lunes, 2 de septiembre de 2013

El último manotazo de ahogado

El ex intendente Marcelo Álvarez paralizó –una vez más– la Causa Inundanción 2003 con un pedido de prescripción. La posición de la Fiscalía y la estrategia del actor civil.

Por Ezequiel Nieva

Cuando restaba sólo una pericia técnica para que la causa inundación llegara a la etapa de alegatos, previa a la sentencia, la defensa del ex intendente Marcelo Álvarez –uno de los tres imputados– pidió “la prescripción de la acción penal”. El actor civil anticipó que “no puede prosperar” porque hay “una cantidad abrumadora de pruebas” para seguir adelante con el proceso. La decisión está en manos del juez Gustavo Urdiales.
El planteo del ex intendente no sorprendió. A diferencia de los otros procesados –el ex ministro de Obras Públicas Edgardo Berli y el ex director de Hidráulica Ricardo Fratti–, Álvarez no propuso testigos durante la última etapa de testimoniales, que se desarrolló entre el 10 de junio y el 6 de agosto. Su estrategia fue pedir la prescripción del proceso “por haber transcurrido el plazo de cinco años que tiene previsto como pena máxima el delito de estrago culposo”. A raíz de lo presentado por los abogados de Álvarez, Pablo Guastavino y Alejandro Paz, se volvió a interrumpir el avance del proceso cuando faltaba realizar una pericia climática, pedida por la defensa de Berli.
La Causa Inundación es un muestrario del poder de la chicana judicial. Sin la lucha de los inundados, jamás hubiera podido avanzar.

Ahora los fiscales Jorge Andrés y Mariela Jiménez, tras estudiar la presentación de la defensa y Álvarez, deberán formular un dictamen para que el juez Urdiales defina si hace lugar o no al planteo de prescripción. La resolución se demorará, coincidieron todas las fuentes consultadas. Y es seguro que será apelada por la parte que no resulte favorecida, lo que dilatará un proceso que ya lleva más de diez años.

Los mil palos en la rueda
La prescripción es el último eslabón de una larga cadena de planteos por parte de las defensas de los imputados. En 2009, el entonces juez de Sentencia Enrique Álvarez había rechazado cuatro pedidos de nulidad presentados por los imputados, quienes más tarde plantearon la nulidad de las indagatorias, la pericial hidráulica, el procesamiento y la requisitoria de elevación a juicio.
Hasta el momento, en buena parte debido al arduo batallar del actor civil –y por la presión que ejercen los inundados en la plaza desde hace más de una década–, la Justicia rechazó cada una de las medidas solicitadas por los acusados. En este caso, los abogados que patrocinan al matrimonio Castro-Demiryi –actor civil del proceso– están convencidos de que hay elementos para un nuevo rechazo.
El artículo 67 del Código Penal establece, entre otros motivos, que la prescripción no corre “cuando el imputado es un funcionario público”. El arquitecto Álvarez es, en la actualidad, funcionario en el Ministerio de Obras Públicas y Vivienda de la provincia, con 25 años de antigüedad. Su cargo es asistente profesional mayor, categoría 5 y su dependencia la Dirección Provincial de Arquitectura e Ingeniería. Ese será el principal argumento de la Fiscalía para rechazar el planteo del ex intendente. “De todas maneras, tenemos que ver cuáles son los fundamentos que utiliza la defensa de Álvarez para invocar que ha prescripto la acción penal”, explicó el fiscal Andrés, quien igual eligió no adelantar opinión sobre el dictamen.
Según la defensa de Álvarez, transcurrió “el plazo de cinco años que tiene previsto como pena máxima el delito de estrago culposo”. Tras la presentación, considerada como “una acción perentoria”, el juez Urdiales suspendió la causa principal para resolver si da lugar al planteo o si avanza hacia la etapa de alegatos. En caso de que Urdiales rechace el planteo de Álvarez, el siguiente paso es la pericia climática pedida por Néstor Oroño, en representación del imputado Berli, para la cual ya fueron sorteados tres peritos que aceptaron el cargo.

Qué fue de Álvarez
La carrera política de Álvarez parecía haber terminado durante la inundación de 2003, pero no fue así. El ex intendente –un hombre del riñón de Carlos Reutemann– se benefició del pacto de impunidad que sellaron el Lole y su sucesor Jorge Obeid. Así, continuó durante la última década en la órbita del Estado, aunque se alejó definitivamente de la política partidaria y casi no se lo vio, salvo en Tribunales.
En diciembre de 2003, cuando se produjo el cambio de mandatos, Álvarez –quien hasta los 90 se había desempeñado en la Dirección Provincial de Construcciones y Equipamientos Especiales del Ministerio de Obras Públicas– fue designado por el ministro Alberto Hammerly –derrotado por Obeid en la elección de ese año– como funcionario en el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress).
Hammerly también nombró en el Enress a Berli –empleado de planta de la Dirección de Hidráulica–, quien se hizo cargo de la Gerencia de Relaciones Institucionales del organismo, donde se desempeña hasta la actualidad. El tercer procesado, Fratti, no corrió la misma suerte: fue uno de los pocos funcionarios despedidos por Reutemann durante 2003 y no volvió a ocupar cargos públicos.
Álvarez mantuvo su cargo en el Enress mientras José Manuel Kerz estuvo en el directorio del organismo. En 2007 venció su mandato y el ex intendente volvió al Ministerio de Obras Públicas, donde había comenzado su carrera.
La presentación del ex intendente fue realizada tras el cierre de las últimas testimoniales, en las que prestaron declaración unos 30 testigos, entre ellos el ex gobernador Obeid, el ex ministro de Hacienda y Obras Públicas Juan Carlos Mercier, el ex subsecretario de Obras Públicas municipal Alfonso Bounous, el jefe del distrito Santa Fe de Vialidad Nacional Rafael Pretto y el ex secretario de Recursos Hídricos municipal Raúl Omar Jonás.
También declararon el ex rector de la Universidad Nacional del Litoral y ex intendente Mario Barletta, investigadores del Conicet, ingenieros, peritos y vecinos afectados, quienes revivieron ante el juez Urdiales el horror de 2003.
Por escrito, también prestaron declaración el ex gobernador Reutemann, el actual mandatario Antonio Bonfatti y el intendente José Corral.

