lunes, 29 de julio de 2013

Hazme reír en mi lugar

Una selección de humoristas locales habla sobre el serio trabajo de buscar una sonrisa.

Por Rodrigo Barba (*)

La risa, esa manifestación casi indefinible, generalmente es relacionada con la felicidad y la exaltación. Pero también genera reflexión y crítica. Es una mezcla de estas sensaciones y (en principio) el humor es el fenómeno que produce ese estado.
¿Cuándo sintió Tarico que la risa era el inicio de un camino “sin techo”? ¿Qué es el humor para Rebo? ¿Por qué para Maxi Sanguinetti es “terapéutico”? ¿Qué implica para Los Chanchos y Tocomochos juntarse a trabajar en grupo? ¿Con qué sueña Eva Cabrera mientras dibuja? Ellos lo explican... hablando del humor en serio.

Nada lento
En diálogo con Pausa, Ariel Tarico recuerda cuál fue la experiencia que siempre tendrá presente. Se trata de algo que le sucedió en Santa Fe: “Me marcó la primera vez que decidí hacer un show. Era en el Solar de las Artes a fines de 2003. El nombre lo puso el guionista Gómez Hacker: ‘Histariqueando’. La entrada salía tres pesos. Fue una noche inolvidable, a sala llena y a partir de ahí decidí que el teatro iba a ser mi proyecto sin techo”.
Eva Cabrera está realizando sus primeros pasos frente al público, a través de la revista Jirafas, pero ya logró demostrar un estilo definido.

Para hacer humor, el “Lento” opina que “hay que aprovechar los espacios, por más mínimos que sean. Sin dejar de lado la autogestión: creo que si podés filmarte, subirlo a YouTube y que lo vean miles de personas, eso ya es revolucionario”.

Humor grupal
En la región, dos grupos van afianzándose como referentes. Se trata de Los Chanchos y Tocomochos. Ambos surgidos en 2007, ofrecen un aire renovador en la escena local por sus trabajos en radio, TV y teatro.
Integrado por Ignacio Grünbaum, Fernando Belletti y Rodrigo Barba, Los Chanchos se dedicaron al humor “porque hace falta, porque es algo bastante serio y laborioso. Es lo que a nosotros más nos satisface, es nuestro cristal para ver las cosas”, afirma Grünbaum.
Desde el fanzine hasta la web, Maxi Sanguinetti posee una gran trayectoria en el humor gráfico.

En la vida de Nacho Koornstra (Tocomochos) “el humor siempre estuvo. Es la red con la que miro casi todo. Soy un pelotudo bárbaro y pienso pelotudeces casi todo el día”.
Para Los Chanchos, hacer humor en la región “implica referirse a otras temáticas, abordar otras narrativas, hablar desde un lugar muy particular  en el que nadie más puede hacerlo (al menos como podemos hablar nosotros). Es ser consciente de que uno se dirige a un público que también quisiera reírse de temas más cercanos a nuestra cotidianidad. Es casi una necesidad hablar de nuestras realidades. Más aún como humoristas”.
“Los espacios hay que generarlos. No están dados. No hay clubes o bares específicamente de comedia o espectáculos. Tocomochos siempre ha ido a los lugares intentando crear un espacio para el humor, dónde el público se pueda sentar y tomar algo, con la posibilidad de que sucedan cosas en un escenario”, explica Koornstra. Grünbaum añade que “no vemos ‘la falta de’ como ausencia de oportunidades, sino como la posibilidad de generar espacios nuevos y apropiarnos de los existentes”.

Solos frente al papel
Santa Fe y Paraná han sido lugares de donde han surgido prestigiosos humoristas gráficos. Y esa tradición no parece perderse; por el contrario, se potencia.
Sebastián Pérez ilustra las contratapas de Pausa y sube diariamente un dibujo en su blog. Para Rebo, el trabajo de humorista aquí “es un desafío enorme. Empezás haciendo dibujos porque creíste que le encontraste la vuelta, después conseguís un laburito y el paso que sigue es volverte un combatiente del dibujo. Como Ramiro Rossi o Gonzalo Geller. Se sacrifican muchísimo para tener su espacio y no ganan como deberían”, indica.
Como anécdota, cuenta que “una vez en un bar se me acercaron tres locos que no conocía y me dijeron: ‘Eh, vos sos Rebo, el de las historietas. Está muy bueno lo que hacés, dale para adelante’. Desde ese día, decidí hacerle caso a esos ebrios”.
Con más trayectoria en los medios, Maxi Sanguinetti indica que “hacer humor en esta zona implica –si hacés humor político, sobre todo– que podés cruzarte en la calle con aquel del que te reís o satirizás, cosa que en ciudades más grandes es menos probable; o que tenés menos posibilidades de conseguir laburos pagos en medios importantes si tu humor no es oficialista (cosa que sería una contradicción, a mi entender)”.
Para Maxi, el humor “es catártico, terapéutico, medicinal. Ayuda a desacralizar un poco todo. Da posibilidad todos los días de resarcirte de un chiste muy malo. Lo peor son los dolores de espalda, no poder resolver una idea o que no se entienda lo que quisiste expresar”.
Eva Cabrera se presenta: “soy diseñadora gráfica, actualmente trabajo como freelance y tengo un pequeño emprendimiento (‘La mia cucina’) en el que vendo algo de lo que hago”.
“El humor para mí es una forma de comunicarse, de ser. Todo lo que hago se ve atravesado por esto. Mis dibujos generalmente tienen un guiño, un pequeño chiste. Supongo que sucede eso porque no me considero una virtuosa del dibujo, entonces intento ‘salvarlo’ por ese lado”, dice.
Reflexionando sobre las desventajas de esta actividad, Eva no cree que “haya algo malo en el ser humorista. Sí sucede, que cuando uno intenta vivir de esto se hace muy difícil. Mi sueño sería poder pagar el alquiler con dibujos”, expresó.

Jirafas
Eva Cabrera confiesa que “al humor gráfico me acerqué gracias a Revista Jirafas, que reúne a gente que hace mucho que está en esto con los que nos animamos a meter nuestra nariz. La sostenemos entre todos: es independiente y autogestiva. Eso es muy valioso”.
Dirigida por el ilustrador y dibujante de Crespo, Víktor Sack, Jirafas es una revista de tiras e historietas de dibujantes nacidos o residentes en Entre Ríos. Más de 20 artistas, en cada número, envían sus trabajos. Germán Kemerer diseña la publicación y cada uno la imprime y sale a venderla. Con cada edición, la revista va creciendo en cantidad de lectores. Jirafas es una de las tantas publicaciones independientes de humor que hay en Paraná y Santa Fe.

La broma más divertida
El dramaturgo Mauricio Kartun asegura que “si nosotros no tuviésemos la posibilidad de reírnos, la agudeza y el ingenio para mirar la realidad y atacarla, la realidad sería tan monolítica que no habría por donde entrarle”.
Humoristas nos contaron cómo rompen con lo establecido, cómo hacen para mostrar –mediante su trabajo– aspectos de la vida que, de no ser por el humor, quedarían ocultos. Por ello, el humor es revelador. Porque como dijo Woody Allen: “Mi forma de bromear es decir la verdad... Es la broma más divertida”.


(*) Integrante del grupo Los Chanchos y humorista gráfico.

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