domingo, 31 de agosto de 2014

Y entonces, ¿para qué está el Enress?

La provincia autorizó importantes aumentos en el agua, ignorando las observaciones del Ente y de las audiencias públicas y las exigencias de mejora para el deficiente servicio.


El gobierno provincial autorizó a ASSA a aplicar aumentos de hasta 30% en 2014, y otro del 10% en 2015. De esta forma, el Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente desoyó, una vez más, la opinión del Ente Regulador de Servicios Sanitarios y volvió a ignorar las opiniones vertidas en las audiencias públicas.
El ministro Ciancio desoyó el dictamen del Enress porque “está cargado de juicios de valor”.

A principios de julio, ASSA pidió una suba del 42%, no acumulativo y distribuido en partes iguales (21%) entre el quinto y el sexto bimestre del corriente año. Una vez recibido el pedido, el Enress llamó a audiencias públicas en Rosario, Santa Fe y Reconquista. Durante las mismas, la oposición al aumento fue la regla. Según la propia exposición de su titular, Sebastián Bonet, el principal motivo para justificar el incremento era la necesidad de cubrir los costos operativos del servicio. En cambio, la exigencia unánime de los asistentes y oradores fue que la suba estuviera condicionada a un plan de obras sustentable y a la colocación de medidores, que el gobierno invirtiera más y, fundamentalmente, que la mala gestión de los recursos de Aguas no recayera en los dos millones de santafesinos que tienen a la empresa como obligada prestadora. 
Ya celebradas las audiencias, el órgano de contralor emitió su dictamen, en el que hizo suyas muchas de las apreciaciones vertidas. “La eficiencia demostrada por la gestión de ASSA no es la óptima, y esta falencia no debería ser soportada por los usuarios con la aplicación de incrementos que vayan más allá de las expectativas razonables de inflación para el año en curso”, dice el texto. También advierte que “los resultados de las audiencias ponen nuevamente en evidencia que el servicio presenta graves problemas de calidad”. Más duramente aún, la resolución del Enress indicó en su parte resolutiva que es “impostergable que la prestadora ejecute las acciones previstas para 2014 en el Plan de Obras e Inversiones 2014-2016, procurando no diferir obras para años subsiguientes”. Además, advirtió que el régimen tarifario vigente fue concebido en 1994, por lo que lo califica de “anacrónico”. Sucede que desde hace 20 años nos cobran el agua por volúmenes “presuntos” de consumo, estimados según el barrio donde habitamos, y la supuesta calidad, superficie cubierta y antigüedad de construcción de nuestras casas. Todo esto, indicó el Enress, “genera distorsiones”.
No obstante, el organismo de contralor consideró “procedente” el pedido de incremento tarifario por parte de ASSA “por cuanto no se puede desconocer el proceso inflacionario que carcome la ecuación económica de todas las empresas”, pero aclarando que el 42% pretendido era excesivo. Así, el Enress avaló, respectivamente,  aumentos del 16 y 10% para los bimestres septiembre-octubre y noviembre-diciembre para los usuarios con medidor, y del 14 y 8% para iguales períodos de los clientes con volumen asignado. Asimismo, otorgó un 10% adicional para toda categoría, pero supeditado a la colocación “continua y sistemática de 20 mil medidores domiciliarios anuales”, que en esta oportunidad achaca al Ministerio conducido por Antonio Ciancio, “ya que anteriormente la empresa no cumplió con su instalación invocando falta de disponibilidad presupuestaria y siendo el Estado provincial, en su carácter de titular del servicio, el responsable último que habilita los recursos”.

La decisión final
Ni las audiencias públicas ni el dictamen del Enress son vinculantes. Ello implica que el ministro Ciancio puede decidir si toma en cuenta o no sus apreciaciones. Sólo cuentan como meras opiniones. Y aquí cabe una aclaración. Aguas Santafesinas es una sociedad anónima del Estado, el cual tiene el 100% de sus acciones. La empresa tiene partida en el presupuesto provincial, asignada al Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente. Al mismo tiempo, hay un organismo que controla a ASSA, el cual es gubernamental y autárquico. Cuando la empresa pide un incremento, la ley indica que el Enress debe evaluarlo, pero ello no es más que una formalidad. Diga lo que diga, la resolución del Ente no es prohibitiva y quien tiene que resolver es, en la práctica, el financista (el Ministerio) de quien está solicitando el aumento (ASSA).
A sabiendas de lo anterior, el gobierno provincial ninguneó las recomendaciones del Enress y habilitó incrementos para los usuarios sin medidores del 15% en el próximo bimestre, y de un 11% adicional para el último período de 2014; como también hizo lo propio para los clientes medidos, a quienes la boleta les llegará con un recargo del 17% entre septiembre y octubre, y con otro 13% más entre noviembre y diciembre. Asimismo, en 2015 las tarifas subirán otro 10% para ambos casos. No habrá exigencias sobre concreción de obras, colocación medidores o mejoramiento de la calidad del servicio. Sólo aumentos.
En declaraciones a La Capital, el ministro Ciancio fue claro: “el dictamen del Enress está cargado de juicios de valor, carece de fundamentos y no tiene en cuenta las inversiones que se están haciendo en toda la provincia”.
En 2010, 2011 y 2013, el titular de la cartera sanitaria ya había mostrado su desprecio por la opinión del Ente (y por lo recabado en las audiencias públicas). Le solicitaron que los incrementos estuvieran supeditados a la realización de obras… lo desoyó. Le pidieron que se colocaran medidores para propender a una justicia tarifaria… lo ignoró. Le exigieron que mejorara la calidad del servicio para conexiones y reparaciones… eso nunca llegó. Sólo autorizó aumentar las facturas de un suministro ya deficiente, e intentó acallar a un organismo cuyos dictámenes vienen pintando una realidad que el Ministerio no parece dispuesto a aceptar.

En Pausa #140, miércoles 27 de agosto de 2014. Pedí tu ejemplar en estos kioscos.

Gente medieval


Estas líneas podrían empezar dedicándole al Sr. Lanato un improperio como el siguiente: “Gordo, ¿por qué no te haces coger por un mamut?”. Pero eso no sería lo correcto. La diversidad llegó a Facebook y Jorge dice la verdad cuando dice lo que piensa: “Vos decís que uno es lo que se siente. Si yo vengo y te digo que yo soy Napoleón y te exijo que digas que nací en Córcega y digo que soy emperador de Francia, ¿vos me tratás como tal?”. Autentica falacia de falsa analogía. ¿Qué tiene que ver el petiso francés con la identidad sexual y las seudopolíticas de integración de la multinacional de letra F? Pero el soberano del cuarto poder siguió, porque la testosterona no tiene limites: “Hablando de los documentos, ¿por qué hay que poner sexo? Vos sos una persona, después, con quién te acostás, es un problema tuyo. Esto que te den el documento de mujer y sos trava. No sos una mina, sos un trava con documento de mina. Yo no te voy a discriminar (para ser completito tendía que haber agregado que tenia un amigo trava) te voy a dar trabajo, pero no sos una mina”, opinó el dogor. Después habló de la Ley de Identidad de Género que permite a las personas cambiar su nombre en el DNI. “Cuando a Flor de la V le dan el documento y dice ‘soy mujer, soy madre’, disculpame: no sos, en todo caso sos padre”. El discurso del converso no tiene ninguna fisura, él es un testigo del discurso imperante. Como testigo, da testimonio, o sea hace una testificación, y deja su testamento. Según dice la etimología de la palabra testigo, tiene raíz en testículo. Cuenta la historia que los ciudadanos romanos, cuando eran llamados ante un tribunal para declarar sobre algún asunto de importancia, reafirmaban la validez de su juramento de decir la verdad llevándose la mano derecha a los genitales; es decir, juraban por su virilidad. De ahí que se dijera que “daban testimonio”, que eran “testigos”. Téngase en cuenta que en muchas épocas de Roma, como luego en otras sociedades durante siglos, la palabra de la mujer no era válida ante un tribunal o lo era mucho menos que la del hombre. Hoy, aparentemente, vivimos en otro tipo de sociedad o al menos lo intentamos, pero siempre el faloparlante va a buscar tener la razón. No es fácil, lo sabemos, es una lucha con uno mismo, con sus pares y con un discurso que nos atraviesa desde que nacemos.

En Pausa #140, miércoles 27 de agosto de 2014. Pedí tu ejemplar en estos kioscos.

Padre de los gritos

Palo Pandolfo, en vivo en el Festival Invernal de la Cerveza.

Por Leonardo Pez
Foto: Leo Abalos

I. La carpa ruge al calor de los presagios: una AM, calor, luces, movimiento. Los cinco hermanos salen a escena. Mariano, Alito, Gerardo y Carlos vienen a cantar las historias de Palo, el mayor de todos. Se iban los 80, cuando un joven y enrulado muchacho gritaba “Tarado y negro” con una voz de ultratumba. Parecía a contramano, de otra galaxia, diferente. Es que en tiempos de la new wave, era más “esperable” o corriente, su canción “Ella vendrá”, obra de una oscuridad incuestionable pero con una impronta hitera que sirvió para que Don Cornelio y la Zona hiciera ruido en el ambiente rockero de la época. Después, vino la década de la canción: la fidelidad hacia una lírica oscura y densa lo arrimó a “visitar” otros géneros como el tango, sin dejar de experimentar nuevas voces y registros desde las llanuras de la bossa, del pop-rock, del reggae. Lo que no puede negarse es que Palo Pandolfo fue siempre un cantor en movimiento, trazando su camino con sangre y tensión, alumbrando desde la contradicción del ser, sabiendo que el amor es la base de la creación, pero que a veces el odio destraba. Después de una incursión hedonista en el “antojo” de la función-intérprete, Roberto volvió al oficio, a la orfebrería de la canción, como dice un amigo. El año pasado editó Esto es un abrazo, junto a sus cuatro hermanos. Esta y otras ofrendas vino a traernos a nuestra calurosa Santa Fe.