Faltan dos en la Justicia
Para Georgina Stratta, una de las abogadas del matrimonio Castro-Demiryi, “las catástrofes no son naturales. Naturales son los fenómenos. Se transforman en catástrofe cuando el hombre no los sabe manejar o no se manejan adecuadamente, que es lo que pasó. Se pudo hacer la obra bien; no se hizo. Se pudo prever que el Salado estaba creciendo; se descuidó el dato. Se pudieron observar los estudios que la provincia había contratado y que disponía; no se hizo. Y, entrada el agua a la ciudad, o cuando era inminente, se pudo obrar en algunos barrios para evitar que el agua entrara de noche. Eso hizo que mucha gente no pudiera salir y el mapa de muertos así lo demuestra, entre otros muchos elementos que hay en el juicio”.
Con esos fundamentos, el actor civil buscará que el proceso no cierre con una eventual sentencia sino que continúe con la citación de los ex gobernadores Reutemann y Obeid no ya como testigos sino en calidad de indagados. Para los demandantes, está claro que Obeid desatendió el cierre de la defensa oeste durante su primer mandato y que ni Reutemann ni Álvarez supieron manejar la crisis una vez que las aguas del Salado inundaron la ciudad. La abogada Stratta sostuvo que no evacuaron a tiempo los barrios del oeste por “un criterio equivocado” y por contar con “mala información”.
Más allá de que el planteo de prescripción fue interpretado como una nueva maniobra dilatoria, los abogados del actor civil suponen que la resolución del juez Urdiales será “lo más rápido posible” ya que, entienden, hay voluntad de avanzar hacia la etapa de sentencia. En el mismo sentido se pronunció el vicegobernador Jorge Henn, quien dirigió un mensaje al Poder Judicial en contra de “la impunidad” como salida de una causa emblemática.
No obstante, la abogada Stratta lanzó duras críticas a la Justicia provincial: “Cualquier resultado se vincula a sus antecedentes. Y sabemos que no ha sido fácil promover la causa, llevarla adelante; no ha sido fácil encontrar, en el servicio judicial y en el ejercicio de la acción penal, personas que se ocuparan de la causa”.
Con todo, la abogada piensa que hasta ahora las actuaciones judiciales “sí dejaron suficientes elementos para la reapertura de su instrucción respecto de imputados cuya convocatoria fue negada en su momento”: Obeid y Reutemann. Por los elementos recolectados –declaraciones, pericias y documentos– “queda en claro que la responsabilidad no se limita a las personas que están en este momento vinculadas al proceso”, sostuvo la letrada.
La Fiscalía cuenta con elementos suficientes para instar la convocatoria de los ex gobernadores”, siguió Stratta. “Esa convocatoria fue negada en su momento por el juez de Instrucción (Jorge Patrizi). Recurrimos esa decisión, pero no tuvimos éxito. Llegamos hasta la Corte nacional, que no se expidió sobre el fondo de la cuestión porque no había sentencia definitiva, que es uno de los requisitos para que la Corte se pronuncie vía recurso extraordinario”.
La abogada continuó: “Todas las decisiones que dejaron firme la causa se tomaron sobre la base de los elementos con que se contaba entonces (2003-2006). Hoy hay más elementos”, en alusión a las pruebas que había rechazado Patrizi en el final de la etapa de instrucción. “Fueron presentadas en el plenario, con conformidad de las partes y sin objeciones, de manera que forman parte del plexo probatorio. De ahí surgen elementos clarísimos, que se quisieron evitar en la instrucción, y ahora se tienen. El Ministerio Público podría utilizarlos para pedir que se cite a declaración a los ex gobernadores”, instó Stratta.
En un mensaje dirigido a los fiscales Andrés y Jiménez, pidió que citen a los ex mandatarios porque no se puede soslayar su responsabilidad antes, durante y después de la inundación: “Entre los dos gobernaron 16 años la provincia, con lo cual su ajenidad respecto de la cuestión resulta hasta risible. Se supone que quienes condujeron tanto tiempo provincia no pueden ser ajenos a semejante catástrofe”.

Publicada en Pausa #120, miércoles 28 de agosto de 2013

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