viernes, 31 de octubre de 2014

Los ribereños, tras su autonomía

Vecinos de Colastiné, La Guardia y Bajada Distéfano quieren constituir su propio municipio: alegan discriminación desde Santa Fe y afirman tener recursos suficientes. 


Organizaciones sociales y vecinales de Colastiné Norte, Colastiné Sur, La Guardia y Bajada Distéfano buscan que esos distritos se separen de la capital provincial y conformen una jurisdicción propia, cuyas autoridades escuchen las demandas de sus lugareños y comprendan su particular idiosincracia y sus necesidades.
Una clásica postal de la Ruta 1, completamente saturada y a la espera de más obras.

Según las instituciones que impulsan la iniciativa, los habitantes de la Costa sienten que viven en “el patio trasero” de Santa Fe y que son desatendidos por el gobierno de la ciudad, que los relega con respecto a los citadinos situados al otro lado del puente Oroño. Aseguran que la tasa que pagan no recibe como contrapartida una prestación decente en servicios básicos (ver recuadro). Sin dudas, la Provincia es la principal deudora en materia de obras en la zona, pero el problema sería también que la Municipalidad no se pone a la cabeza de los correspondientes reclamos ante aquélla. Además, afirman que jamás han sido incluidos en ciertos programas estatales que podrían paliar sus necesidades (Luz y Agua segura, Agua + Trabajo, Promeba).
“Lo que vemos es que nuestras condiciones de vida no son las mismas que tiene la capital. Por consiguiente, tomamos la decisión de gobernarnos a nosotros mismos y ver que los recursos que se recaudan aquí queden aquí”, indicó el presidente de la vecinal Colastiné Norte, Oscar Signe. En ese sentido, estiman que podrían administrarse perfectamente, ya que sus ingresos ascenderían a 13 millones de pesos, más otros 25 millones que percibirían por coparticipación. Las cifras surgen de datos recabados en San José del Rincón, recientemente declarada ciudad, a la que consideran en condiciones similares a las suyas. Indican asimismo que según el censo 2010 sumarían 12 mil habitantes, esto es, dos mil más que los requeridos para que la Legislatura aprobara dicha acción.
Mientras tanto, el intendente José Corral puso en duda la capacidad de autofinanciarse que podría tener el Municipio de la Costa. “Permanentemente hay que mantener las defensas y los sistemas de bombeo, y el aporte de quienes viven allí no es suficiente para solventar eso. Así que en realidad el municipio de Santa Fe tiene una acción particular en toda la zona”. Pero las demandas de los lugareños no sólo se vinculan a la vulnerabilidad hídrica. Aunque, por cierto, la incluyen, ya que según las instituciones que postulan la iniciativa los terraplenes sólo son reforzados en ocasión de las periódicas crecidas del río Paraná, pero no de manera sostenida.
Por otra parte, Corral dejó entrever que habría una motivación política por detrás: “habría que ver qué piensan los vecinos y no sólo los vecinalistas”, deslizó ante la prensa. Sucede que algunos miembros de esas entidades están abiertamente vinculados al peronismo. Pero otros tantos no lo están, como así tampoco las 500 personas que ya firmaron las planillas para respaldar la discusión. En cualquier caso, lo que se pretende es abrir el debate para arribar o no a un proceso que se sabe arduo y sacrificado. Y se busca, fundamentalmente, recuperar la identidad costera, que consideran ignorada, avasallada e irrespetada. “Si alguien muere en Colastiné, o en La Guardia, debe ser enterrado en el cementerio de Santa Fe. Fíjense la importancia que eso tiene en la estructuración de la identidad de un lugar”, ejemplifica Antonio Yapur, integrante de la Cordinadora de la Costa.
En rigor, los reclamos que se plantean no difieren de los de tantos otros barrios de esta capital. Lo que sí se distingue en este caso es la voluntad de trascender el lamento para pasar a la acción. “Nosotros no queremos quejarnos más”, agregó Yapur, y culminó: “queremos ser autores de nuestro propio destino. Y eso es lo que estamos construyendo”.

Vivir en la costa, hoy
La situación de los cuatro distritos (Colastiné Sur y Norte, La Guardia y Bajada Distéfano) que buscan la municipalización es precaria. No hay gas natural ni cloacas, tampoco agua potable de red (salvo en un reducido sector de La Guardia). Además, en Colastiné Sur el agua de pozo no es potable; allí los vecinos reciben camiones cisternas tres veces por semana.
No hay escuelas secundarias en ninguno de los cuatro distritos: los chicos deben trasladarse a Rincón o Santa Fe. En Bajada Distéfano tampoco hay educación inicial ni primaria.
No hay ningún centro de salud en Bajada Distéfano. En los otros tres distritos sí, pero no funcionan las 24 horas. Colastiné Sur, La Guardia y Bajada Distéfano no tienen ambulancia. Un solo vehículo, apostado en Colastiné Norte, cubre toda la zona.
En materia de seguridad también hay carencias. No hay destacamentos policiales en Bajada Distéfano ni en Colastiné Sur. En las subcomisarías de Colastiné Norte y La Guardia los recursos humanos y materiales son mínimos.
Hasta ahí un panorama de la situación en cuanto a los servicios que son responsabilidad de la provincia. Los servicios municipales (mantenimiento de calles, desmalezamiento, recolección de residuos y restos de poda y alumbrado público) también son deficientes.
El transporte público es otro motivo de reclamos permanentes. Sólo existen dos líneas urbanas, con pésimas frecuencias y colectivos siempre repletos que no circulan por el interior de los distritos costeros (sólo paran en la ruta 1).
A ese listado, los vecinos de la costa suman otras necesidades, como mantenimiento y refuerzo de las defensas por inundaciones y la transitabilidad de la ruta 1, cada vez más desbordada y con las obras de ampliación aún lejos de concretarse.
Finalmente, hacer ciertos trámites cotidianos en la Costa resulta tarea imposible. Los cajeros automáticos escasean y suelen estar sin dinero. Las reparticiones estatales provinciales y nacionales no tienen sedes en el lugar. Necesitan con urgencia una oficina propia de la Anses y tampoco tienen una filial del Correo Argentino.