II. Cuando venimos al mundo, aprendemos la libertad gritando. El grito es la expresión primera, no racional, autóctona y autodidacta. De alguna manera, nacemos hijos y vamos pariendo acordes, símbolos que requieren una interpretación, damos a luz sonidos inquietantes. Palo Pandolfo, además de cantautor, es “padre de los gritos”. La trayectoria del poeta nacido a mediados de los 60 se desliza permanentemente entre las tensiones de la palabra: como refugio o como incertidumbre. Al trovador que desdobla y desgarra el universo de lo dicho, al Girondo del rock argentino, se le suma el hombre que le canta una balada a sus hijas, y en el medio de ambos sobrevuela el desenfado y la furia del cantante de rock. El recital del viernes  22 fueron 86 minutos (segundos más, segundos menos) de convergencia de estos tres Palo Pandolfo. El repertorio fue un juego bastante equilibrado entre los 80/90 y los 2000, o sea, entre las carreras en banda y como solista. A vuelo de pájaro (como dijera Birabent), podemos hablar de “Tazas de té chino”, el opus romántico “La misma suerte”, “Tanta trampa”, “Dame luz” y la inagotable “Ella vendrá”. Decir que lo que ocurrió entre la una y las 2:56: dieciséis canciones, una zapada sobre la base de Marley y el movimiento de un grupo de contorsionistas vestidas de negro sería un ejercicio injusto de la evocación. La música y la poesía nunca nos perdonarían un desplante así.

III. Sabina, un obrero de la canción, hace tiempo hablaba de romper la canción. Palo Pandolfo, al igual que otros cantautores y agrupaciones nacionales (Bochatón, Moretti, Aloras, Bléfari, Superlasciva, etc.), se mueve en el fangoso terreno que hoy se da en llamar “género-canción”. La propuesta no puede reducirse simplemente a la combinatoria de una “lírica florida” y de una “música-que-conmueva”. El cantautor es alguien que cuenta lo que pasa y lo que le pasa, lo cuenta cantando y gritando, lo dice porque es la única forma de sentirse vivo. Pandolfo asume el dolor del tango, la energía de la Pachamama, la furia del rock y la  alegría del sol, y desde ahí construye/destruye la canción. Decimos que construye porque crea, incorpora y revela. Destruye, sí, cada vez que se rebela (con la otra “b”) y reclama más humanidad y más amor. Porque este poeta oriundo de Buenos Aires sabe que la “rutina caracol” es el mayor peligro, la peor de las alienaciones posibles. Y de ella hay que librarse escribiendo, cantando y gritando como, cuando niños, queremos denunciar el peligro de lo desconocido.

Rock and roll y cervezas

El Festival Invernal de la Cerveza conjugó en sus dos fechas (22 y 23 de agosto) a la buena música con un público ecléctico, que quizá por primera vez abrió sus oídos a las estrellas locales: todo un acierto entonces.
En el predio de la Rural, tres carpas cobijaron a los amantes de la cerveza. A cada lado, la bebida y los puestos de comida; en el centro, las mesas y el escenario. Puntos para destacar: la delicada potencia de la Irish Red de Cerveceros Santafesinos y los choripanes de Paladar Negro Clásico. Quizá resulte pueril resaltar un choripán, pero la calidad de ese chimi fue memorable.
De a poco, los bebedores, concentrados en la tarea, comprendieron que el vaso se puede trasladar para así poder lograr una mejor aproximación al escenario. Las performances de Tristán Ulla –el rocker guitarrero y cantante que fuera fundador de La Cruda– el primer día, y de Particulares Rockin’Orquesta y Los Todopantalla, el segundo día, lograron movilizar a los advenedizos y cosechar merecidas vítores. Los Particulares parecen salidos del serial motoquero Sons of Anarchy. Su rock clásico cobija un espíritu rutero, lleno de calle y cabaret. Y Los Todopantalla inundaron el lugar con su erótica cadencia de brit pop litoraleño. Nico Cota, que cerró la última fecha, hizo explotar las caderas con su neofunk, curtido por su trayectoria junto a toda la familia Spinetta.

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sábado, 30 de agosto de 2014

Fortaleza

Mil mates, por Fernando Callero

Un día uno se levanta en otro mundo. Las cosas del entorno son las mismas. Uno viste su calzoncillo y su camiseta, pero tiró todas las mantas al piso, el aire es dulce y tibio, y el afuera resuena en otra clave –fíjense esta boludez como juega para alegrar mi pluma–: clave de sol.
Hace calor, pía el otro pajarito, no ya el paranoico tero, el conyugal pirincho o la guaranga cotorra, sino el que pía polifónico, cuyo nombre no sé, como el silbato de caña que le traje al Tati de Posadas. Tampoco me acuerdo los indios que lo hacían, no quiero batir “los guaraníes”, porque sinceramente no me acuerdo, pero son unos chifles increíbles de dos cañas de distinta morfología que se soplan de un extremo por un solo tubito que se conecta con los otros dos, y cada uno de esos  tiene un émbolo que se pajea con un palito y surge un acorde de aire cada vez diferente, muy parecido a los chupetines Bola Loca. Mismo principio.
Lauri, Ceci y yo asomados a las cataratas por distintos motivos, silbando lo mismo. La biblioteca completa que compré en una tienda de usados en Puerto Iguazú, que había sido de un hombre que después encontré buscándolo en Facebook porque había firmado prolijamente sus libros: La montaña mágica, La flauta de huesos,  Mansiones verdes, mucha poesía traducida editada por Leviatán, Kafka y su padre, Carlos Correas y Cartas de noviazgo de Kierkegaard traducidas por Carlos Correas. Joyas. Y el chifle.
Pongo Radio Mitre, o mejor dicho ya está puesta, porque mi huevito apenas alcanza un par de sintonías, y me meto a la ducha. Me lavo la cabeza, con los ojos cerrados aparece papá, la radio es papá y yo escuchando radio soy Juan Carlos. Flaco, ejecuto mi costillar como un teclado nervioso, mi padre no hubiese podido mapear su calavera tan fácilmente. Morfologías distintas ejecutando acordes de aire cada vez distintos. Chiflo con papá una canción brasilera. Chiflo con los labios llenos de shampú una zamba de los Tucu Tucu, silbo “Zamba de amor y mar”, cierro la ducha y silbo una canción muy íntima que tengo que googlear, pero la verdad va hacia un lugar desconocido, así que callo, porque prefiero que esa cumbia que silbaba Juan Carlos sea sólo nuestra. Un secreto es algo que siempre estamos a tiempo de construir, como una fortaleza.
En Pausa #140, miércoles 27 de agosto de 2014. Pedí tu ejemplar en estos kioscos.

Nublado

La calle, por José Luis Pagés

Vuelve la hoja y queda con la mirada fija en la ventana. Llueve allá afuera y empieza a oscurecer. Es hora de cerrar las persianas, pero ahí está. Se incorpora, rodea el escritorio y avanza. La imagen retrocede y se disuelve en el agua. Apura el trago, prende un pucho y abre el anotador. Escribe: “Le decían Piojo, tuvo a su bebé en Rosario. Luego, ya no estaba embarazada”.  Arranca la hoja y un bollo cae en el papelero. A veces ella se deja ver entre la niebla o detrás de la vidriera de algún café. Él da una pitada e insiste: “Silvia se llamaba Ana y era norteña…”.
Otra hoja estrujada. Que cayó a fines del 75 cuando estaba embarazada –insisten–, pero cerca de esa fecha él la recuerda con su bebé a cuestas. La última vez que la vio fue cuando los visitó con aquella otra, su relevo en caso de ausencia. Esa persona volvió, pero solo para decir que a la Piojo no la verían más. Que su voz fue la última que se escuchó en la radio de combate y que el hijo, huérfano de padre antes de nacer,  recibiría el avioncito a fricción que ella le compró para esas fiestas. Eso quiere contar ahora, pero nada es seguro y así, más teme al daño que al beneficio de una verdad a medias. Tormenta, relámpago, oscuridad. Entre los fresnos ella se deja ver como quien ha preguntado y espera una respuesta.

En Pausa #140, miércoles 27 de agosto de 2014. Pedí tu ejemplar en estos kioscos.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Cambio de timón en el puerto local

Jaqueado por las acusaciones, Marcelo Vorobiof renunció; lo reemplaza Sebastián Fumis.


La renuncia de Marcelo Vorobiof a la presidencia del Ente Administrador del Puerto de Santa Fe, el 19 agosto, no calmó las aguas del debate político por la gestión de los bienes públicos: lo agitó aún más. En el oficialismo se sintió el cimbronazo: el gobernador Antonio Bonfatti, que había ratificado a Vorobiof en su cargo al asumir, se sacó el fardo de encima y recordó que la designación del –ahora ex– funcionario fue a propuesta de la UCR.
Vorobiof está acusado de adjudicar licitaciones a empresas fantasmas de sus familiares.

