martes, 3 de junio de 2014

Un hogar de amigos en Brasil

Con el Mundial a tiro desde lo geográfico, diez amigos se reunieron, compraron un colectivo, lo convirtieron en motorhome y están a punto de largarse a la ruta hacia la Copa.


“Les tengo buenas noticias: Mundial Andando existe. Son de verdad. Son de carne y hueso. Yo los vi hoy. Estuve con ellos. Los vi convertidos en McGyvers a todos, soldando, remachando, poniendo imanes, instalando cables, conectando baterías, usando amoladoras, puliendo, rasqueteando, acomodando... Los vi festejando como un campeonato que el agua corre y que la luz se enciende. Los vi trabajar sin quejarse, con alegría, sin pausa, sin relojes. Los vi pasándose un mate y gastándose como si estuvieran en cuarto año. Los vi riéndose. Los vi tratando de igual a igual a los amigos de sus amigos, que también son sus amigos. Los vi compartiendo sin egoísmos ese sueño del colectivo convertido en motorhome, y del motorhome convertido en casa y de la casa convertida en hogar. Porque sí, porque como dijo Santiago Alfieri, Mundial Andando es un hogar. Comprobé que son lo más puro que existe. Les repito algo que ya les dije: no sé cómo nos irá con la selección en Brasil, pero lo único cierto es que gracias a ustedes ya somos Campeones del Mundo de la Amistad. Y en el fondo, eso es lo único que importa”. Con esas palabras, un amigo que no irá a Brasil dejó sentada sus sensaciones luego de vivir un sábado eterno junto a un grupo de jóvenes de Paraná que decidió estar en la Copa del Mundo haciendo un culto a la palabra amistad.
Primera parada: Tilcara. Los integrantes de Mundial Andando viajaron al norte del país para saldar una vieja deuda de la Selección del 86.

“La idea surgió de una peña grande en una noche de verano de 2012, hablando como todo grupo de amigos de la necesidad de organizarse para ir al Mundial”, dijo Juan Alfieri, uno de los integrantes de Mundial Andando. Y siguiendo con el relato, le contó a Pausa que el proyecto empezó a tomar forma en marzo de ese año, “éramos entre 15 y 20 los de la peña, empezamos a preguntar quién se suma, porque el proyecto se iba a realizar como sea, y de a poco fuimos confirmando los que iríamos”. Y durante todo 2012 empezaron a buscar un colectivo en Paraná y en gran parte de la región. “Recién en febrero de 2013 se terminó de conformar el grupo de los 10 viajeros, porque hasta ese momento no dejaba de ser una locura que no tenía ningún asidero con la realidad, había que comprar un colectivo y hacerlo nuestra casa para viajar un mes”. Y el 27 de abril de 2013, cuando llegó el colectivo desde María Grande (lugar donde fue comprado) a Paraná, e ingresó al enorme patio de uno de los integrantes de esta aventura, se cerró la lista de los 10 amigos que se subirían al hogar que rodará desde junio por las rutas brasileñas. “Hubo algunos chicos que cuando vieron el colectivo preguntaron cuánto había que poner para poder subirse, pero ya era tarde, el grupo estaba cerrado”, señaló.
El colectivo Mercedes Benz modelo 1994 (“Último mundial de Diego”, acotó Alfieri) costó 67 mil pesos, y para llegar a comprarlo destacó que “cada uno hizo un esfuerzo importante y todos nos comprometimos a pagar las cuotas para abonar la totalidad de la compra del colectivo; ese mismo sábado a la noche que llegó a nuestras manos nos comimos un asado, firmamos un estatuto interno para regular un montón de tomas de decisiones y cuestiones de convivencia”. En un proyecto tan horizontal y de tantos valores compartidos, pareciera que está demás decir que todo lo que tiene que ver con el dinero en Mundial Andando “siempre se divide en 10 partes iguales”.

10+1
“Nos conocemos de la vida y desde hace muchos años. En algunos casos, más de 20 años”. Y así Alfieri pasó la lista de buena fe: “Somos 10 amigos de la ciudad de Paraná y el equipo de Mundial Andando está conformado por Juan Pablo Noriega (34), Santiago Alfieri (30), Álvaro Gabas (28), Diego Bevilacqua (31), Maximiliano Rodríguez Paulín (27), Nicolás Almeida (31), Augusto Ramos (26), Luciano Armando (35), Lionel Ruggia (31) y Juan Martín Alfieri (32)”. Y además agregó: “Somos como las hormigas, laburamos juntos y cada uno hace sus aportes desde donde puede, aprovechando nuestros conocimientos profesionales. En el grupo hay de todo: contadores, abogados, comunicadores, buscavidas, proyectistas y también seres de oficio. Somos amantes del fútbol y apasionados del hecho de encarar sueños entre amigos”.