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Sí sí señores, yo soy de…


Cuando me preguntan si soy hincha de Unión o de Colón y respondo que “soy de los dos”, nadie me cree. No se puede ser de dos equipos archirrivales porque el sentimiento futbolero es “algo que se lleva en la sangre”; es algo con lo que “se nace” y te acompaña “desde la cuna al cajón”. Es natural, genético, biológico, siempre y cuando seas argentino/a, claro. Así como de una familia (uno nace hijo/a sí o sí), del fútbol, en este país, nadie zafa.
En el film El secreto de sus ojos, Guillermo Francella protagoniza un monólogo épico afirmando que uno puede cambiar todo (casa, auto, esposa/o, ciudad, amigos, etc.) pero lo único que no se puede cambiar es la pasión; y no cualquier pasión, sino la pasión por los colores de tu camiseta. ¿Tiene razón? El 99,9% de los encuestados (¿?) respondería “Sí”. Bueno, pero acá el que escribe soy yo, y soy parte de la minoría, así que vamos a responder “No. Uno sí puede cambiar de camiseta.”. Lo que tal vez no pueda cambiar es lo que le provoca el fútbol a un tipo/a que desde chiquito fue criado con una pelota en vez de peluches; con unos botines en vez de charoles. Y eso es lo que se lleva adentro, lo que no se puede explicar porque es un sentimiento que no puedo parar y olé olé olé, olé olé olé olá… y párenme por favor porque sino largo el teclado a la mierda y me pongo a arengar los trapos.
Cuando uno reflexiona sobre el fanatismo y, en consecuencia, lo pierde, pasan cosas asombrosas. Me estoy convirtiendo de a poco en ciudadano gualeguaychuense y una de las primeras cosas que hice como para calificar dentro de su gentilicio fue buscarme un club (e ir al Carnaval también, sí). Mi suegro es ex jugador de Juventud Unida, club que hacía poco había logrado por primera vez en su historia el ascenso al Torneo Argentino A (ahora Federal A) y la sede y la cancha me quedan a cinco cuadras de mi casa. La elección no era ninguna elección: todo dado para “hacerme” hincha del Decano. Además la comparsa Papelitos, que cada vez que sale al corsódromo lo hace con un tema social y/o de protesta, es la del club “de mis amores”, así que listo, “¡Vamos Juve todavía!”.
Ustedes podrán pensar que es obvio que haga eso; que es como un juego. Uno llega y se establece en una ciudad o pueblo y comienza a encariñarse con las costumbres lugareñas. Algo de eso pasa, sí. “Lo hace para sentirse en su lugar”; “Lo hace como un chiste, una anécdota que contar a sus amigos de Santa Fe: ahora que vivo allá, soy hincha de Juventud”. Como que ya se me va a pasar… lo mismo que cuando uno vuelve de Córdoba que, a los pocos días pierde el acento con cantito y el subfijo “azo” en todas las palabras.
Yo por un momento pensé que era algo pasajero, y listo. ¿A mí me va a durar la pasión por un equipo, que me aburro como ostra esperando que en 90 minutos pasen al menos cinco de algo, que no me va eso del “folklore” que esconde toda la xenofobia, homofobia, racismo y otras violencias reprimidas y contenidas durante el resto de la semana? Neh, imposible.
Pero resultó que un día abandoné el celibato y después de años volví a la cancha. Pero esta vez, la del Juve. Me saqué el cinturón, porque seguro la policía cuando me palpe me va a decir que así no puedo entrar. Llevé los bolsillos vacíos, para evitar el tedioso momento de tener que mostrar que son caramelos nomás. Pero pasé sin cacheos. No hay control policial porque no lo necesitan. Familias con sus bebés en cochecitos, los pibes jugando a la pelota debajo de las tribunas durante el partido; los más grandes con las banquetas junto al alambrado disfrutando de un rato con los vecinos a los que encuentran allí. Los pibes de las inferiores vendiendo rifas para poder hacer la pretemporada y los hinchas comprándoles de a dos y tres números… “y sí, si es el hijo de la Teresa, cómo no le voy a comprar un numerito”. La gente con el mate y el termo. ¿Existe un objeto más contundente que un termo de acero inoxidable lleno de agua hirviendo? No. ¿Pero por qué los socios no van a poder ir a su club a tomar mate? ¿Acaso no es esa la función social de un club: estimular los vínculos entre las personas?
Y de golpe me reencuentro con todo aquello que alguna vez había despreciado: nervios, ansiedad ante cada ataque de los laterales; cada llegada al área rival es un pararme y agarrarme la cabeza cuando el 9 define mal (porque yo era 9 cuando jugaba); y amargarme cuando perdemos y aplaudir y cantar y emocionarme y reírme con las ocurrencias de mis vecinos de tribuna. ¿Y cómo es posible? Es posible porque Francella no tiene razón: la pasión sí cambia, se transforma, pero no muere. Puede cambiar de color siempre que te guste el fútbol… Y si no me creen, que alguien me explique por qué el sábado pasado me quedé dos horas frente a la computadora chequeando el score en vivo de Sol de América vs Textil Mandiyú si yo nací hincha de otro equipo. Fue 1 a 0 para el primero. Y quedamos punteros solos a falta de 3 fechas. ¡Vamos Juve, no le falles a tu hinchada!

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miércoles, 29 de octubre de 2014

Cuando la solidaridad se hace ver

El martes 4 de noviembre se realizará la quinta edición de la Feria de las Organizaciones Sociales. Cerca de 180 entidades trabajan en red para difundir sus objetivos.


En 2010, los hacedores “Todo por la radio”, un programa de servicios emitido por LT9 advirtieron que la mayoría de las ONG, mutuales, cooperadoras y cooperativas que trabajan por el bienestar del prójimo no se conocían entre sí, aún cuando la tarea que desarrollan tuviera puntos de contacto o fuera dirigida a un mismo universo de beneficiarios. En diálogo con Pausa, Jorge Sansó de la Madrid y Gerardo Rojas recordaron: “Comenzó a rondar una idea que tenía objetivo pero no forma. No sabíamos cómo armarla hasta que fuimos a cubrir una reunión en una escuela de Monte Vera y asociamos de inmediato lo que teníamos que hacer: una feria de solidaridad”.
Las Ferias de Organizaciones Sociales crecieron de manera exponencial como espacios de aprendizaje, intercambio y visibilización.

Cómo y con quiénes hacerla fueron los primeros interrogantes que se cruzaron entre los miembros de “Todo por la radio”. “Eran preguntas enormes y sin respuesta alguna, ni hablar de saber con qué llevaríamos adelante semejante empresa porque no teníamos recursos. Le habíamos contado sobre este sueño a todas las organizaciones que venían al programa y nos propusieron armar una comisión promotora. Luego se integró un comité entre la UNL, la Defensoría del Pueblo, el Museo Florentino Ameghino y la comuna de Monte Vera. En todos esos lugares encontramos una predisposición superlativa y una generosidad exponencial que perduran hasta la actualidad. Nos reuníamos en la dirección de Desarrollo Comunitario y Organizacional de la Secretaría de Extensión de la UNL, quienes nos cobijaron los primeros tiempos, y así comenzamos a idear la primera edición de la feria que se hizo en los patios del Rectorado”.
Las propias organizaciones que asistieron la primera vez dieron la forma definitiva a la feria. “Recién ese día, cuando vimos los dos patios y las galerías llenas, tomamos conciencia de lo que se había armado. Cada entidad fue y armó su rincón con el mayor esmero posible, llevando todo, desde una mesa y sillas a carteles, banners y folletos. Fue una verdadera feria en la que cada uno, con orgullo, exhibió su razón de ser, para qué están y por qué hacen lo que hacen. El resultado fue muy satisfactorio, todo fue mucho más grande de lo que hubiéramos imaginado porque la respuesta de las entidades fue masiva, tanto que sorprendió a las autoridades. Los medios de prensa nos acompañaron siempre”, subrayó Jorge Sansó de la Madrid.
Desde entonces, la feria cuenta con cuatro ediciones en sus espaldas. “En cada una de ellas fuimos creciendo, a punto tal que hoy, cuando nos aprestamos a realizar la quinta edición –que se llevará adelante el 4 de noviembre de 9 a 18 en los altos de la Estación Belgrano–, somos la más grande del país en su tipo: cerca de 180 organizaciones están inscriptas para participar”, añadió.

Un trabajo mejorado
Los destinatarios de la Feria de las Organizaciones Sociales (FOS) son simultáneamente las propias entidades que la integran y aquellos ciudadanos a los que el accionar específico de cada una de las organizaciones está destinado. Cabe señalar que la FOS no cuenta con sostenes económicos permanentes, aunque sí obtiene subsidios estatales para eventos específicos. Sus organizadores explicaron que actualmente articulan las actividades con la Defensoría del Pueblo, organismo que aporta su capacidad operativa y profesional.
Jorge Sansó de la Madrid contó que a lo largo de 2014 se trabajó de manera diferente. “El año pasado nos plantearon que un solo día terminaba resultando insuficiente para articular una verdadera integración y complementación en las tareas. Trasladamos esta inquietud a la Defensoría del Pueblo, desde allí nos sugirieron programar una tarea que se extendiera durante el año y que concluyera con la instalación de la FOS/5 el próximo 4 de noviembre. Así fue que desde marzo se ha venido trabajando en reuniones plenarias y con lógica de red, horizontal, democrática e inclusiva, se desarrolló una tarea que reconoce claramente tres ejes: capacitación interna, complementación y el claro objetivo de que la feria gane reconocimiento social”, señaló Sansó de la Madrid.
En cuanto al punto de la capacitación interna, el comunicador expresó: “Es muy importante que los miembros de una organización aprendan herramientas para hacer eficaz su esfuerzo y no desanimarse rápidamente porque ésta es una principal contra de los voluntariados. Aprender que si todos quieren hacer todo puede resultar que nadie termine haciendo nada, por ello se brindaron dos cursos completos de capacitación y varias charlas. Uno de los cursos tuvo como objetivo familiarizarse con el discurso institucional y obtener herramientas para comunicar; el otro fue dictado por la Fundación Impacto y estuvo destinado a fortalecer las instituciones. La Defensoría del Pueblo, por su parte, asesora a varias ONG en los trámites para obtener la personería jurídica”. Acerca de la complementación, informó que están enfocados en “la tarea diaria que busca optimizar recursos poniendo a disposición del conjunto lo que cada uno tuviera disponible al respecto, de modo tal que si una entidad necesita un local para reunirse y otra puede aportarlo, lo haga. Este objetivo se ha cumplido con creces”, resaltó. Sobre la adquisición de reconocimiento social, el organizador de la FOS/5 puntualizó que a lo largo de los 12 plenarios que se hicieron este año se fue elaborando un cronograma de actividades y eventos en común en el que participó un número sorprendente de organizaciones.