El mandatario provincial declaró: “Me enteré de la renuncia por el diario. En su oportunidad, a Marcelo Vorobiof lo propuso el (ex) intendente (Mario) Barletta y las fuerzas vivas de la ciudad. A nosotros nos pareció un buen nombre para llevar adelante la licitación del puerto y por eso lo convalidamos. Ahora hay una denuncia judicial y es tarea de la Justicia”.
En el radicalismo minimizaron el asunto; incluso Barletta dijo, en defensa de Vorobiof, que la causa judicial no es seria y que las acusaciones contra el ex administrador son “habladurías”. Una semana después de la salida de Vorobiof, el lunes 25, el gobernador firmó el decreto 2.815 para designar a Sebastián Fumis como representante de la provincia ante el Consejo Directivo del Ente Administrador del Puerto de Santa Fe.
Fumis es contador público nacional y hasta su llegada al puerto se desempeñaba como subsecretario de Industria y Comercio de la Municipalidad, número dos del secretario de la Producción Pablo Tabares, gestor del proyecto de cocheras semisoterradas en el Parque Alberdi. La designación de Fumis cuenta con el acuerdo del intendente José Corral.

En la Justicia
Vorobiof se fue del ente jaqueado por las causas judiciales. Con buena llegada al radicalismo de la ciudad, fue designado por Hermes Binner en 2010. La investigación judicial en su contra por administración infiel y contrataciones irregulares, entre otros cargos, lo había puesto en la mira de la oposición, que se esfuerza desde 2007 por encontrar algún caso de corrupción que eche por tierra el discurso de calidad institucional y transparencia que pregona el Frente Progresista.
Más allá de su salida de la función pública, la Justicia lo sigue investigando por la presunta comisión de siete delitos. Las dos primeras veces que el juez Jorge Pegassano lo citó a indagatoria (viernes 15 y viernes 22 de agosto) Vorobiof logró, a través de su abogado Roberto Busser, postergar su declaración. En el medio, presentó su renuncia, que Bonfatti aceptó rápidamente. (*)
Primera reunión entre el ministro de Aguas y Servicios Públicos, Antonio Ciancio, y el nuevo administrador del puerto, Sebastián Fumis (en la foto, a la derecha).

Hay dos informes de la titular de la Sindicatura General de la provincia, Carina Aragona (uno del 4 de junio de 2012 y otro del 25 de junio de 2013) que el fiscal Jorge Andrés incorporó como pruebas en la causa. “El gobierno no realizó ninguna auditoria”, desmintió Bonfatti. “No corresponde porque, al ser un ente público no estatal, no corresponde la intervención del Tribunal de Cuentas ni de la Sindicatura General de la provincia”. Antes las repreguntas, el gobernador se limitó a responder: “En la Argentina prima la inocencia hasta que no se demuestre lo contrario”.

El poder inmobiliario
Vorobiof se fue del puerto, pero en sus cuatro años de gestión puso en marcha una serie de negociaciones que favorecieron al poder inmobiliario concentrado: entre ellas, la construcción del fastuoso complejo Puerto Amarras y la reurbanización de los terrenos hasta hace poco abandonados.
El uso de las tierras públicas del puerto por parte de privados, en condiciones ventajosas, no es una excepción sino un modo de gestionar la ciudad. Las cocheras en Parque Alberdi y Plaza San Martín, los desalojos de vecinos del noreste de la ciudad –barriadas humildes ubicadas, como el puerto, en un sitio privilegiado por su contacto con la laguna–, el intento de desalojo del Centro Cultural El Birri, la “política de relocalización” dirigida a los habitantes de la Vuelta del Paraguayo: hay una línea que conecta los hechos y define un estilo.
No obstante, no fue el llamado “master plan” que ejecutó Vorobiof lo que lo puso en la picota. El “master plan” que comenzó a ejecutar el justicialismo y que se aceleró con el cambio político de 2007 –de hecho, recién en 2008 se inauguraron el casino, el hotel y el shopping– nunca se puso en debate, salvo en espacios con poca incidencia en la política real como los que estudiaron y rechazaron el proyecto de traslado del puerto. No fue ese proyecto el que le costó el puesto a Vorobiof, sino la forma en que manejó los negocios que tuvo a su cargo –pequeños en comparación a la millonaria inversión que demandará el nuevo puerto– mientras dirigió el ente.
La actuación de la Justicia comenzó a partir de una denuncia presentada por Victoria Lascurain, ex gerenta administrativa y financiera del ente. La mujer declaró que recibió amenazas telefónicas por varios meses desde un número desconocido: “Esa denuncia cayó en la Oficina NN porque yo no tenía a quién denunciar. Entonces la Oficina NN hace una investigación y de esa actuación surge que ése número de teléfono llamaba solamente a dos números: al mío y al de Marcelo Vorobiof”.
Lascurain dio precisiones sobre la conformación de Rumbo Portuario, una empresa fantasma que fue allanada por la Justicia y cuyo administrador era Sergio Vázquez, yerno de Vorobiof. La firma nació a fines de 2011 y dejó de funcionar a mediados de 2012. En esos seis meses le facturó cerca de dos millones de pesos al puerto a través de distintas obras que le fueron adjudicadas por Vorobiof. (**)

(*) La tercera es la vencida: finalmente, el viernes 29 de agosto Vorobiof se presentó a declarar ante el juez Pegassano.
(**) El lunes 1º de septiembre el juez Pegassano procesó a Vorobiof por los cargos de peculado y negociación incompatible con la función pública.

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Tayavek, el nombre de Santa Fe

Casi sobre la chicharra, el pivot clavó la canasta más importante de su vida: el Mundial.


Desde hace algunos años Leandro Butarazzi es el periodista que más sabe de básquet en nuestra ciudad. Sabe del juego, sabe de estadísticas (datos sustanciales para este deporte), maneja información de primera mano, sabe de la NBA, del básquet europeo, de la Liga Nacional, del TNA, Liga B, selecciones formativas de nuestra provincia y obviamente de nuestra Asociación Santafesina. Sabe porque su querido “viejo” le transmitió la pasión por la americana desde pequeño, porque cuando jugaba también leía a los que más sabían del deporte; sabe porque abandonó el juego adentro de la cancha y lo abrazó más fuerte afuera. Sabe porque es de esos tanos de la vieja guardia, apasionado por lo que hace y responsable como pocos en este oficio del periodismo. Sabe tanto, que si no lo sabe dice “no sé, pero te lo averiguo”. Y además, es un buen tipo.   
¿Lo tenían al Taya? De Santa Rosa de Lima al Mundial de España, el pivot va por su chance.

Fuimos a buscar a este fenómeno para que nos cuente quién es Tayavek Gallizzi, el pibe de nuestra ciudad que jugará el Mundial de España, que comienza este sábado 30 de agosto.
El pasado lunes 11, luego del último encuentro amistoso en suelo argentino (Bahía Blanca), el DT de la selección nacional, Julio Lamas, hizo pública la lista definitiva de los 12 jugadores que representarán al básquet de nuestro país en el Mundial 2014. La decisión del entrenador fue darle de baja al escolta Nicolás Richotti (Iberostar Tenerife de España), y al alero Franco Giorgetti (Peñarol de Mar del Plata). La mala noticia para estos dos jugadores terminó siendo la mejor información de su vida para “El Taya”, como le dicen desde chico. El pibe que nació el 8 de febrero de 1993 en el Hospital Iturraspe de nuestra ciudad (a las pocas horas tuvo que ser trasladado al Cullen por insuficiencias respiratorias), que creció en Santa Rosa de Lima y se formó jugando al básquet en el Círculo Israelita Macabi, logró uno de los objetivos más importantes que se proponen los deportistas: jugar un Mundial de mayores.

La carrera
“Tayavek Gallizzi es la sangre joven de una camada que vendrá y será el recambio de nuestra selección”, con esas palabras Butarrazi comenzó su definición sobre el santafesino. Y luego buceamos un poco en su carrera (hasta el momento no se visualiza el techo), y observamos que después de dar sus primeros pasos en Macabi, donde tuvo a Javier Martínez y Fernando Esquivel como referentes, en 2010 resolvió cambiar Santa Fe por Mar del Plata. El primer gran paso de su vida profesional se llamó Quilmes, donde comenzó a iluminarse con las luces de la Liga Nacional. Las miradas de varios entrenadores se posaron sobre el pivote y en un corto tiempo llegó la primera oportunidad para vestir la celeste y blanca. En 2010 formó parte de la selección argentina que jugó el Mundial U17 en Hamburgo (Alemania). En ese campeonato el elenco nacional finalizó noveno y “Taya” –con 12 en su camiseta- jugó siete partidos. Al año siguiente, Gallizi tendría otro desafío importante. Esta vez de la mano de Enrique Tolcachier jugaría el Mundial U19 de Letonia. El interno santafesino fue cedido a préstamo al club Progresista de Villa Ángela (Chaco), y terminó coronando una temporada exitosa (2011-2012) con el ascenso a la máxima categoría. La vuelta a Quilmes de Mar del Plata también fue con un logro, ya que también ascendió a la LNB (Liga Nacional de Básquet) en la temporada 2012-2013. Y en el último año de su carrera (2013-2014) jugó 49 partidos con el Cervecero.   
Antes de conocerse la convocatoria al Mundial de España, Butarazzi afirmó que “la aparición para todo el ambiente del baloncesto nacional fue su intervención en el último Juego de las Estrellas de la Liga Nacional, que se desarrolló en el gimnasio Héctor Etchart de Ferro Carril Oeste. Taya, apoyado por muchos compañeros, entre ellos Carlos Bueno, se llevó todos los aplausos al ejecutar una volcada tras otra con enorme capacidad atlética”. Luego llegó el turno del Sudamericano, y después Lamas lo pidió de sparring: el pibe de Santa Rosa de Lima demostró que puede darle mucha intensidad física al equipo y se ganó un lugar para estar entre los 12 que representarán al básquet argentino en el Mundial de España.
Nuestro colega, además de darnos mucha información sobre “Taya”, fue categórico en otra definición sobre el juvenil: “Es un pivote con mucha sangre y amor propio. No hay que exigirle nada, simplemente apoyarlo y él seguramente dará todo cuando le toque entrar”.