El “11”
La incorporación del pasajero número 11 tiene un lugar determinante en Mundial Andando, se trata del conductor del colectivo: Luis. La persona que será el chofer “fue quien acercó el dato del colectivo que compramos en María Grande, y cuando lo traíamos a Paraná hablábamos de que necesitábamos a alguien que maneje, y unas semanas más tarde, cuando ya trabajaba a la par nuestra en el bondi, nos dijo que en junio salía con nosotros”. Desde ese momento el chofer pasó a ser parte del grupo, aportando su carnet de conductor habilitante y la actual pericia de ser mecánico de colectivo y conocer las rutas de Brasil.

Motorhome
Luego llegó el momento de trabajar, de desarmar el colectivo para convertirlo en motorhome. Cada uno aportó sus herramientas, aunque hubo dos integrantes, que por sus trabajos pudieron colaborar con muchas de las que eran necesarias para una tarea tan dura como levantar la Copa del Mundo con la albiceleste en tierras de Pelé. “Para casi todos esto se convirtió en una escuela técnica, porque solamente había tres chicos que sabían, el resto fuimos aprendiendo sobre la marcha”.
El antes y el después de El León, el bondi que llevará a esta banda por tierras cariocas.

Desde que llegó el vehículo a sus vidas, el trabajo en el colectivo ocupó casi todos los sábados durante un año entero. Los viajeros, el chofer, como así también familiares y amigos, brindaron lo mejor para ponerlo a punto al “León”, como fue bautizado. Luego llegó una cervecería que aportó lo suyo (cerveza y dinero) para contar esta historia, empresas que de manera solidaria aportaron materiales y muchas personas anónimas que colaboraron con la aventura de estos 10 paranaenses. Como resultado de tanto esfuerzo compartido, hoy los integrantes de Mundial Andando tienen el motorhome que soñaron.

A viajar
Antes de salir a rodar por Brasil, el bautismo rutero se llevó adelante en los caminos que unen Paraná con Tilcara. “Fue un prólogo de la aventura que comenzará el 7 de junio”, afirmaron los integrantes del sueño mundialístico. Y en su fan page de Facebook se leían unas líneas que hacían referencia a una promesa no cumplida con la virgen de Tilcara por parte de aquel grupo que saliera campeón del mundo en México 1986. “No somos el plantel del 86, no tenemos a Diego ni a Bilardo. Un par de nosotros ni siquiera habían nacido. Otros tantos apenas recordamos cómo fue aquel gol contra los ingleses... el otro también. No somos responsables de la irresponsabilidad cabulera de quienes no cumplieron con su promesa. Pero los @MundialAndando nos vamos pa’ Tilcara tarareando por lo bajo “llegando está el carnavaaaaaal…”. Unos 3200 kilómetros en cuatro días para foguear El León, estrechar lazos y, claro, hacer alguito para destrabar la mufa y dar la vuelta en tierras brasileñas”.
Ya es hora de viajar. Se viene la despedida, a subir los bolsos y los sueños a la casa sobre ruedas que supieron construir, a dejar un “hasta pronto” en sus trabajos, muchos besos a las mujeres, abrazos con familiares, amigos y conocidos… y al Mundial Andando, que Brasil los espera.

En números

Mundial Andando nació como proyecto un 24 de enero de 2012. El colectivo llegó a manos de los nuevos propietarios el 27 de abril 2013, y comenzaron a trabajar en el vehículo el 4 de mayo de 2013. La salida desde Paraná hacia Brasil será el 7 de junio de 2014.
Números, números y más números. Mundial Andando utilizó 4.500 remaches, 250 metros de rollo soldador, 30 m3 de gas, 140 kg de acero, 30 planchas de 3,05 x 1,22 metros de chapadur, 30 m2 de poliuretano expandido, 100 mechas, 10 kg de resina, 8 m2 de resina, 8 m2 de fibra de vidrio. 65 discos de corte/desvaste, 4.000 tornillos autoperforantes de distintos tipos, 8 columnas de roble blanco de parantes para camas, 120 flejes de parrillas de las camas, 24 tirantes, 30 tubos de sellador, 24 metros de hierro en ángulo, 12 metros de planchuela de metal, 30 litros de pinturas (varias), 50 bulones,50 tuercas, 100 arandelas a presión, 300 arandelas planas, 200 clavos, 20 litros de thinner, 60 metros de cableado, 10 tomas, 10 lámparas de led, 6 metros de tira de led, 12 llaves, 5 rollos de cinta de papel, 20 metros de cañería, 10 codos, 10 unión doble, 5 llaves de agua, 5 entre rosca, 2 rollos de teflón y 60 metros de caño estructural, 13 cinturones de seguridad, 12 camas, 12 lockers, 5 habitaciones (pieza, cocina, living, cabina y patio).
Y como todo equipo de trabajo, debe alimentarse e hidratarse, por lo tanto a Pausa tampoco se le escapó esta otra batería de números: 25 kg de yerba, 70 kg de bizcochos, 230 kg de asado, 380 kg de leña, 400 litros de agua y 250 litros de cerveza. En total llevan 320 días trabajados en o para el colectivo, con un promedio de trabajo de 10 horas por jornada en el colectivo. Y les esperan 10.000 kilómetros para recorrer.

Publicada en Pausa #134, miércoles 28 de mayo de 2014
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