La difusión, columna vertebral
Uno de los objetivos de la FOS es sensibilizar a distintos actores sociales sobre las acciones solidarias. Consultados sobre las herramientas con las que cuentan para lograrlo, los organizadores comentaron: “Se buscó hacerlo con actividades que siempre tuvieron el doble sentido de informar y sensibilizar a la sociedad. Por ejemplo, la primera actividad que organizamos fue una jornada sobre autismo que consistió en una suelta de globos y una serie de charlas en la Legislatura a la que concurrieron 500 personas. Otra fue la medición gratuita de glucemia en la peatonal con motivo del 25º aniversario de la Asociación de Diabéticos, donde también hubo charlas. Luego Alco trajo una profesional de la Fundación Cormillot que dio un taller. En otro momento, la FOS acompañó al Centro de Día Burburinho a una caminata con los chicos que padecen discapacidad cerebral severa. En fin, se hicieron varias actividades muy reconfortantes, todas con mucha cobertura mediática”.
—¿Las redes sociales ayudan a difundir el trabajo?
—Son fundamentales como herramienta de comunicación ágil y eficaz entre los miembros que integran la FOS. Sin dudas, también ayudan para fuera y además otorgan cierto perfil de identidad al espacio. Desde que abrimos un perfil en Facebook y un sitio web, referir y aconsejar a los interesados que buscan allí datos o fotos de lo que hacemos, resultó equivalente a una tarjeta personal con nuestros datos –respondió Jorge Sansó de la Madrid.
—¿Cómo llega a conocerse su trabajo en otros lugares?
—Ferias solidarias o agrupamientos entre entidades de lo que la ciencia social llama el tercer sector de una comunidad, hay en varios en nuestro país, pero ninguna ha tenido el crecimiento de la nuestra. Prueba de ello es que, por ejemplo, este año Médicos sin Fronteras gestionó desde julio su participación y vendrán desde Buenos Aires a dar una charla. Además, nos llamaron del Ministerio de Gobierno de la provincia de Neuquén porque están buscando promover una confluencia con nuestras actividades. Por otra parte, fuimos invitados por un grupo de organizaciones de Rosario para que vayamos a contarles cómo trabajamos. Otra evidencia de ese crecimiento ha sido la evolución de la actitud de las autoridades: a las dos primeras ferias asistió el intendente de entonces, Mario Barletta. Para la segunda edición, que se hizo en el Molino Marconetti, contamos con la presencia de la ministra de Cultura María de los Ángeles González y del vicegobernador Jorge Henn. En la tercera, en la Estación Belgrano, Henn estuvo en el acto inaugural junto al Defensor del Pueblo adjunto, Luciano Leiva. El año pasado, Antonio Bonfatti pidió recorrerla en una visita privada que duró tres horas: el gobernador conversó con cada uno de los expositores. Y hace dos meses nos confirmaron que Bonfatti presidirá el acto inaugural de la FOS/5.

Hacia el Congreso
La Feria de las Organizaciones Sociales adquirió un gran reconocimiento social. La Defensoría del Pueblo –que ocupa el rol de articulador– fue invitada a formar parte del Consejo Federal de Fortalecimiento de Organizaciones Sociales (Cofefos), de la Presidencia de la Nación. Desde el Consejo opinaron en relación a la figura de las organizaciones sociales en el nuevo Código Civil y Comercial. Ahora, elevarán al Congreso de la Nación iniciativas para facilitar la tarea de las organizaciones.

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Fantasías textuales

Maestro de la escritura oral, el “Chuca” Claudio Chiuchquievich y sus músicos enamoraron a su audiencia en Uh lalá.


Con expectativa de sorpresa pero con la confianza de siempre, un brote de saxo, guitarras y poesía se prendió alrededor de cada oído presente cuando desde las 22.32 Claudio Chiuchquievich recobró y recitó un compendio de sus célebres Polaroids (aguafuertes delineadas para radio, textos escritos para ser oídos) a cuento de un motivo organizador: el amor. Uh lalá, el bar de calle La Rioja, habilitó las reservas antes de lo previsto pues el público no quiso masticar el ansia en casa.
Alain Badiou, Oscar Wilde, Roland Barthes, el amor y la prosa y poética callejera de Chiuchquievich. Foto: Victoria Vázquez.

Como fenómeno histórico, podría decirse que el de la lectura atraviesa en este tipo de espectáculos una nueva forma de suceder: la experiencia del lector recibiendo las palabras desde el aparato fonador mismo del autor, y no desde el impacto visual de un libro, dota de textura a los textos cuya entonación y ritmo “van acomodándose en tiempo para entrar en forma con la música”. Entre el cielo y la tierra (de Skay) abre paso al ritual en el que Chuka saluda a la multitud presente en cada uno de los concurrentes. Egoísta, posesivo, obsesivo y apasionado el sentimiento amoroso que también es re-creador, de un día al siguiente muda las maneras y se vuelve a alojar en nosotros en clave tan precisa pero tan frágil que cuando sucede es mejor que no hables de tu amor, porque se escapa con tu aliento.
“Para venderlo formal diríamos que esto es como una jam de música en la que yo busco ingresar en el ritmo, es un ritual cuya propuesta es ponernos en papel de aventureros del instante y que recorramos todas las perspectivas de un mismo sentimiento. Si dijésemos que son seis los rostros posibles, con aproximarme a cuatro, por lo menos yo ya estoy”, sopla Chuca junto con una bocanada cigarrera un rato antes de empezar. Durante casi 40 minutos transcurre el primer acto, break. “Money”, de Pink Floyd. El gemelo Lucas Fornillo apenas espía una partitura pues se pierde de memoria en el mástil de su instrumento estilo E 335 (de esas guitarras grandes como la de B.B. King) y no necesita más que el canal limpio mientras Martín Testoni no dejó nunca de inventar solos a partir del silencio.
Alain Badiou fue donde más veces se encontró el poeta para agregar fundamentos a su defensa (y también a sus embates). Oscar Wilde y aquello de que es a la vida y no al artista ni al público lo que el arte refleja a través del lenguaje que se refriega y llena cavidades e invita a erotizarse como Roland Barthes se animó a sugerir. Máscaras que espejo es el libro en curso de Chiuchquievich, un hacedor de radio que se forjó en el oficio de escritor oral y cuya publicación se dilata a medida que no cesan de incrementar sus “cuatro estaciones” que no sólo hablan de amor, también de fútbol, de “política o peronismo” pero también de él, de mí y de todas nuestras multitudes.

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La llama inicial del pop

Alumbrar presenta su disco debut, Hogueras, en La Moreno.


La banda pop Alumbrar presentará su disco debut Hogueras el 1º de noviembre a las 21.00 en el Centro Cultural La Moreno (Marcial Candioti 3341) Las anticipadas a $70 pueden conseguirse en El Arca del Sur (Irigoyen Freyre 2935) y en Cablevideo (Marcial Candioti casi Balcarce).
Agustín Rodríguez es el fundador de la banda, que comienza a rodar por los escenarios.

La banda local transita un pop rock marcado por el artesanal trabajo de arreglos en cada uno de sus temas.  En el show, además de las canciones que componen el álbum, se podrá disfrutar de nuevas composiciones y algunas versiones de clásicos de Charly García, Miguel Abuelo y Luis Alberto Spinetta. Agustín Rodriguez, integrante fundador, nos cuenta su historia y adelanta cómo será el recital.
“Alumbrar nace como un proyecto personal. Había estado en otros grupos pero quería tocar mis canciones junto con versiones acústicas de rock nacional. Organicé un recital en El Solar de las Artes e invité a algunos conocidos para que me acompañen. Se sumaron Carlos Minella, Josela Garcilazo, Patricia Hein, Rubén Paolantonio y Nahuel Ramallo: varios amigos tocando distintos instrumentos. Ahí quedó armada la primera formación en la que estábamos Minella (guitarra nylon y percusión), Garcilazo (coros) y yo (guitarra acústica, bajo y voz) Expresábamos la idea de grupo más sutilmente. Con ese trío grabamos un demo de seis canciones que se editó en el 2011. Después los músicos fueron cambiando. Los miembros actuales son Ramiro Viale en guitarra, Germán Bastian en bajo, Fernando Piedrabuena en batería y yo en guitarra y voz. Es un formato eléctrico pero que toma elementos de la etapa anterior, estamos en transición”.
—¿Cómo llegan a la grabación de Hogueras?
—Después del demo el grupo tuvo muchas transformaciones. Sentí que teníamos que registrar un disco que represente lo que estamos haciendo ahora. El proceso llevó casi un año. Hicimos la pre-producción en mi casa. Ahí armamos las maquetas, terminamos de definir los arreglos y le dimos los retoques compositivos finales a los temas. A principios de este año comenzamos la grabación en el estudio El Pote, a cargo de Luciano Luggren. Fue un largo y lindo proceso. Me encanta el estudio, porque ahí terminás de precisar la sonoridad del grupo y las sensaciones que querés transmitir. También te ayuda a cerrar el concepto, cuestión que me planteo constantemente. Creo que venimos a proponer algo que no he escuchado en Santa Fe. Aportamos musicalidad en la sutileza, el detalle y en la estética elaborada dentro de la canción.
—¿Cómo se están preparando para la fecha presentación en La Moreno?
—Venimos ensayando a full, puliendo todo. Por otro lado, quiero plantear una propuesta escénica que vaya más allá de nosotros tocando. Mi primera idea fue hacer una buena iluminación con alguien que conozca las canciones y que se integre al grupo. Entonces me recomendaron a Aldana Mestre, que trabaja con proyecciones visuales. Es una artista espectacular, no sólo en su propuesta estética, sino en todas las ideas que maneja. Estamos trabajando las imágenes para cada canción, armó un concepto del show. A su vez, buscó la particularidad de cada tema. Está haciendo un laburo espectacular. Eso va a acompañar de forma clave la puesta musical.
—¿Qué se viene luego del  1º de noviembre?
—Después de la presentación vamos a participar de un festival de rock que se está organizando en Sunchales. A principios del 2015 tocaremos en Rock por El Puente. Esperamos presentar el disco en cualquier lugar que se pueda.