Los representantes
La lista de los mundialistas argentinos está compuesta de la siguiente manera: Bases: Pablo Priggioni (37 años y 1,86 de New York Knicks), Facundo Campazzo (23 y 1,79, Libre) y Nicolás Laprovittola (24 y 1,92 de Flamengo de Brasil); Escoltas: Selem Safar (27 y 1,90 de Obras Sanitarias)), Andrés Nocioni (34 y 2,06 de Real Madrid de España), Walter Herrmann (35 y 2,06 de Flamengo de Brasil) y Marcos Mata (28 y 2,01 de Franca de Brasil); Ala pivotes: Luis Scola (34 y 2,06 de Indiana Pacers) y Leonardo Gutiérrez (36 y 2,00 de Peñarol de Mar del Plata); Pivotes: Marcos Delía (22 y 2,09 de Obras Sanitarias), Matías Bortolín (21 y 2,07 de Atenas de Córdoba) y Tayavek Gallizzi (21 y 2,05 de Quilmes de Mar del Plata).
El Mundial de España comienza este sábado y finalizará el 14 de septiembre. Argentina se encuentra en el grupo B, junto a Filipinas, Senegal, Puerto Rico, Croacia y Grecia. El debut del equipo de Lamas será ante los portorriqueños el mismo día sábado 30 de agosto, en la ciudad de Sevilla.
El joven pivot santafesino junto al periodista Leandro Butarazzi en España.

El resto de las zonas se conforman así: Grupo A: España, Serbia, Francia, Brasil, Egipto e Irán; Grupo C: República Dominicana, Turquía, Estados Unidos, Finlandia, Nueva Zelanda y Ucrania; Grupo D: México, Lituania, Eslovenia, Corea del Sur, Angola y Australia.
Con respecto a nuestros representantes, Leandro Butarazzi afirmó: “Argentina tuvo muchos inconvenientes, como suele ocurrir en todas las preparaciones, aunque esta vez las ausencias pueden sentirse mucho, porque se esperaba hacer una especie de despedida formal de la Generación Dorada, pero las lesiones de Emanuel Ginóbili y Carlos Delfino, más el interno Juan Gutiérrez, indudablemente repercutirán. El equipo no viene jugando bien, pero no es para preocuparse, porque siempre estos jugadores cambiaron el chip cuando se juega por los puntos”. Y sin dudar en su apreciación, también destacó que “van a salir a dar lo mejor”, y aseguró que para Argentina “llegar a semifinales sería como tocar el cielo con las manos”.

Las marcas del agua
Hoy la vida le reparte una de las mejores cartas, pero en 2003, cuando “Taya” apenas tenía 11 años, la inundación lo expulsó de su casa. Los Gallizzi vieron como el agua tapó la vivienda que habitaban en Santa Rosa de Lima y Fabiana, la mamá de Tayavek, Ayrton y Atenas, debió desprenderse de sus hijos varones por unas horas. Los chicos subieron a una canoa y llegaron hasta el Hospital de Niños; los padres estuvieron sin noticias de “Taya” y por casi dos días convivieron con la desesperación de no encontrarlo. Entre tanto desconcierto, lo halló el director del 107 y se lo llevó a su casa, y al otro día el chico pudo reencontrarse con su familia.
Actualmente Fabiana trabaja en el Centro de Salud de Santa Rosa de Lima, donde vive con sus otros dos hijos. En tanto, Jorge –el papá– se gana la vida en el depósito central del Hospital de Niños.

En Pausa #140, miércoles 27 de agosto de 2014. Pedí tu ejemplar en estos kioscos.

La burguesía está aburrida


Muy a pesar de la burbuja que me aísla de la mayoría de los acontecimientos mediáticos, hay eventos de los que es casi imposible no enterarse. Uno de ellos es el “Ice bucket challenge”, que consiste en faranduleros tirándose baldazos de agua helada en la cabeza para concientizar sobre la enfermedad de esclerosis lateral amiotrófica (la misma que padece Stephen Hawking y por la que murió Roberto Fontanarrosa). Una pena que la campaña no apunta a solidarizarse con los que sufren del síndrome de Smith-Magenis, o sea, individuos completamente insensibilizados al dolor… Yo ahí me hubiese sumado para batearle la cabeza a más de uno, hasta dejarlo en un estado que no pue… perdón. Se me chispoteó.
En fin, mi gran amigo y gran humorista Rodrigo Barba sugiere que estas cosas pasan porque la burguesía está aburrida. Yo adhiero. Y agrega que el neohippismo, los talleres de origami, ir a clases de tenis de mesa (llamar al ping pong, tenis de mesa también) y estudiar psicología son manifestaciones del aburrimiento de la burguesía. La Cáritas 2.0 llegó a nuestra ciudad y farandulizó a sus funcionarios. Gente que está presente en lo que efectivamente importa se desafió a un concurso de remeras mojadas politiquero. Tal el caso del concejal por el PRO, Tomás Norman, que desafió públicamente al intendente José Corral que, en uno de sus recreos, aceptó la contienda para ver quién tiene el balde más grande: el PRO o la UCR (las diferencias se las dejo descubrir a ustedes).
Como sea, les pregunté a algunos conocidos qué cosas podrían llegar a ser para ellos un baldazo de agua fría, y esto es lo que me respondieron:
– Que Pablito Ruíz haya intentado emprender una demanda por plagio a la muy buena banda australiana Tame Impala. Sí, dice que le copiaron “Océano”. No, no es joda. Bah, sí, pero no.
– Que, cansada de que la acusen de fascista, un mediodía Mirtha Legrand muestre su carné de afiliada al Partido Comunista Revolucionario.
– Que en la tapa de la revista Gente muestren el ombligo de Susana Giménez… ¿Vivo? Sí, también.
– Que el candidato presidencial por el socialismo diga que confía en la mano invisible del mercado… esa misma mano que actualmente baldea con hielo a los 2.800 millones de seres humanos (el 48% de la población mundial) que vive bajo los límites de la pobreza y a los 1.000 millones de indigentes y que deja morir por día a 30.000 menores de cinco años de hambre.
– Que una presidenta nacional y popular, rodeada de intelectuales copados, diga que los docentes se la rascan durante cuatro meses, trabajan seis horas por día y solo piensen en cobrar más plata.
– Que te llegue el Pausa a tu casa y en la tapa diga “Aumentó el agua un 400%”. Ir a la sección noticias y ver que el presidente de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, Rafael Gutiérrez, se aumentó el sueldo a 131 mil pesos. O sea, Pausa: sos un baldazo de agua helada, dejá de joder.
– Ir a tomarte el colectivo con las monedas justas y que la maquinita informe de un nuevo aumento del boleto… siempre a pedido de las empresas.
– Pedir un fernet con coca y que te sirvan un Capri… o Branca con Pepsi.
– Que el Indec no mienta con los índices de inflación. O que el presidente del Inadi haga chistes de judíos.
– Ir al cine a ver El Padrino remasterizada y Full HD y que el encargado de la sala se confunda y te pase la película que va a escribir Cohelo y a musicalizar Arjona.
– El día que Cabrol fichó para Colón.
– El tobillazo de Higuían en la final del último mundial.
– Abrir la factura de teléfono y ver un saldo de $3.000 por error. Y que te digan: “Pague y luego reclame”.
– El momento en que Bruce Willis se da cuenta que está muerto.
La lista podría ser infinita. Pero el espacio en esta columna no lo es. Confío en la buena intención de quienes perpetraron la campaña. Pero no por eso deja de ser bastante ridículo arruinar las metáforas para nada. Acabo de leer una declaración de Steve-O (integrante del grupo Jackass, o sea, “Idiotas”), uno de los pioneros en esta cruzada, diciendo que la mayoría de quienes participaron lo hicieron para promocionarse, reírse y gastarles una broma a sus amigos, pero que de la enfermedad o las donaciones se acordaron poco o nada. Y pienso si, en efecto, es a la farándula a quien le debemos exigir que hagan política o a los políticos faranduleros, que se prenden de un hashtag para aparecer en los medios, a menos de un año de las elecciones, mientras nos baldean la vida todos los días con agua helada.

