domingo, 2 de septiembre de 2012

Recuerdos de la 125


ESPECIAL 100 EDICIONES
Una disputa que avivó pasiones.

En la disputa por la apropiación de la renta agraria desencadenada con la resolución 125, la Mesa de Enlace demostró cómo una serie de antiquísimos enunciados siguen dando forma a nuestras identidades. El campo, indisoluble de nuestro ser, reserva moral hecha extensión; el productor, paradigma de honestidad y constancia frente a las fuerzas naturales; la vida rural, virtuosa, apacible y tradicional: todas escenas arremolinadas en las pantallas de TV y en las que abrevó la formidable movilización que jaqueó al gobierno nacional, al punto de hacerle perder el parlamento en 2009.
La Mesa de Enlace triunfó y las retenciones a la exportación de soja quedaron en el 35%, sin segmentación progresiva o rebaja por distancia al puerto –qué simbólico que la mayor institución rural no esté en las pampas, sino rodeada de los oropeles del comercio exterior porteño– y sin variaciones por el precio internacional.
Poco se discutía públicamente de los números finos de “la 125”. Pocos recuerdan las notables diferencias, a favor de los ruralistas, entre la resolución original que trazara el petimetre playboy de Martín Losteau y la letra de lo que en el Senado naufragó bajo la antológica frase “Mi voto no es positivo. Pido perdón si me equivoco. Que la historia me juzgue”. A Julio Cobos no lo juzgaron los años: el día a día político lo retiró de un plumazo del tablero.
A las 4 de la madrugada del 17 de julio de 2008 nos encontrábamos cerrando el #10 de Pausa, mientras seguíamos la transmisión. Recién comenzábamos este camino; desde el #1 habíamos tomado una posición: revisar los números finos, indicar siempre todo lo que de soez había en el discurso del “campo”, señalar las impropiedades del discurso oficial. Casi ninguna voz mediática hizo lo mismo, menos en nuestra ciudad. Entendimos que las reglas de nuestro oficio nos demandaban tratar el tema como lo hicimos. Y acaso esa transparencia inicial haya sido la que selló un pacto de lealtad con nuestros lectores.

Publicada en Pausa #100, miércoles 29 de agosto de 2012

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