Ficha técnica

Hogueras. Alumbrar (2014)

Agustín Rodriguez (voz y guitarra), Ramiro Viale (guitarra y coros), Germán Bastian (bajo) y Abel Homer (batería y percusión).

Grabado y mezclado en el estudio “El Pote” (Santa Fe). Ingeniero de grabación y mezcla: Luciano Luggren. Masterizado en “Puro Mastering” (Florida, provincia de Buenos Aires). Ingeniero de mastering: Lucas Gómez.

Todos los temas compuestos por Agustín Rodriguez, excepto: “Gente demente” por Maximiliano Pez,  Santiago Albornoz y Agustín Rodríguez, “Andar” por Maximiliano Pez y Agustín Rodríguez, “En remolinos” por Gustavo Cerati.

Producido por Agustín Rodríguez.

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lunes, 27 de octubre de 2014

Jardines: una apuesta al futuro

La atención a la primera infancia se volvió prioritaria para el estado municipal que, en dos años, inauguró 12 jardines públicos en los barrios más vulnerables de la ciudad.


“Nosotros estamos convencidos de que la educación es la herramienta más efectiva para garantizar la igualdad de oportunidades”, arranca diciendo la Secretaría de Educación de la Ciudad, Rossana Ingaramo, respecto de los orígenes del Sistema de Educación Inicial a través del cual se crearon 12  Jardines Municipales que asisten a más de 1.000 niños y niñas desde los 45 días de vida hasta los 3 años.
—¿De dónde surge la idea?
—Estábamos pensando en una política social destinada a la primera infancia pero que tenía que ser muy diferente a lo que se había hecho a lo largo de los años y de los diferentes gobiernos, donde hubo ciertas acciones focalizadas en este grupo pero que generalmente no pasaban de ser programas provenientes de Desarrollo Social o Acción Comunitaria; programas que solían empezar y terminar, que en muchos casos duraban en función del financiamiento y siempre enfocados desde una perspectiva de la asistencia, con edificios muy deslucidos, que no han podido dar soluciones pensando en la raíz de las problemáticas.
Los nuevos jardines se yerguen como referencias de contención y educación en los barrios.

Y la raíz de todo parece estar en la niñez. Atender a los pequeños en sus primeros días de vida, propiciando ambientes sanos y prácticas saludables, es vital para su desarrollo. “Si bien cuando uno se pone metas educativas sabe que no va a resolver los problemas ni hoy ni mañana ni pasado, entendemos que es ahí donde está la cuestión”, dice Ingaramo. De este convencimiento se originaron los Jardines Municipales, una propuesta que atiende a niños y niñas de entre 45 días y 3 años, que se encuentran enclavados en las zonas de la ciudad que presentan mayor vulnerabilidad socio-económica, como Pro mejoras Barranquitas, Villa Hipódromo, San Agustín, El Abasto, Varadero Sarsotti, Roca, Facundo Zuviría, La Guardia, San Lorenzo y Barranquitas Sur. “Construimos 10 jardines totalmente nuevos e incorporamos al sistema otros dos que ya existían, los de San Lorenzo y La Guardia, mejorando las condiciones en las que se encontraban. Son 12 en total, incluyendo el de Coronel Dorrego que se está terminando. También, hace casi un mes, licitamos uno más en el barrio Las Flores y tenemos en agenda la construcción de un jardín en Santa Rosa de Lima y otro en Alto Verde, donde. Queremos consolidar este sistema y garantizarles a estos pequeños un servicio educativo de calidad que además vamos atravesando con otras políticas, como las relacionadas con la salud y el mejoramiento de las condiciones de empleabilidad de las mamás”.
—¿Cómo es ese trabajo con las familias?
—Cuando hacemos el registro de nuestros alumnos obtenemos la información de que el 98% de los adultos a cargo de estos niños y niñas son mujeres, que más del 70% de ese total  de mujeres tenían entre 15 y 24 años, y que más de la mitad no tenía la escuela secundaria completa ni trabajaba. Eso para nosotros fue un insumo para generar una política de trabajo con estas mujeres y por eso creamos el Programa de Fortalecimiento de la Empleabilidad, que tiene que ver con esta cuestión de ir formándolas y capacitándolas en algún saber hacer y, mientras tanto, con el Área Mujer, la psicóloga y todo el equipo, trabajando con ellas sobre su autoestima, la violencia, apuntando al empoderamiento como mujeres.
De este programa, del que participan madres, tías y abuelas de los pequeños que concurren a los jardines, ya surgió una cooperativa de trabajo que es la que provee al municipio de remeras, delantales, uniformes y morrales, entre otras cosas. “Esta cooperativa se llama ‘Historias con hilos’, porque ellas dicen que fue el espacio donde pudieron llorar, contar, decir, compartir, un lugar de contención y de puesta en valor de su condición como mujer”, comenta Ingaramo.

Nutrición y educación
Un sistema educativo y pedagógico serio, moderno y de calidad, no puede descuidar un aspecto primordial que hace al desarrollo de los pequeños y sin el cual todos los esfuerzos educativos caen por tierra, porque un niño que no recibió los nutrientes que su cerebro necesitaba para formarse correctamente durante los dos primeros años desde su nacimiento, tendrá secuelas para el resto de la vida.
—¿Cómo se atiende la cuestión alimentaria de los niños?
—La cuestión nutricional es un eje nodal para nosotros. Los niños en el jardín comen frutas y toman la leche, logramos incorporar la fruta en su alimentación y en la de sus familias, porque era un alimento que no consumían. Además los viernes les entregamos a las familias frutas para que los niños sigan consumiendo los días que no vienen al jardín, que es una forma también de meter este alimento en las casas para que comience a ser parte de la dieta alimentaria de las familias.
Para llevar adelante esta política de alimentación en los jardines, y de atención a los pequeños en general, el municipio creó un sistema de padrinos al que se han sumando muchas empresas de la ciudad. “Apelando a la responsabilidad social del sector privado logramos el suministro de diferentes cosas, por ejemplo el Mercado de Abasto nos provee de frutas; la heladería Grido nos dona la leche, el cacao y el azúcar; el Colegio de Farmacéuticos nos dona los elementos para el botiquín; el Walmart los pañales y el óleo calcareo, entre otras cosas”.

Capacitación docente
Una parte importante dentro de cualquier proyecto educativo que se plantee un estado, ya sea nacional, provincial o municipal, es la preparación de sus docentes. En este sentido, cuando el Sistema de Educación Inicial Municipal comenzó a ser una realidad, se realizó una amplia convocatoria a la que se presentaron más de 400 docentes aspirantes, quienes tuvieron que pasar por un riguroso sistema de evaluación y por diversas capacitaciones. “Nosotros queremos que las docentes de este sistema sean las mejor preparadas, por eso hicimos un convenio con la Universidad Nacional del Litoral, con la Facultad de Humanidades y Ciencias, y diseñamos de manera conjunta una licenciatura, para completar los títulos obtenidos por las docentes en los terciarios y convertirlos en universitarios. La carrera se llama Licenciatura en Educación en Primeras Infancias, en 2012 arrancó la primera cohorte, ahora ya tenemos tres, y nuestras docentes tienen la obligación de hacer esa licenciatura. A fin de año tendremos las primeras graduadas y ya estamos pensando en cómo continuar con su formación, armando posgrados, maestrías o doctorados”.

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Trata y tráfico: de esto sí se habla

Más de 500 personas en el 5º Congreso Nacional Argentina Contra la Trata de Personas.