En Pausa #140, miércoles 27 de agosto de 2014. Pedí tu ejemplar en estos kioscos.

Salió Pausa #140

Las sospechas en torno a la gestión de Marcelo Vorobiof en el puerto. Un nuevo aumento del agua. El santafesino que jugará el Mundial de Básquet en España. Las experiencias de Sara Rus y de la ONG Sumando Voluntades. Las columnas literarias de Pagés, Hechim, Coutaz y Callero. El humor de Rebo y Adrián Brecha. Y un suplemento especial con lo más destacado de la Bienal de Arte Joven 2014, para que no te pierdas nada...


Todos estos temas –y mucho más– en Pausa #140. Edición del miércoles 27 de agosto de 2014. Pedí tu ejemplar en estos kioscos de Santa Fe y Santo Tomé.

martes, 26 de agosto de 2014

Pausa #139 completo en pdf


Para acceder al archivo completo, en pdf, de la edición #139 del periódico quincenal Pausa, publicada el 13 de agosto de 2014, click acá.

jueves, 21 de agosto de 2014

Una mutual que hace docencia

Desde hace más de 20 años, Mutual Maestra se planta y avanza como una entidad que canaliza las demandas y necesidades de más de 12 mil asociados de toda la provincia.


Mutual Maestra es la Asociación Mutual del Magisterio de Santa Fe, una entidad que agrupa a docentes de todos los niveles y modalidades de la provincia. Tiene su sede central en la ciudad de Santa Fe pero cuenta con 23 filiales distribuidas a lo largo y ancho del territorio santafesino. La mutual basa su accionar en los principios de la economía social, fundamentados en la solidaridad, la educación, la asociación, la justicia y la democracia.
“Cacho” Acebal recuerda con orgullo la trayectoria y el presente de la Mutual Maestra.

“Esto se empezó a gestar en la década del 90, cuando los docentes estábamos muy mal”, cuenta Rubén Acebal, presidente del Consejo Directivo. “En ese momento cobrábamos casi la mitad de nuestro sueldo en negro, las condiciones en las que se trabajaba eran muy malas. Yo era delegado gremial, recorría los departamentos y lo que se veía claramente era que el maestro estaba en crisis”.
—¿Y cómo nace la mutual?
—Hay dos teorías sobre cómo nacen las actividades solidarias. Una dice que es en los momentos de crisis y otra que es por convicción; y yo creo que van de la mano, son dos factores que se unen. Nosotros en ese momento de crisis veíamos que el docente continuamente estaba colaborando, haciendo rifas, organizando fiestas, construyendo aulas. Entonces pensamos en aprovechar esa solidaridad del docente instándolo a que la vuelque, también, en un espacio de solidaridad entre pares. Ese fue el inicio, ahí nació la idea de la mutual.
De aquellos primeros años en los que debieron ir escuela por escuela y aula por aula contando la idea a cada maestro para que se sumen al proyecto, han pasado ya dos décadas. Hoy Mutual Maestra cuenta con una gran estructura al servicio de la docencia santafesina: 23 filiales, más de 40 empleados y 12 mil asociados activos que, tomados en conjunto con su grupo familiar, hacen beneficiarios de los servicios a más 36 mil personas.
—¿Qué es lo más le demandan a la mutual los docentes?
—Una de las mayores demandas que tenemos es en el tema salud. Nosotros no somos una obra social, lo que ofrecemos son servicios complementarios. En este sentido, tenemos una tarjeta de la mutual que les permite a los asociados obtener descuentos, por ejemplo, en medicamentos, gracias a un convenio que firmamos con el Colegio de Farmacéuticos.
A ese servicio, Mutual Maestra también suma Atención Médica Primaria; subsidios, descuentos y reintegros en odontología, óptica, ortopedia, internación y oncología, además de ayudas económicas, capacitaciones, subsidios familiares y actividades que fomentan la cultura y el encuentro.

Espacios de formación
La escuela de hoy no es la misma de hace algunos años atrás, los desafíos han cambiando y la formación docente parece ir por detrás y con clara desventaja. Según apunta Acebal, desde la mutual preocupa mucho la cuestión pedagógica y todo lo que tiene que ver con el quehacer en las aulas. “Para esto damos cursos, talleres de convivencia, de relaciones interpersonales, para ver cómo solucionar los conflictos que se van dando con los alumnos o con los padres. La escuela tiene que ir transformándose a medida que se transforma la sociedad, aunque nosotros, idealmente, creamos que desde la escuela vamos a cambiar la sociedad, en realidad lo que debemos hacer es acompañarla”, afirma.
Los docentes comprometidos con brindar una educación de calidad, que aporte al desarrollo integral de sus alumnos, manifiestan la necesidad de recibir capacitaciones y cursos de formación constantes. “Nos piden mucho todo lo que sea cursos de mediación, de convivencia, de intervención en temas como las drogas. Los institutos preparan a los docentes para dar clases, les enseñan contenidos, pedagogía, didáctica, pero creo que van a tener que empezar a atender estas otras problemáticas que la realidad presenta. Antes el docente no se quería jubilar, hoy espera que llegue ese día... Y no porque no quiera a los chicos o no tenga vocación, sino porque no cuenta con herramientas para manejarse ante el nuevo escenario que plantea la escuela hoy, que termina siendo el espejo de la sociedad, con la agresividad, el desinterés y muchas cosas más”, comenta Acebal.

Tomar la palabra
En los últimos años, Mutual Maestra diversificó sus servicios e incursionó en un ámbito que hasta por entonces le era ajeno: la radio. Radio Eme es hoy el medio de comunicación, información y difusión más importante de la mutual, junto con la revista que editan y llega a todos sus asociados.
—¿De dónde surge la idea de crear la radio?
—En 2006, antes de que se comenzara a hablar de la ley de medios, de las disputas entre Clarín y el gobierno, nosotros comenzamos a pensar en esto. La verdad es que nos dimos cuenta de que gastábamos mucho en informar, porque teníamos que llegar a muchos lugares, a todo el territorio provincial básicamente. Y ahí fue donde nos preguntamos por qué nosotros no podíamos tener voz propia, por qué el docente no podía tenerla. Veíamos además que pasaba eso, que el docente había perdido un poco su voz como referente en la sociedad, y nos parecía que había que hacer algo para cambiarlo, y para eso teníamos que tener medios, pero medios de calidad.
Radio Eme es hoy una red de 10 radios de frecuencia modulada que la mutual posee en toda la provincia. “No tenemos repetidoras sino radios, porque nosotros apuntamos a que cada lugar tenga sus programas, con la información que interesa en cada pueblo o ciudad, conservando lo local, lo cercano”, dijo Acebal. “Trabajamos con corresponsales que salen unas 10 veces por día dando información de cada lugar, desde el lugar. Ahora estamos avanzando para que todas estas radios tengan sus propios programas. No queremos quitarles la pertenencia porque eso es lo que le gusta a la gente”.
La Mutual Maestra, con su revista, forma parte de Diarios y Periódicos de Santa Fe (DyPSA), una cooperativa conformada por medios gráficos independientes de la provincia y en la que también se encuentra Pausa. “Nos gustó mucho la idea de formar parte de Dypsa y de comenzar a pensar en que quizás en algún momento nuestra revista puede transformarse en un periódico y tener un alcance un poco más importante. La gente tiende cada vez más a leer los periódicos locales y no tanto los nacionales o provinciales, por la misma razón que escuchan la radio local, porque hablan de cosas que tienen que ver con la realidad que los afecta más directamente y en lo cotidiano. El desafío con Dypsa es crecer juntos, porque todos hemos ido creciendo pero individualmente, y hoy podemos pensar en otros objetivos, quizás más amplios. Me parece que hay un espacio que los grandes medios han dejado y que nosotros tenemos la obligación moral de ocupar, y es el de llegar más cerca de la gente, escuchar a la gente, intercambiar opiniones y construir desde ahí”, finalizó Acebal.

En Pausa #139, miércoles 13 de agosto de 2014. Pedí tu ejemplar en estos kioscos.

Digresiones


I
Es sábado. La primavera invernal hace todo más agradable. Mi amigo, la Fiera, entra: es lo más parecido a Lucas de Rep... Suele ingresar acompañado de su nubarrón y suele trasladar la tormenta. Esa noche, sin embargo, una leve alegría lo invadía. Luego del habitual saludo de rutina, tiró sin preámbulos “¿Qué harías si tuvieras la máquina del tiempo?”. Es una pregunta sin sentido, pensé, incluso si existiera la posibilidad de trasladarnos al pasado o al futuro. Dudé, saqué un Marlboro. Antes de que responda, la Fiera se anticipó y me aclaró “No me vengas con viajar en el tiempo y matar a Hitler o decirle a Higuaín que no se apure en la final y defina mejor. ¿Posta qué harías?”. La Fiera no sabía donde había estado las últimas horas, es más: desconocía completamente mi estado de ánimo.
Prendo el cigarrillo, le aclaro que me agarra en plena nostalgia y que si pudiera viajar en el tiempo, seguramente retrocedería a una época en donde ella tuviera 20 y yo 21, quizás un Entepola o, quizás, ese lugar de tantos donde uno está y comparte el espacio con la persona que conocerá en otro tiempo y desconoce que habita el mismo espacio. Ahí noté que generalmente ante estos juegos dignos de dos personas que de muy pequeños vieron Volver al futuro en VHS hasta que el tracking dijera que ya no es posible, se suele optar por un viaje al pasado. Lo transitado, volver a lo sabido. ¿Por qué no elegir el futuro? Porque el futuro no existe y se construye segundo a segundo y antes de que termine el cigarrillo ya es pasado. El momento fue lindo y hasta me pareció ver a la Fiera con un chaleco inflable rojo y una patineta. Luego, volví a la realidad y me di cuenta de que hasta para vender chicles usan el mismo recurso.

