Peronista Mario Osvaldo Marini, por el allanamiento ilegal de su vivienda y por la privación ilegítima de la libertad de Marini y de su esposa Ana María Cavadini. González se convirtió así en el primer militar condenado en Santa Fe por delitos contra la humanidad.

Frillocchi, desafectado
El ex espía César Luis Frillocchi no seguirá en el cargo de director de Diplomas y Legalizaciones de la UNL. Continuará trabajando en la casa de estudios, aunque se le inició un sumario porque “podría haber incurrido en conductas contrarias a la defensa de los derechos humanos”. En los 70, se infiltró en organizaciones políticas y estudiantiles y estuvo con Adolfo Cambiaso en Santa Fe, un día antes de su secuestro.

En Pausa #143, miércoles 8 de octubre de 2014. Pedí tu ejemplar en estos kioscos.

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