El 5º Congreso Nacional Argentina y 3º del MERCOSUR-Cono Sur contra la Trata y el Tráfico de Personas reunió en Santa Fe a más de 500 personas, que se propusieron abordar esta compleja problemática desde distintas facetas. La insistencia de las organizaciones sociales en dejar de mirar para otro lado, la urgencia de políticas públicas de asistencia a la víctima y las matrices culturales que posibilitan la esclavitud del siglo XXI fueron ejes de debate.
Uno de los ejes presentes en todos los debates fueron las matrices culturales que posibilitan la explotación de mujeres para la prostitución. Foto: Pablo Bertoldi

Hay un contexto cultural que permite que repitamos y naturalicemos que la prostitución es el oficio más antiguo del mundo y que no cuestionemos la forma extrema de violencia que implica que una persona sea explotada por otra. La trata de personas, con fines de explotación sexual y/o laboral, es la forma de violencia más instalada en nuestra sociedad. La esclavitud del siglo XXI.
La trata se ha instalado en las agendas de los países de la región debido al intenso trabajo de las organizaciones sociales, que a través de denuncias, de exposición de casos puntuales en los medios masivos y de múltiples actividades de sensibilización, empiezan ser escuchadas. Gran parte de los mecanismos e instrumentos para la lucha contra la trata que han construido los Estados surgen de la presión que ejercen las organizaciones a través de sus acciones territoriales y de incidencia política. El tema adquiere necesariamente una dimensión internacional y regional, por la naturaleza misma del delito.
Sin embargo, la trata de personas no es solamente un delito. Urge pensar, reflexionar, desarticular una serie de mecanismos culturales, políticos, económicos, que posibilitan y sostienen este tipo de situaciones de violencia. De allí que el lema del 5º Congreso haya sido “La cultura y la política… territorios de resistencias y disputas’’, contó Mónica Rivero, educadora popular e integrante de Acción Educativa Santa Fe, una de las organizaciones coordinadoras, junto a Vínculos en Red y la Universidad Nacional de Villa María.
El Congreso reunió el 19 y 20 de septiembre, en la Sala Garay, a más de 500 participantes de 14 provincias argentinas y de otros países del Mercosur, con la presencia de destacados panelistas invitados de Latinoamérica y España.
“Tuvimos un doble desafío: pensar en la posibilidad de que el Congreso sea itinerante y, además, ir complejizando la mirada que teníamos sobre el tema, enriquecer la visión con aspectos como el de las matrices culturales, que quedaron planteados en los debates, entender la trata como una problemática social que implica cuestiones culturales y económicas que sostienen esto’’, explicó Carlos Zagni, integrante del equipo organizador.

Dominio patriarcal
Dos sistemas que cimentan la sociedad fueron cuestionados y “desarmados’’ durante el Congreso: el patriarcado y el capitalismo.
Clyde Soto, investigadora social, integrante del Centro de Documentación y Estudio, de Paraguay, se refirió a las “Premisas patriarcales sobre el tráfico y la trata de mujeres con fines de explotación sexual”. Su mirada procura echar luz sobre el contexto ideológico que permite esta forma extrema de violencia hacia la mujer y de violación de sus derechos humanos: “Ciertos núcleos ideológicos, ciertas formas de pensar que están presentes en la vida cotidiana de todas las personas (no sólo de las personas ‘tratadas’) forman parte del mismo sistema que posibilita una clasificación de las mujeres, que permite hacer una estratificación sexual, considerando que algunas deben ser destinadas al trabajo sexual y otras a la ‘vida decente’ (la maternidad, la vida de pareja...). Esa segregación, esa división moral de las mujeres entre putas y santas, entre mujeres para la vida fácil y mujeres para la vida organizada u ordenada –según las premisas patriarcales–, sostienen este sistema y son la base de la violencia extrema’’.
“Las mujeres también crecemos y vivimos con el permanente temor a ser consideradas putas”, continúa Soto. “Y la puta es la mujer que se apropia del deseo sexual. De allí que considero que luchar contra la trata implica limitar el poder ilimitado de las redes trasnacionales, de quienes se apropian de las mujeres y las esclavizan. Pero, al mismo tiempo, luchar en contra de la vigencia de estas premisas patriarcales, desarmando sus bases ideológicas’’.

El arte habla
El Congreso incorporó, por primera vez, a los lenguajes artísticos, en un doble espacio: asumiendo la palabra y la reflexión en paneles específicos integrados por artistas (músicos, actrices, plásticos); poniendo el cuerpo para encarnar su mirada, a través de obras teatrales, esculturas, pinturas, recitales musicales y otras expresiones.
El artista plástico Mauricio Nizzero, de Buenos Aires, aportó una interesante mirada histórica acerca de la imagen en la historia del arte (roles del varón y de la mujer) y cómo la cultura patriarcal dominante las fue tomando como instrumento de poder: “La imagen en función de dominación: mi preocupación está puesta en la historia del arte y la producción de imágenes pictóricas que van siendo reemplazadas cada vez más por la publicidad. Este lugar de trabajo me permitió hacer un recorrido para ver cómo estaba instalada la figura del hombre y la de la mujer y, a partir de ahí, cómo la publicidad dice y propone mensajes que siguen sosteniendo este principio patriarcal, dominante, masculino, de la fuerza del macho que dice y decide por el otro”.
Nizzero contó que trabaja “en otro formato de masculinidad: pensar la masculinidad desde lo sensible. Yo, como hombre heterosexual, ¿por qué no puedo llorar, por qué no puedo emocionarme, por qué no puedo lagrimear frente a una película, un libro, una poesía?”, se preguntó.
“En estas experiencias de sensibilización creo que logré mejorar mi condición de hombre. Conseguí pensarme desde otra masculinidad: más sensible, a la par de la mujer, construyendo nuevas experiencias”, consideró el artista.
Otra de las dimensiones en las que se planteó la expresión artística es en su poder terapéutico. La actriz Mariel Rosciano protagonizó uno de los momentos más conmovedores del encuentro, con su unipersonal “En el nombre de Raquel”’, una adaptación de la novela “La polaca”, de Mirta Shalom, que cuenta la historia de Raquel Liberman, inmigrante judía que en 1930 denunció una red de proxenetas que operaba en Buenos Aires y Rosario.
“Vine a conversar acerca de cuán potente es la herramienta del arte, sobre todo en la sensibilización de públicos. Y a mí me interesa muchísimo el público joven. La obra muestra las relaciones de poder, de una manera poética, no morbosa, y produce una fuerte identificación en las víctimas. Considero muy importante escuchar a las compañeras que pusieron el cuerpo, que están dando un relato vivo, que nos puede ayudar a reflexionar sin necesidad de ir a los libros”, afirmó Rosciano.

Poder relatar
El relato de las víctimas mereció un lugar especial en el Congreso. Hubo un panel sobre explotación sexual de niños, niñas y adolescentes, merced al aporte de personas que trabajan con chicas y chicos que atraviesan esta situación en diferentes países.
Otro espacio vivencial fue un taller de mapeo colectivo a cargo de estudiantes de los diplomados de Género y Trata que dicta Acción Educativa, junto a la organización Santa Fe en Actividad por los Derechos de las Mujeres, que a partir de repensar la cartografía (qué nos dicen los mapas hoy y cómo son usados por los poderes dominantes), invita a repensar la problemática de la prostitución.
El gran desafío que dejó este Congreso es el de seguir multiplicando, replicando, repensando la temática. “La lucha contra la trata de personas es un camino complejo y sinuoso”, sintetiza Mónica Rivero, “que exige diversidad de intervenciones y multiplicidad de actores, que se puedan poner en diálogos estratégicos, no sólo para la visibilización de la multiplicidad de escenarios donde el delito de trata se ejecuta, sino para ir diseñando estrategias que se puedan ir complementando en orden a la acumulación de poder para la incidencia política’’.

Una cultura del proxeneta
El antropólogo Oscar Montiel (Universidad Nacional Autónoma de México) relevó el modus operandi de un grupo de proxenetas del estado de Tlaxcala, donde diez comunidades tienen la particularidad de producir “padrotes” (proxenetas). “Hay una cultura que enseña a niños y jóvenes a prostituir mujeres”. Esos “saberes” son: ser “bien verbo” (el uso de la palabra), la autocoacción emocional (matar el sentimiento para no sentir culpa por la explotación de la mujer), la “padroterapia” (para que sus víctimas no los abandonen ni denuncien) y “saber moverse” para reclutar mujeres y colocar la “mercancía”.

Informe: equipo de comunicación de Acción Educativa.

Publicada en Pausa #144. Pedí tu ejemplar en estos kioscos de Santa Fe y Santo Tomé.

Deporte y literatura según Scher

El periodista y docente Ariel Scher pasó por la Feria del Libro de Santo Tomé para presentar “Contar el juego”, una obra que conjuga a Fontanarrosa y Cortázar, entre otros.