II
Apareció el 114, la alegría es inmensa. No hay nada más lindo que un nieto abrace a su abuela y puedan reconocerse. Pocas veces vi a tantos amigos emocionados porque una vida de lucha termina y recomienza en un sueño encontrado. Cuando la alegría es masiva sorprende, dan ganas... Uno cree un poquito más a pesar de que aparezcan los matulichis de siempre que no pueden soportar que la alegría sea de muchos. Usarán seudónimos, se acomodarán el bigote, debatirán sobre la fama y la identidad. Otros esperamos al 115.

En Pausa #139, miércoles 13 de agosto de 2014. Pedí tu ejemplar en estos kioscos.

Por el camino del pop

Inocente Receptáculo, de Sonido Lila: un disco entre la pulsión electrónica y el latido de la guitarra acústica.


Inocente Receptáculo es el nombre del segundo disco de Sonido Lila, sucesor de Manteca de dedos de 2006. El grupo santafesino integrado por Alejandra Caballero Rojas (voz, guitarra acústica y composición), Lisandro Francucci (guitarras eléctrica y criolla, sintetizadores, caja de ritmos y coros) Iñaki Chemes (batería) y Mauro Dalla Costa (guitarra eléctrica y acústica, sintetizadores y programaciones) despliega una muy personal propuesta musical.
Alejandra Caballero Rojas, alma y voz de Sonido Lila. (Foto: Juan Curto)

En ella se funden los sonidos y las búsquedas electrónicas con las guitarras acústicas y la cálida y siempre experimental voz de Alejandra Caballero Rojas. Todo ello enmarcado en un camino pop, que reconoce a la desaparecida María Gabriela Epumer como principal referencia, pero que siempre busca nuevas formas de innovar y superarse.
Esta obra fue editada a comienzos de este año, y se grabó en estudio HDA por Emiliano Hynes en Colastiné Norte, Santa Fe. La masterización estuvo a cargo de Alejandro Pugliese y Salvador Ballesta en Resiéntelo Producciones, Capital Federal. El arte de tapa y diseño fue realizado por Mumi Paladini y gdmt.com.ar  En el sitio de Bandcamp del grupo (http://sonidolila.bandcamp.com) pueden escucharse las dos producciones  de la banda.

Tema por tema
El disco comienza con “Mojas el aire”, que pone en alerta los sentidos con un marcado ritmo tribal de batería. La voz de Caballero Rojas viaja a través de los sintetizadores, mientras da indicios de su  particular universo: “pinto estrellas de mi cielo / fundo los retazos del sol” y “freno el cielo, ato el mundo juego de secreto”.
“7” nos sumerge en la tranquilidad de un sueño profundo, un viaje instrumental en el cual la melodía que emite Alejandra se multiplica en un arrullo eterno.
“Espectro anaranjado” avanza velozmente en la comunión entre guitarras y batería, para luego dejar a Caballero Rojas repitiendo el nombre de la canción como un mantra que se potencia con ecos y reverbs.
El cuarto tema, “Ser-te”, avanza lentamente para sumar texturas en las que la voz de Caballero Rojas es una más, que se pierde en el devenir de los acordes..
Con alma pop “Efervescente” despliega guitarras desde el inicio. El tema avanza entre coqueteos electrónicos, mientras la letra desgrana una historia de amor “un roce acurrucado, besos furtivos / las voces desconocen lo que yo te digo / Y en mi voluntad entender, aprieto y corro en la lluvia y la duda... ¿Por qué no estás? ¿Por qué no estás?”.
“Ilusionando la voz” dispone una superposición de capas sonoras en un recorrido que va del pop con programaciones a pasajes de espíritu más rockero, para finalizar con un mensaje que surge de todos los frentes: “Todo el tiempo ilusionando la voz / Conseguir ser”.
Aunque con la presencia de máquinas, “Tentáculo” tiene como protagonista principal al sonido acústico de las guitarras. En una canción poderosa y que va al frente, Alejandra canta: “Es por tus tentáculos no puedo más / es una mancha fluorescente /recibiendo tu espasmo /mimos corpulentos /hundiendo tu pluma en mi espacio”.
El cierre llega con “Respira”, donde el latir del beat electrónico convive con la fragilidad de la voz, como una síntesis del espíritu del disco.

En Pausa #139, miércoles 13 de agosto de 2014. Pedí tu ejemplar en estos kioscos.

Raticidas

La calle, por José Luis Pagés

“Dos gotitas bajo la lengua”, dijo el hombre de blanco, “verá unas estrellitas de colores pero no se asuste porque enseguida sentirá la mejoría”.
Nunca vio estrellas, tampoco mejoró, sin embargo, desde entonces tiene el gotero a mano.
“Las ratas se guían por el olfato. Por eso van y vienen por un mismo camino, son rutinarias, persistentes”, explica el desratizador, un tipo de nariz afilada y unos ojitos inquietos que buscan la aprobación de la señora Vargas. Pero, para ella, lo más importante es confirmar si, como sospecha, esos seres inmundos anidan en la cocina. “En la cocina y en el baño también, porque se ganaron en el panel sanitario”, asegura el profesional. Ella dibuja una sonrisa sardónica y con la mirada descompuesta se deja caer en el diván.
“Ahora, si usted me autoriza voy a proceder”. “Proceda”, susurra ella en el preciso momento en que el señor Vargas entra en escena y le pregunta por el extraño.
Pregunta por ese hombre que sale en dirección al patio de atrás en busca de un rastro revelador de la existencia de los roedores. “Mi amor”, dice ella. “¡Hay ratas!”. Y el tipo dice: “Ya veo”. Nada más.
Dos gotitas. Luego se incorpora y mientras abotona la blusa se pregunta por dónde andarán esas estrellitas de colores que le fueron prometidas.

En Pausa #139, miércoles 13 de agosto de 2014. Pedí tu ejemplar en estos kioscos.

Lenguaje, abrazo

Otro yo mismo, por Mari Hechim

Tomar una decisión, afirmar algo, tener certidumbres es aniquilar posibilidades de la realidad, volver sólido lo que está siempre a punto de deshacerse. Porque el mundo, más que consistir en “cosas”, consiste en devenires, en articulaciones, enlaces. El lenguaje precisa, ordena, clasifica, lo cual no está mal si se trata de la comunicación, de la vida en sociedad. Y esta voluntad se va formando a lo largo de la historia, por ímpetu de los hablantes, que así convienen en nombrar y señalar, “pero las palabras se forman a voluntad de la mayoría y de la mala e inepta constitución de las palabras surge una portentosa obstrucción de la mente… las palabras violentan la comprensión, arrojan a la confusión, y conducen a la humanidad a innumerables y vanas controversias y errores” abominaba Bacon, inaugurando la queja de los lógicos respecto de la excesiva fluidez del lenguaje.
Sin embargo, es necesario afirmar algo. De lo contrario, todo se resuelve en un constante diferir, un desvanecimiento del sentido. Es necesario, reitero, ceñir el pensamiento, la creencia, el sentimiento: construir algo.
Formas como la pregunta, las expresiones dubitativas, las mitigaciones, la negación, son instrumentos angélicos con que el lenguaje intenta sugerir esa movilidad de la verdad. El valor de la negación nunca es sólo pérdida o tachadura. El “no” es polémica, un espacio de lucha, teatro en donde se escenifica la batalla por el sentido. El que niega acepta los términos del que afirma cuando, en realidad, quizá debería rehusar las implicaciones sugeridas en la afirmación de ese otro que lo desafía. Rehusar es hacer silencio.
Decía Seferis que “la memoria, donde se la toque, duele”. El lenguaje, donde se lo toque, miente, a menos que la verdad esplenda, a menos que “aparición con vida” sea una consigna que recorra el tiempo, de manera incesante, empujada por el deseo de verdad. Quizá parezcan meras palabras, una pretensión de justicia desmesurada, pero finalmente no condujo a controversias y errores sino que, en su repetición y ampliación a través del tiempo, nos permitió, con Estela e Ignacio, un abrazo colectivo que a muchos nos cobijó, aunque sea en forma breve, pero prolongada, de la intemperie del mundo.

En Pausa #139, miércoles 13 de agosto de 2014. Pedí tu ejemplar en estos kioscos.

martes, 19 de agosto de 2014

La guardia municipal, en la mira

A seis años de su creación, tras el escándalo por las amenazas a periodistas, revisamos los puntos opacos de la historia y el presente de la Guardia de Seguridad Institucional.


Unas 15 cuadras al oeste de Blas Parera, a la altura de Estanislao Zeballos, en el Centro de Salud del barrio Las Lomas, Jonatan y Esteban (18 y 21 años), dos ex limpiavidrios hoy dedicados al cirujeo, narran su experiencia con la Guardia de Seguridad Institucional (GSI) de la Municipalidad de Santa Fe:
—La última vez que nos sacaron a éste le pegaron y a mí me sacaron las monedas. Trabajábamos en el semáforo de Salvador del Carril y Almirante Brown –dice Jonatan.
—Yo antes trabajaba en Alem. Nos trasladamos a Almirante Brown cuando la Policía y los municipales empezaron a sacar a los limpiavidrios. Los de la Primera nos sacaban la plata. Los municipales a lo primero te hablaban re bien, pero a la segunda vinieron re malos. A mí una vez me quisieron agarrar y me dijeron que si no me iba, me iban a meter un 22, una pistola, para armarme una causa. Se sentían como policías. Estaban con ellos, que nos daban cachetazos, y también nos amenazaban. Te decían que si no nos íbamos nos iban a agarrar y a llevar. Así no quedó nadie más.
—¿Tenían identificación?
—No, no tenían –señala Esteban–. “A nosotros nos mandó José Corral”, decían. Y nosotros les respondíamos que teníamos que laburar.
—¿Van a volver a limpiar vidrios?
—No, no fuimos nunca más. De todos lados nos corrieron. Ellos no quieren que haya limpiavidrios en Bulevar, en Alem y en Almirante Brown. Te dejan en lugares donde no pasa ni el loro.
—¿Tenían a quien recurrir?
—No, nadie. Le contábamos a ella, no le contábamos a nadie. Si vas a la comisaría te cagan a piñas.
La psicóloga Laura Delconte, integrante del equipo del Centro de Salud, explica que los jóvenes le relataron cómo en agosto del año pasado comenzó lo que ella caratula como “hostigamiento”. Y luego da cuenta de cómo les fue en la inserción al programa que abrió la Municipalidad para ellos: “Primero mantuvimos una reunión en Acción Social de la Municipalidad, para convenir la inserción en el programa ‘Calles seguras, infancia y juventudes protegidas’. Primero, calles seguras, después vemos lo otro”, rió Laura, “Hicimos esa reunión, relevaron los datos de los chicos, se pensó cómo situar a cada uno, por la edad y el perfil. De ahí nos mandaron a la oficina de empleo, para que se registren. Eran cuatro los chicos, todos tenían actividad en el semáforo. Dejé mi teléfono y después mandé un mail para saber qué pasaba con el trámite. Nunca me contestaron. No es que fueron solos, la gente de la Municipalidad habló conmigo. No pasó absolutamente nada, y yo no voy a insistir en una propuesta precarizante, porque no iguala en absoluto el dinero que los chicos obtienen en la actividad del semáforo. Y es algo que ellos eligen, en el tiempo que ellos eligen y en el lugar que ellos eligen. Limpiar vidrios es un trabajo, y si vas a decir que no se puede hacer un trabajo porque se muere una persona no se puede hacer más ningún trabajo: no pueden haber albañiles ni nada. En vez de proteger a los chicos, se los corre de hacer la actividad”. 


Los múltiples cuestionamientos a la GSI comenzaron a tomar relevancia a partir de una serie de llamados telefónicos plagados de amenazas e insultos a un programa de la madrugada de la FM Sol 91.5, Sol de Noche, y una patoteada a uno de sus periodistas, Alejandro Paganelli, en la madrugada del 31 de julio. Luego, prácticamente todos los actores políticos y sociales de la ciudad se pronunciaron respecto de este cuerpo creado en 2008 con el solo fin de proteger los recursos humanos y materiales del municipio. Desde el Concejo, en conferencias de prensa simultáneas el 6 de agosto, la oposición solicitó la intervención del área y la interpelación de los funcionarios políticos responsables, no sin recordar que ya en marzo de 2013 se pidieron al Ejecutivo informes sobre el tema, sin respuesta alguna; el oficialismo destacó las intervenciones de la GSI a partir del trabajo del Centro de Monitoreo de Videovigilancia, repudió las intimidaciones a los periodistas y recordó que el Ejecutivo inició una investigación y sumario interno por los incidentes y que apartó a Federico Miranda, un agente de la GSI involucrado; el Inadi y varias organizaciones sociales denunciaron una retahíla de abusos y pusieron en el tapete la directa disolución de la Guardia y la solicitud de renuncia para su primer responsable directo, el subsecretario de Prevención y Seguridad Ciudadana, Rubén Sebastián Montenotte.
Lo que era un rumor bastante elevado en los barrios había terminado en una explosión.

Cuidar el coche
En la conferencia de prensa oficialista, se llegó a señalar que la GSI interviene con los limpiavidrios y cuidacoches para proteger a los “titulares de los autos” de “situaciones de violencia”. En una nota de Hipólito Ruiz del 1de marzo para el diario Uno, la crónica periodística ya había reseñado qué pasaba con los limpiaviadrios. Maximiliano, de 24 años, limpiavidrios en Iturraspe y López y Planes, contó que “Venimos a la mañana y limpiamos hasta las 10, que llega la guardia. Después podemos aprovechar un rato al mediodía, cuando se van a comer. Y a la tarde también. Pero no nos quieren dejar trabajar. Yo entiendo cuando me dicen que es su trabajo venir a sacarnos, pero también les pedimos que nos entiendan. Tengo que darle de comer a mi familia”. Uno de sus compañeros, César (16 años), agregó que la GSI le incautó sus elementos de limpieza tres veces, en ese mes, mientras que Elías (17 años), de barrio Cabal, también señaló que se anotó en “Calles seguras”, pero que “No me llamaron nunca y yo tengo que tener un ingreso para poder ayudar a mi familia”.
El GSI Mario Martínez, durante la campaña para diputado nacional de Mario Barletta.

Por fuera de estos testimonios, que se suman a los de Jonatan, Esteban y Laura, la fundación Ejercicio Ciudadano, de Rosario, encargada de supervisar “Calles Seguras”, ofrece algunos datos. En su web se notifica que en la cuenta corriente en la cual los santafesinos depositan sus donaciones para sostener el plan, al 16 de enero de 2014 habían ingresado$68.670, de los cuales fueron erogados $46.931,29, fundamentalmente en remeras, palas, horquillas y guantes. También se señala que en los primeros tres meses un total de 155 personas ingresaron al programa, las cuales realizan diversas tareas obteniendo su estipendio a partir de iniciativas solidarias de empresasy organizaciones civiles, el plan Más y Mejor Trabajo de la Nación y la construcción depavimento y cordones cuneta.
En diálogo con Pausa, la secretaria de Gobierno de la Municipalidad, María Martín, explicó que después del fallecimiento del limpiavidrios Marcelo Giménez el 13 de agosto de 2013, tras ser embestido por un camión en avenida Alem, “Tomamos la determinación de ver qué programa podíamos implementar a fin de evitar que esos chicos estén en esa situación de peligro y de riesgo”, en referencia a “Calles seguras”. “Quizás es más sencillo invisibilizar el problema y no hacerse cargo de una situación que es muy difícil para todas las ciudades y que tiene complejidad porque son chicos en situación de riesgo concreto. Queríamos que con la muerte de Marcelo Giménez hubiera un antes y un después. Quien ejecuta el programa ‘Calles Seguras’ es la Secretaría de Desarrollo Social, y lo que hace la GSI es evitar que vuelvan a esa situación de calle, que es una situación que nosotros consideramos riesgosa. Por supuesto que hay protocolos de actuación, en los cuales existe un deber de conversar y pedir por favor que se reintegren al programa”, aclaró.
Martínez en Playa Norte, en un día de demoliciones.

—¿La GSI hace uso de la fuerza física?
—Nosotros no tenemos conocimiento de ninguna situación de abuso. La GSI acompaña los procedimientos, pero de ninguna manera nosotros tenemos conocimiento de que haya esas instancias de abusos. Es más, nos interesa que, en caso de que así fuera, nos lo hagan llegar. Para nosotros es muy importante porque son colaboradores en una problemática que es muy compleja: el abordaje integral de la seguridad. Su trabajo está asociado a eso. El municipio ha tomado acciones concretas para abordar el problema de la seguridad a partir del desarrollo de políticas sociales: los programas urbanos integrales, que se implementaron en Coronel Dorrego y en Barranquitas, pretenden una intervención de Estado desde el desarrollo social, la jerarquización de los espacios públicos, la accesibilidad, la regularización dominial. Se ha invertido mucha plata en esos lugares. Lo mismo ha ocurrido con los Jardines Maternales, que se ubican en el Oeste y el Norte. Y la GSI tiene tareas específicas que tienen que ver con colaborar desde las acciones concretas que desarrolla el municipio a partir de la prevención con elementos tecnológicos, como el Centro de Monitoreo.
La concejala oficialista Adriana Molina hizo un fuerte hincapié en la actividad de la GSI en el Centro de Monitoreo, donde 30 efectivos continuamente escudriñan las 93 cámaras de seguridad del municipio, las alarmas y los botones de pánico para mujeres víctimas de la violencia familiar. Enumeró para el primer semestre de 2014 unos 294 eventos registrados por las cámaras, que resultaron en 213 llamadas al 911, 74 activaciones de los botones de pánico, 95 activaciones de las alarmas en colectivos monitoreados, 928 activaciones de alarmas en las 72 escuelas bajo control, 3 en los centros de salud, 25 en las alarmas comunitarias y 120 requerimientos de imágenes por parte de la justicia, entre otras cifras.