El periodista y docente Ariel Scher llegó hasta la Feria del Libro de Santo Tomé para Contar el juego. Su nuevo libro refleja el juego de la literatura y el deporte argentino en una selección compuesta por nueve escritores que fueron minuciosamente elegidos y trabajados de manera conjunta con sus hijos, Ezequiel y Julián.
En el auditorio Andrés Roverano, el hijo –Ezequiel– presentó al padre y el padre presentó otro libro, que vendría a ser un nuevo hermano de Fútbol, pasión de multitudes y de elites; La Patria deportista; Wing izquierdo, el enamorado (y otros relatos); La pasión según Valdano; Fútbol en el bar de los sábados y Deporte nacional, dos siglos de historia.
“El juego del deporte y el juego de la literatura trazan un tercer juego que es compartido”, dijo el docente y periodista Ariel Scher. Foto: Carolina Niklison.

Para Scher, volver a Santa Fe no es una cuestión tan simple como venir a presentar un trabajo y regresar a la rutina laboral de Buenos Aires. Para este inquieto buceador del deporte y sus más variados vínculos sociales, nuestra provincia representa recuerdos muy profundos, “en su momento Ceres fue mi lugar en el mundo, ahí pasé muchas vacaciones, porque allá vivían mis abuelos”. Además de tocar esos lazos familiares, también le representa una “enorme pasión por el fútbol”, por encima del resto del país, una pasión que le gusta vivir en las sobremesas. Y con respecto a ese concepto, no dudó en confesar que “las sobremesas de los santafesinos son diferentes a cualquier otras, acá te podes quedar hablando de fútbol hasta cualquier hora de una manera muy interesante”.
Si de Santa Fe hablamos, durante la presentación formal del libro elevó a lo más alto del podio literario al poeta, periodista y militante santafesino Francisco “Paco” Urondo. Luego de las honrosas palabras para con el autor de La patria fusilada, de la misma manera se mostró orgulloso de volver a pisar la provincia de José Pedroni, recordando segundos más tarde las muestras de afecto entre el escritor y el Club Ciclista Esperancino. Y Scher apuntó al corazón de los amantes del ciclismo con solo mencionar el poema “La bicicleta con alas”.

Hay juego en las letras
Cuando el lector abre el libro se encuentra con un enorme trabajo de investigación y años de experiencia del periodista.
En cada página se pueden encontrar los escritos, las vidas y hasta esas costumbres cotidianas que muestran a nueve escritores como tipos comunes, apasionados por algún deporte, como cualquier hijo de vecino. Contar el juego es un viaje a vidas y obras ajenas que, con un lenguaje claro, nos espejan. En esta oportunidad el autor reúne una serie de biografías de escritores argentinos enfocadas en su relación con el deporte, y Scher manda a la cancha de las letras a nueve jugadores de calidad: Eduardo Sacheri, Haroldo Conti, Julio Cortázar, Osvaldo Soriano, Roberto Fontanarrosa, Juan Sasturain, Adolfo Bioy Casares, Rodolfo Araceli y Martín Caparrós.
Durante la presentación, el docente y periodista destacó que “el juego del deporte y el juego de la literatura trazan un tercer juego que es compartido”. Además, señaló “que el deporte aparezca tanto en la literatura tiene que ver con todas las cosas que están en juego en un acontecimiento deportivo, tanto a nivel individual como colectivo” y dijo que “en el deporte dan vuelta siempre identidades, pertenencias, historias culturales”.

El inicio y más
Scher –o los Scher, padre e hijo– plantearon en la charla, y también lo hacen en las 262 páginas atrapantes del libro, que hay diversas vías para investigar sobre las relaciones existentes entre el deporte y la literatura. Y sobre esas “relaciones”, apenas hace falta indagar en otros trabajos realizados por el periodista, como La patria deportista y Deporte nacional, dos siglos de historia. Subraya en cada entrevista (también lo hizo con Pausa) que esos lazos “provienen desde los años de Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento”. Y como buen investigador, no dejó de remarcar un dato de profundo valor histórico en esta materia, al informar que fue un santiagueño, Bernardo Canal Feijóo, el que escribió el primer texto poético de la literatura nacional que se preocupó por unir dos series culturales tan disímiles entre sí, la poesía y el fútbol. “El hombre nacido en Santiago del Estero difundió el poema ‘Córner’  en 1924”.
Y en esta hermosa aventura de navegar por los orígenes de una relación que parecía inviable hace medio siglo atrás, Scher comienza su última obra literaria con una pregunta: “¿Cúal es la primera página, la primera de todas las páginas de la historia de la literatura argentina en las que, de una manera o de otra, juega el deporte?”. Y el autor desparrama opciones, que van desde los diálogos futboleros entre Roberto Fontanarrosa y Osvaldo Soriano, pasando por Roberto Santoro y su enorme trabajo de investigación realizado en los comienzos de los años setenta (1971) con su Literatura de la pelota, o por los cuentos con ajedrez de un ajedrecista como Rodolfo Walsh y el ajedrez que juega el prócer Juan José Castelli bajo las luces de Andrés Rivera, hasta el párrafo en el que Manuel Puig habla de Moreno, de Labruna y de Loustau. “La primera página puede ser cualquiera de esas o Roberto Arlt, compartiendo sus deslumbramientos inaugurales en un estadio o argumentando que la gramática se parece mucho al boxeo y que un libro sólo vale la pena si se tiene la contundencia de un cross a la mandíbula”.
Indudablemente, para los que gustan de este género, Contar el juego es disfrutar de esa fantástica técnica de un boxeador, en el que uno queda maravillado cuando entra ese perfecto cross a la mandíbula.

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Carne, pecado y plumas


¡Apostasía Ya!
Todo el mundo sabe la misma verdad. Y nuestras vidas se componen de cómo distorsionarlas.
Podemos transitarlas de manera más o menos agradable, con más o menos amigos, con bebidas de dudosa calidad o de mejor marca.  Podemos ser más o menos amplios, podemos ser más o menos conservadores. Podemos encontrarnos en mutaciones permanentes, incluso sentirnos extrañados por cómo las cosas suceden. Podemos ser más o menos místicos… Ahora, que unos señores de vestido largo luego de tanto tiempo sigan con una narrativa anacrónica me tiene un poquito cansado. La idea de que la única manera de perdonar a alguien es tener un chivo expiatorio, que encima es su propio hijo torturado y asesinado porque no hay otra manera de perdonar que no sea mediante el dolor y la culpa, es por lo menos una invitación a la reflexión. Sirva como ejemplo en los Midachi el Chino Volpato.
La idea de que no puede haber perdón sin derramamiento de sangre, sin castigo, es básicamente una idea antigua y horrible.
En el caso particular de la doctrina del pecado original se supone que debió ser cometido por Adán que, como sabemos, nunca existió. Por lo cual esa hermosa institución que ahora gerencia un argentino retransmite la absurda idea de que Jesús, el chivo expiatorio, fue sacrificado por el pecado de un antepasado inexistente.  Es todo tan inverosímil como pensar que las hamburguesas de Mc Donald’s contengan carne. Pero, al menos, el payaso esta feliz y no sangra.
Si esta gente solo se quedara los domingos y no intentaran llevar sus rosarios a otras vidas, todo bien. Pero no, pueden incidir en leyes provinciales que hablen de la promoción y protección de la mujer en conflicto con su embarazo, en donde hay una hermosa definición: “Entiendase por ‘mujer en conflicto con su embarazo’ a toda mujer embarazada que por cualquier causa sufra un disturbio emocional o cualquier tipo de violencia, que pudiera poner en peligro la salud o vida de ella o su hija o hijo, nacido o no, ya sea porque su embarazo no fue planificado, fue originado con violencia o por violación o existan enfermedades que se agraven o dificulten su tratamiento. La protección se dará con absoluta independencia de la causa que haya dado origen al conflicto”. Una verdadera maravilla de dios.
¿Qué hacer?
Ya lo dijo Flavio Mendoza, más allá de la prosa, la vida esta hecha a imagen y semejanza de Stravaganza.

(*) Minutos antes de pasar a la clandestinidad con culpa por no haberle dado un autógrafo al Licenciado Ramiro.

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jueves, 23 de octubre de 2014

No cicatrizan

Gustavo Angelini regresó con clásicos de Carneviva y temas de su etapa en Patada de Elefante. Glorioso.

Por Marcelo Przylucki

En lo que va del año fueron esporádicas las oportunidades en las que referentes (o acaso podría decirse “históricos”) del rock santafesino han podido renovar su condición de tales: apenas una presentación de lo nuevo de Virgem, la retirada progresiva de Cabezones, la intermitencia de Experimento Negro, Astro Bonzo, Butumbaba, Mambonegro, entre tantos otros que califican en esta enumeración, no obstante, ha posibilitado quizás la llegada de bandas emergentes a las portadas de los medios locales.
Con una super banda comandada por el guitar hero “Matt Hungo” Deicas, Gustavo Angelini volvió a deleitar a sus fans. Foto: Olivia Gutiérrez.

Muchos grandes proyectos, quizás debido al azar, no han podido trascender un paso más allá para consolidarse a escalas regionales mayores. Pero sostienen acompañamiento y mucho público cuando retornan. Obviamente, la mística también foguea. Gustavo Angelini es un héroe de un tiempo en el que el arte no tenía un impulso como el actual, ni el número ni la variedad de bandas de hoy. Su arrojo e indecoro hicieron de guía para todo lo que vino después. Y así lo hicieron notar todos los músicos que lo acompañaron en su nuevo retorno a las tablas.
Próximas las once de la noche del sábado 18 de octubre, la “Colo” Silvana Montemurri intervino el escenario del Molino Marconetti, escoba en mano, haciendo defensa del bolero en perjuicio del rock: “Es gente rara la del rock… ¡hay uno ahí que tiene violencia de género con la batería!”, lo que fue pie para que el “Mono” Javier Farelli (La Cruda, Astro Bonzo) se siente a patear el bombo. Detrás suyo, Franco Bongioanni (Emparche, Barro), Cristian “Matt Hungo” Deicas (Astro Bonzo, La Cruda, La Moto) y Emiliano Yellati (Carneviva, Patada de Elefante) se colgaron guitarras y bajo, que no sonaron antes de que Tavo subiera, camisa blanca, pantalón de cuerina negro, a invocar que “la música la trae la gente”.
“Nunca te olvidaré” fue la primera canción de la noche, una de las nuevas (más estilo Patada que Carneviva) en las que el cantante deja entrever algo que confesó previamente al show acerca de cierta distancia con la música: “Tengo mucho que dar, no me lo quiero quedar”, es evidencia convincente de ello. Inmediatamente después, Deicas dejó latir el riff del primer clásico de Carneviva, “Necesitaba estar”. Segundo tema y el pogo y la anarquía facial de Angelini ya estaban desatadas. “Biotecnología”, de Rock Paquidermo (2007), como para dar cuenta y anuncio de lo que sería la lista de 24 canciones: un repaso de los clásicos desde En carne viva hasta Hígado de bronce, deteniéndose en el disco solitario de Patada de Elefante y también presentando cuatro canciones nuevas, cada una más potente que la anterior.
“Rosa Cuveé” fue motivo para la segunda invitada de la noche: Valeska Olesak (Azur), que también volvió en “Alimenten a los monos” y en “Pura droga”. Tristán Ulla (La Cruda, Sonen), Tato Pastor (Nitroplan) y el incombustible “Negro” Rodrigo González (La Cruda, Experimento Negro) para hacer “Eléctricodoméstico” (con un amago de “Cruce hormonal”) y una vuelta de la “Colo” contagiada por el rock fueron las visitas que aportaron lo suyo para que el show sea explosivo, dinámico y olvidadizo de la sugerencia de su título, pues lo doméstico quedó pendiente.
“Aún no vine”, “No creo en morir” y las sienes de cientos de fans (de la vieja y de las nuevas generaciones), latiendo a pura cerveza y rock, pidieron una prórroga que no llegó. Al Tavo Angelini verdaderamente se le debe devoción cultual, pues se ha inventado y reinventado con distintas formaciones, en géneros como el rock progresivo, el blues, el rocanrol y la enumeración se difumina, a medida que vamos recuperando cada experimento vocal del barítono que no parece querer dejar a su público cicatrizar.

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Palanganas

La calle, por José Luis Pagés


A vuelta de esquina –me esperaba desde la mañana del jueves–, me asaltó con sus ofertas el vendedor de palanganas. Hace un mes que me persigue y aturde con el megáfono. Iba yo adelante y él detrás cuando advertí que la señora de los reflejos y el escribano Del Pulgar discutían acaloradamente. Me detuve y el acoso del palanganero cesó en el acto. La señora, mi vecina, y el viejo escribano debatían la conveniencia de pedir una ambulancia o llamar a un policía. “¡La Policía! ¡Policía!”, gritaba ella. Un tipito –saco, corbata y nariz de payaso–, yacía en el umbral. “¡Que saquen de mi casa a este degenerado!” gritaba la iluminada, con los cabellos alborotados. “¡Lindo perrito!”, dijo el palanganero. La señora tomó el halago como una amenaza y apretó el pichicho contra el pecho. “¿Y usted qué opina, la hormiga orina?”, me preguntó el escribano. “Una ambulancia”, sugerí. “Sí, que alguien lo lleve y lo tire al río”, dijo el del megáfono, con un brillo maligno en los ojos porcinos. No se ponían de acuerdo y yo no tenía teléfono. Seguí camino, hice compras en la granjita y cuando me iba señalé el cajón de mandarinas. “¿Están buenas?”, “Sí. Lleve tranquilo. Son del árbol”. Al regresar, no encontré al vendedor de palanganas, pero sí a otro que ofrecía plumeros. Sin duda, me están vigilando. Pasé la noche en blanco buscando el sentido oculto de las palabras del verdulero y, por fin, con el sol de la mañana me levanté feliz y apuré el paso en dirección a la granjita. El hombre había querido significar que las frutas no habían pasado por cámara de frío. ¡Ja! Hasta ahí todo bien, pero a vuelta de esquina tropecé con el palanganero, que escapaba con un perrito entre los brazos.

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Quién sabe

Variopinta, por Federico Coutaz

El tipo está apoyado a una pared, es una esquina. Mira a lo largo de la calle, el sol le da en la cara, tiene rulos. Creo que tiene ojos saltones y que es más bien pelirrojo, aunque eso último puede ser un efecto de la luz del atardecer.
Todos los sábados se para ahí, se queda un buen rato, mira al sol, fijo.
Enfrente hay un edificio público con una gran explanada y los sábados es como un desierto.
Lo que no me puedo acordar es el  nombre de la planta, la trajo Marina el otro día. Cada tanto no puedo recordar el nombre de algo, se me borra y me quedo pensando hasta acordarme, no es que piense constantemente, sino cada tanto. A medida que el olvido persiste, las veces en que trato de recordar van disminuyendo aunque sospecho que no abandono nunca, es imposible saberlo.
Extrañamente no tiene cara de loco, su gesto más bien invita a pensar que es extraterrestre. Quién sabe. Lo cierto es que la cuarta o quinta vez que lo vi, crucé la calle, me paré al lado y me apoyé en la misma pared, a una distancia prudente. No se inmutó, yo me quedé un rato. Había discutido con Marina, últimamente discutimos mucho, por cualquier cosa, casi todo el tiempo.
Marina compró la planta porque en el departamento no había. Antes de que ella se mudara conmigo yo tenía dos o tres, pero el gato se encargó de romperlas. La madre de Marina le dijo que esa planta traía mala suerte, pero la trajo igual. Lo cierto es que cuando le propuse que la dejáramos en su escritorio dijo que mejor no, que tenía que rendir en pocos días y que quién sabe…
La tercera vez que me paré a su lado, el tipo se fue. Quizás porque me paré un poco más cerca. No volvió más.
Pasaron varias semanas y todavía no alcanzo a entender cuál es la gracia de pararse ahí. Sin embargo, todos los sábados encuentro una excusa para pasar por esa esquina y pararme hasta que el sol se esconde. Alguna gente me mira, pero por ahora nadie se detiene.
Amaranto se llama, acabo de acordarme. Marina juntó todas sus cosas y se fue. Dejó la planta.



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Estamos todos juntos separándonos

Mil mates, por Fernando Callero

I. Los sueños

Al momento de tomar el avión de regreso
yo me peleo con papá en el embarque,
mamá y S se cortan solos,
mi hermanita sufre
mi hermano suspende el vuelo y se queda.

Los sueños, contarlos. Aprender técnicas de cacería, atrapasueños para tender en esa frontera del despertar, antes de que se esfumen. ¿Cuánto hará que lo soñé? Porque lo percibido, aunque sea de forma fantasmal, ya entra en el rango de las cosas. El Objeto Directo: LO se hace cargo de marcar esa intuición en la gramática. Yo lo soñe ñeeee.
Algunos parecen venir del comienzo de la noche, para aparecer de día ya un poco oreados, curtidos, pero por eso mismo suelen ser los de mejor definición. Otros parecerían que acaban de ocurrir, incluso que han sido interrumpidos por algún fenómeno inmediato, un perro, el calor, el basurero regulando frente a casa.
Titilan todavía esas imágenes, por lo general siluetas difusas o apenas valores de luz que hasta hace unos segundos conformaban una experiencia real, es decir una secuencia ordenada, porque sino no sentiríamos el tirón de un sentido que se borra. Un sentido muy preciado, porque viene con toda la parafernalia adscrita al género. La epifanía, nombre horrible de niña, si los hay. Creo que gracias a dios nadie se llama epifanía. O sea, no los hay. 
Entonces, obrar mecánico y alerta, perder la vista en el vórtice de los artefactos de baño por si se escurren por ahí los datos, sostenerlos sin mirar la pava mientras se carga de agua con el chorro ejecutando el metal de su pancita.