La explosión
Respecto de las denuncias a la GSI, Molina señaló que “Lo peor que podríamos hacer es deslegitimar, criminalizar, discriminar a los trabajadores, hombres y mujeres municipales que están cumpliendo su función. Creemos que estos no son temas electorales y que, en todo caso, aquellos que quieran tomarlo así están largando una campaña política un año antes de lo que debería ser: que se hagan cargo de esto. En un Estado de derecho, que defiende los Derechos Humanos, no es posible discriminar, y se está discriminando. Los términos que se utilizan para referirse a los trabajadores municipales llaman a la reflexión. Discriminarlos al hablar de grupos amenazantes, oscuros, sin decir exactamente a qué se refieren... ¡Estamos hablando de familias de nuestras ciudad!”.

Martínez, a la derecha, durante la retirada de la GSI tras el intento de desalojo en El Birri.

Al mismo tiempo pero en otra conferencia de prensa, el concejal opositor Ignacio Martínez Kerz indicó que “Hace 370 días que no contestan el pedido de informes sobre la GSI que no solamente votaron los concejales de la oposición. Los que están diciendo que esto es una cuestión política, que son concejales del oficialismo, votaron a favor de este pedido de informes. Pedimos también el desplazamiento del funcionario político que tiene a su cargo esta fuerza, que hoy está actuando como una patota, esa es la pura verdad”.
Pocos minutos después, en otra conferencia de prensa en la delegación local del Inadi, ofrecieron su palabra la titular, Stella Vallejos, junto a integrantes de la Asamblea por el Derecho a lo Público, Proyecto Revuelta, Manzanas Solidarias, el Foro contra la Impunidad y por la Justicia, el Centro Cultural y Social El Birri y el Camco. Allí Vallejos narró cómo presenció una serie de intimidaciones de integrantes de la GSI sobre dos limpiaviadrios. Luego, el abogado Guillermo Munné y Liliana Berraz, de Manzanas Solidarias, describieron diversos aprietes sufridos por los vecinos de Playa Norte y Bajo Judiciales, durante el proceso de desalojos y demoliciones de viviendas que se inciara en 2008. Por su parte, Erica Estalquer, de la Asamblea, manifestó que la GSI amedrentó, junto a adicionales de la Policía, a los defensores del Parque Alberdi y que por ello se realizaron denuncias penales con el registro fotográfico pertinente. Juan Manuel Chuard, de Camco, denunció desde su organización que “estos atropellos vienen pasando desde hace rato, desde 2008, en los distintos barrios de la ciudad. Algunos lugares fueron muy afectados como Varadero Sarsotti, Centenario, Alto Verde, San Agustín II, Las Lomas” además, agregó que hizo una denuncia ante el Ministerio Público de la Acusación por intimidación y abusos sobre personas de la Asamblea. Camila Blanc, de Proyecto Revuelta, notificó que presentaron un pedido amparo ante la Justicia para poder ingresar al campo de refugiados donde habitan los vecinos inundados de la Vuelta del Paraguayo, a la vera de la ruta 168, que se encuentra custodiado por la GSI, que se arroga el derecho de pedir identificación a quien quiera ingresar al predio cercado, así sea para entregar donaciones. Todos coincidieron en un punto: el accionar de la GSI es antidemocrático, debe ser disuelta y su conductor, Montenotte, debe renunciar.
—¿Por qué se producen estas denuncias?
—Muchas de ellas están en una instancia judicial, nosotros siempre hemos colaborado con todo lo que tiene que ver con la clarificación –respondió María Martín–. Tenemos protocolos de procedimientos claros por las situaciones difíciles que tienen que atravesar las personas ante una emergencia, como una crecida de río, que cambia el hábitat al que están habituados. Es importante que haya un orden, porque sino también existen situaciones de riesgo. Es necesaria la presencia de la GSI incluso por la propia convivencia.

Martínez con los cuidacoches de Parque Alberdi, el día de los incidentes.

—¿Por qué no pueden ingresar los integrantes de Revuelta?
—Hay un procedimiento de actuación que determina si pueden ingresar o no. Ellos si piden autorización pueden ingresar. No hay una orden expresa de que no ingresen.
—Los inundados están rodeados con una reja. ¿Por qué?
—Eso es una cuestión de seguridad. Están en una zona inmediata a la ruta 168. Y también para que no ingrese cualquier persona que pueda generar algún disturbio o algún hecho.
—¿Por qué la GSI rodeó el mástil de Parque Alberdi el 20 de junio, durante un acto de los asambleístas?
La GSI tiene entre sus funciones cuidar el espacio público y tener presencia. En esto hay que ser muy responsables respecto de la estigmatización. Son trabajadores municipales, tienen una función que cumplir, respetar los protocolos, cuidar el espacio público.
—¿Por qué no llevan identificación?
—Estamos trabajando para que próximamente lleven identificación. No es una práctica común en todos los empleados municipales.

Camperas negras
Seis años de existencia tiene la GSI. Durante ese lapso, sus funciones crecieron significativamente, y las denuncias también. De ser poco más que custodios, según la reglamentación vigente, los guardias ahora trabajan en tareas coordinadas con la Policía –casi en connivencia para el exceso, según los testimonios– y son uno de los soportes de la amplia tarea del Centro de Monitoreo en Videovigilancia. En el reverso, su presencia en los barrios del noreste, en el intento del desalojo de El Birri, en las trifulcas en el Parque Alberdi o en el Club Náutico Sur, en el predio de refugiados de la Vuelta del Paraguayo (ver aparte) deja mucho que desear y abre un interrogante. En los incidentes, ¿se trata de un grupo aislado cuya acción se corre de la raya –del protocolo y los procedimientos–, tal como lo afirman los concejales oficialistas y opositores, o estamos frente a un soterrado, aunque a veces indiscreto, método sistemático? Cualquiera sea la respuesta, es claro que la actividad de estos agentes, sin identificación, que suelen usar camperas negras y circular en vehículos municipales sin numeración, requiere una revisión urgente. Mucho más veloz que todo el tiempo que insumió el pasaje del silenciado murmullo en los barrios a la explosión pública de las amenazas radiales.

Buscando a Martínez
Los empleados de la GSI son 200. Durante la jornada rotan: 30 están en el Centro de Monitoreo y 60 en las calles. Para su actividad, el municipio asignó este año $3.092.500, destinados a la compra de diez camionetas.
Como coordinador de la GSI reviste Mario Juan Manuel Martínez, denunciado junto a Montenotte por su accionar en Playa Norte y Bajo Judiciales. Martínez tiene además un don, el de la ubicuidad. En casi todos los hechos en los que se apunta a la GSI está presente (y de ello damos varios registros fotográficos).
Playa Norte y Bajo Judiciales, 2013: junto a Montenotte fue denunciado penalmente por abuso de la autoridad, amenazas agravadas y violación de los deberes de funcionario público, una vez agotadas las vías administrativas de reclamos en la Dirección de Derechos Ciudadanos municipal. Los vecinos aseguraron que se los instigó a demoler sus casas para desalojarlos y mudarlos al barrio Los Quinchitos y que también, como incentivo, se les ofreció dinero, sin ningún tipo de registro o documento que avale. También, que manifestó tener control sobre la realización de arrestos por parte de la Policía
El Birri, 2013: también junto a Montenotte, y a un nutrido grupo de integrantes de la GSI, Martínez participó del violento intento de desalojo ocurrido en la Estación Mitre. En esa ocasión actuó mientras Montenotte circulaba por el lugar fungiendo de coordinador de las acciones de la Policía de la Provincia, tal como se evidencia en diversos videos y notas periodísticas de la época.
Parque Alberdi, 2014: Martínez fue identificado por asambleístas, y periodistas de Pausa, realizando amenazas y generandoprovocaciones sobre los acampantes. Un cuidacoches del lugar, en un video depública circulación, denunció explícitamente que le entregó $200 para que realice disturbios con el fin de deslegitimar a los manifestantes. En diálogo con Pausa, los cuidacoches de la zona ratificaron la versión, de la que también se hicieron coro los asambleístas en la conferencia de prensa del Inadi.


Campo de refugiados de la Vuelta del Paraguayo, 2014: Martínez fue reconocido por periodistas de Pausa solicitando identificación para poder ingresar al predio.
Club Náutico Sur, 2014: Víctor Haimovich, socio del club, señaló a la FM Sol 91.5 diversos aprietes y amenazas por parte de Martínez y la GSI, quienes dentro del predio del club le propinaron “puntapiés y cortitos en las costillas”. Los hechos ocurrieron en una turbamulta que se produjo el 5 de junio durante una disputa judicializada por los límites entre el Parque de la Constitución y el club.
Más allá de que desde el municipio se asegure que el ingreso a la GSI se hace por medio de un riguroso concurso, y que luego los integrantes cursan diversas capacitaciones que pasan, entre otras, por la formación en Derechos Humanos, recursos lúdicos y trata de personas, en el caso de Martínez también se puede indicar otra virtud: su inquietud cívica y política, que se expresa en su compromiso con la Juventud Radical de Entre Ríos y sus fotos junto a Mario Barletta durante sus recorridas de campaña, cuando fue candidato a diputado nacional.

En Pausa #139, miércoles 13 de agosto de 2014. Pedí tu ejemplar en estos kioscos.