Pero lo mejor es contarlos. Tener a quién contarle el sueño es el sueño de muchos soñadores solitarios. Los solitarios encima suelen soñar más que los cónyuges y los gregarios. Quizás porque el total de las operaciones psíquicas del rango de la intimidad quedan enteramente a su cargo.
Hay unas hormonas que te ponen como un caballo. Y uno es capaz de soñar cualquier cosa. Porque es un hoyo temprano de la muerte la narración que modela la experiencia.
Y el cerebro hace su mímica.

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Taj Mahal

Otro yo mismo, por Mari Hechim

Voy a entrar a palacio y voy a pedir que venga el arquitecto del reino. Le voy a decir: haga un Taj Mahal. Quiero un monumento que emplee veinte mil obreros, que tenga cúpulas, jardines, fuentes, ornamentos de todo tipo. Que todo el mundo pueda contemplarlo y ver en él la magnificencia, la grandeza, la opulencia de este sentimiento. Que todos se asombren y que perdure en el tiempo como una marca de la belleza y la hondura de este desvarío que roe mis entrañas minuto a minuto; de la desesperación.
Pero él no está diciendo esto, no dice nada. Él la está mirando mientras ella dice: no quiero fiesta, no quiero un vals donde los hombres me pasen de brazos en brazos como si estimaran mi valor. Quiero ir de viaje con las chicas del curso.
Él desplaza la mirada hacia el  jardín que se entrevé por la ventana de la cocina, algunos colibríes se atarean libando las dulzuras de las flores de la santa rita fucsia, y luego vuelve a mirarla. Las comisuras de sus labios se estiran hacia los lados y hacia arriba. Ella se ríe: “Estás cada vez más pelado”. Antes de pararse, él despega el brazo derecho que reposa sobre la mesa, mientras levanta el dedo medio que se dirige hacia la nariz de ella, reprime la intención de mojar la yema del dedo con su saliva, pasa menos de un segundo por la punta de esa nariz tan graciosa, se pone de pie, aprisiona las manos en los bolsillos, tirando hacia abajo. Mira de nuevo hacia el jardín. Un par de niños rubios encogen los hombros y pegan saltitos junto a la pileta, como si tuvieran frío.
Oye que ella corre la silla hacia atrás, se para y le da una palmada en el hombro izquierdo. Se mueve hasta mirarlo de frente, todo su pelo castaño cae en olas de seda sobre sus hombros, los ojos con chispas doradas, la piel lisa. “Dale, tío, hablá con tu hermana, plis”.

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Llenos de magia

Después de su multitudinaria participación en Música en el Río, vuelve La Vela Puerca el sábado 25 en el Anfiteatro.

La Vela Puerca vuelve a la ciudad por segunda vez en el año, después de haber tocado ante 70 mil personas, en febrero, en la segunda noche de Música en el Río. El regreso de la banda uruguaya es el sábado 25 de octubre a las 21:30 en el anfiteatro del Parque del Sur (Presidente Illia y San Jerónimo). Las entradas anticipadas pueden conseguirse en la Disqueria Compactos (San Martin 2254).
Después de tocar en agosto en el Luna Park, y hacer una gira por Europa, La Vela Puerca vuelve a la Argentina apostando a sus últimos trabajos: el DVD en vivo Uno para todos –registrado en el Luna Park– y Pasaje Salvo, un EP de 3 canciones editado en junio de 2013 que sigue manteniendo a la banda como una de las mejores del rock uruguayo.
La Vela Puerca nace en diciembre de 1995. El grupo gana el primer premio de un concurso que les permite grabar su disco debut al tiempo que van haciéndose de una base de seguidores gracias al boca a boca y al espíritu abierto de la banda. En el estudio La Cárcel con Carlos Ghiringhelli como ingeniero de grabación y el músico Claudio Taddei como productor artístico, graban su primer disco: Deskarado. Fue editado en 1998 por el sello Obligado y llegó rápidamente al oro. El año se va entre giras por el interior del país, temas sonando en la radio y la llegada del productor Gustavo Santaolalla (Divididos, Café Tacuba, Molotov, Bajofondo) que los invita a firmar para Surco, sello que dirigía y que era filial de Universal Music.
Entre gira y gira componen varias canciones que terminan conformando De bichos y flores. El disco fue grabado en los estudios Panda de Buenos Aires y La Casa de Los Ángeles por Ricardo Troilo y Aníbal Kerpel respectivamente. La producción artística estuvo a cargo de Gustavo Santaolalla. Llegó a las bateas el 1º de octubre de 2001. Un disco en donde el grupo asienta su identidad a base de rock, reggae, ska y le agrega algún toque local y novedoso. De bichos y flores incluye a “José sabía”, “Por la ciudad” y “El profeta”, canciones que hoy en día ocupan un lugar particular en el vivo del grupo. También incluye a “El viejo”, tema que alcanzó a gente de todas las edades y paladares musicales.
En el 2004 ingresan a Del Cielito Records en Buenos Aires para grabar A contraluz. Hay fuerza y agite pero también introspección y reposo. A temas potentes como “Llenos de magia” y “Caldo precoz” se contraponen los más delicados “En el limbo” y “Zafar”, nuevo himno del grupo. Entre los invitados figuran Toto Méndez y sus compadres, el violista Gian Di Piramo, y el violinista Javier Casalla.
El 16 de abril de 2007 se edita en Uruguay y Argentina El Impulso, cuarto disco de la banda, producido por el ex guitarrista del Peyote Asesino y fundador del proyecto Bajofondo, Juan Campodónico. Fue grabado y mezclado por Julio Berta en Estudios Panda de Buenos Aires, IFU de Montevideo y también Casa Blanca de Atlántida, un lugar acondicionado especialmente para la ocasión que les permitió generar un micro-clima inspirador, algo que ya habían hecho en otras instancias de grabación.
El resultado fue un disco que se distancia considerablemente del debut Deskarado para centrarse en canciones de letras más introspectivas, con énfasis en las guitarras, sin perder en melodías, tal como habían deslizado en A contraluz. “Su ración”, “Clones”, “Para no verme más” sirven de muestrario. La banda explota en “Neutro” y “La sin razón” y se regala otro himno con “Colabore” en la que también canta Ossie Garbuyo, líder de Bufón. El disco fue presentado en Uruguay y también en Argentina, donde tocan ante más de 20 mil personas en el estadio de Ferro.
El 2009 tuvo como protagonista casi excluyente al lanzamiento del DVD Normalmente anormal que incluyó material en vivo registrado en Montevideo y Buenos Aires, cinco canciones nuevas y un documental del grupo realizado por Agustín Ferrando que refleja de forma emotiva, entretenida y minuciosa el periplo de la banda en sus 15 años de vida. El DVD fue editado por Mi Semilla, sello creado por el grupo que marca el inicio de un proceso de producción y edición independiente.
En el 2011 publican Piel y hueso, un disco doble. Fue producido por Rodrigo Gómez y editado por Mi Semilla. Incluye 18 canciones con dos perfiles bien marcados donde los opuestos están presentes en música, arte y letras. Uno de los discos, de seis temas, es el remanso de este trabajo. Guitarras acústicas, instrumentación refinada y arreglos viajados hacen de fiel de la balanza del otro disco que es bien eléctrico, guitarrero y guerrero. En esos primeros 12 temas directos, de vientos al palo y melodías que van en zigzag, la banda vuelve marca registrada aquel sonido que comenzaron a pulir en "Llenos de magia". La suma de los dos discos refleja el contraste anímico y deja ver el presente de La Vela Puerca: compacto, prolífico y mutante.
En junio de 2013 editan Pasaje Salvo, un EP de tres canciones que puede ser descargado gratuitamente desde su web oficial. Allí es presentado de la siguiente manera: “los pasajes son calles cortas, a veces atajos en la misma ruta. Esto, que es algo así como un mini disco, representa eso, un desvío que une dos senderos del mismo camino. Pasaje Salvo es entonces, un atajo para llegar adonde siempre buscamos ir con las canciones y que valga la salvedad”
En el 2014 sale Uno para todos, el emotivo concierto grabado durante las tres presentaciones de la banda en el estadio Luna Park de Buenos Aires a fines de agosto de 2013. Sin dudas el mejor registro de la potencia de La Vela y su público. El DVD ya es disco de platino en Uruguay.

Publicada en Pausa #144. Pedí tu ejemplar en estos kioscos de Santa Fe y Santo Tomé.