domingo, 25 de septiembre de 2011

Fútbol con memoria


El periodista santafesino Nicolás Lovaisa nos habla sobre su primer libro, Tiempo recuperado: historias de fútbol en clave revisionista.

Por Gastón Chansard

En el marco de la próxima Feria del Libro de Santo Tomé, que comienza el 6 de octubre, el periodista santafesino Nicolás Lovaisa presentará el libro Tiempo recuperado, la primera publicación de este joven colega de nuestra región que, tal como lo describe en esta entrevista, trata de historias de nuestro fútbol “en su mayoría no contadas, o las que fueron contadas tomadas desde otro lugar. Hay una fuerte presencia de hechos en los que se vincularon la dictadura y nuestro deporte, de hecho eso atraviesa la mayor parte del libro, pero también hay historias de partidos arreglados, sobornos, partidos insólitos, historias de vida. Todas ellas vinculadas al fútbol santafesino”.
En el nacimiento de la idea madre, Lovaisa destaca que “no arrancó como un libro, sino como una serie de notas que comencé a escribir hace mucho tiempo y que ahora decidí publicar”. Señaló que “siempre había un lugar común en el periodismo deportivo, que sólo relacionaba la dictadura con el fútbol por el Mundial 78, incluso desde Santa Fe”. A raíz de ese cuestionamiento hacia un sector de la prensa, el autor dijo que “la idea fue profundizar sobre eso y ver si acá se habían ligado en algún momento la dictadura y nuestro fútbol. Ahí me puse a investigar, comenzaron a aparecer vinculaciones y seguí adelante”.
Las notas fueron publicadas en lo que fue el primer sitio web de deportes de la ciudad de Santa Fe –Notife Deportivo– así como también en el diario Uno, en los semanarios Soy Deportes y Cruz del Sur y en la revista Un Caño. “Esos fueron los medios en los que pude ir volcándolas, de acuerdo al lugar donde estaba trabajando en cada momento de mi carrera”. Recordó Nicolás que la primera nota fue el homenaje de Colón a Viola, a quien declaró socio vitalicio, la segunda fue la reafiliación de Unión gracias al general Alcides López Aufranc y luego apareció Gustavo Bruzzone, el ajedrecista desaparecido.
—¿Hubo que bucear mucho para que surgieran las historias?
—La de Colón y Viola estaba sobre la superficie porque fue un hecho público. Olvidado, pero público. Fue la más fácil de cerrar. Las otras costaron un poco más porque hubo que buscar documentos, expedientes judiciales, testimonios; eran historias que no se habían contado. Por suerte, como cada nota se hizo en un momento determinado, sin relación una con la otra ni apuros, pude cerrarlas con cierta tranquilidad, sin ningún jefe de redacción que me corra y sin apuro por publicar.
—¿Por qué crees que el periodismo santafesino investigó tan poco sobre la relación dictadores-deporte?
—A nivel nacional, se ha publicado bastante. Ariel Scher, Gustavo Veiga, Pablo Llonto, por citar algunos ejemplos, han hecho un enorme trabajo. A nivel local, no tengo respuesta. Quizás era un tema que no interesaba, o realmente se creía que en Santa Fe la dictadura y el deporte no se habían cruzado. No sé, pero siempre me pareció que era un tema sobre el que se debía profundizar. Sobre todo porque el deporte es un lugar desde el cual también se puede ejercer la memoria.
Tiempo recuperado cuenta historias atrapantes, como por ejemplo partidos arreglados, o al menos altamente sospechosos. Una de ellas, cuenta el autor, “habla sobre la vergonzosa actuación de un árbitro que perjudicó descaradamente a Unión para favorecer a Quilmes, en 1949. Una llamativa derrota de Colón ante Sarmiento, en 1954, que provocó el enojo de los hinchas, que rompieron sus carnets. Esa derrota de Colón se dio en una campaña en la que el Sabalero venía arrasando, era favorito al ascenso y se pinchó en el final. Además, hay dos situaciones en las que Colón y Unión fueron beneficiados por el poder político. En 1963, Colón recurrió a sus contactos dentro de la UCR para poder ser parte de los equipos que ascendieron gracias a una reestructuración de la “C” a la “B”. Diez años después, Unión logró, por intervención del general Alcides López Aufranc, la refiliación a la AFA, que le venía siendo negada por su decisión de desafiliarse dos años antes. En ambos casos, lograron el ascenso en los escritorios”.


Así como los músicos tienen su o sus canciones favoritas en un disco, el periodista optó por una historia: la de Heinrich Theelen, el marinero alemán que jugó el primer partido oficial de Unión en AFA. “Por lo insólita, debe ser única en el fútbol argentino y quizás mundial: el hombre se bajó del Graf Spee, que era orgullo de la marina de Hitler. Llegó a Santa Fe, a los pocos días se probó en Unión, en un amistoso ante el River que precedió a La Máquina, donde jugaban Peucelle, Moreno y Pedernera. Unión lo contrató y se afilió a la AFA días después, por lo que además jugó el primer partido oficial. Fue su único partido. Después, pude reconstruir su historia”.
Teniendo en cuenta el renovado escenario nacional sobre política de derechos humanos de los últimos ocho años, Lovaisa manifiesta: “No sé si el contexto ayuda a investigar, sí estoy convencido a que ayuda a que haya más difusión de estos temas. Quizás hace unos años uno publicaba algo sobre estas cuestiones y no tenía rebote. Hoy hay otra mirada sobre ese período del país, más interés por conocer lo que pasó, y eso favorece este tipo de trabajos”.
El libro se presentará el próximo 7 de octubre, en la Feria del Libro de Santo Tomé, junto a Ariel Scher, que escribió la contratapa, y algún otro colega de Buenos Aires que pronto se confirmará. “Lo presentamos junto a otro amigo, Claudio Cherep, que escribió el prólogo y es quien, como secretario de Cultura, organiza la feria”. Con respecto al nombre del libro, Nicolás dice que “es un término que se puso de moda en el último tiempo, y hasta conceptualmente es correcto, porque un árbitro no adiciona minutos, ya que no existe el minuto 93, sino que se recupera el tiempo que el árbitro considera que no se jugó. La idea es recuperar lo que Colón y Unión no jugaron dentro de la cancha y decidieron jugarlo afuera”.
El libro cuenta con la adhesión de la Secretaría de Deporte de la Nación y la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Santa Fe. Desde este espacio periodístico celebramos que, tal como lo dice en el libro Claudio Morresi, secretario de Deporte de la Nación, “Nicolás saca a la luz hechos que nos muestran los costados más oscuros como sociedad, nos abre una puerta para reflexionar sobre nuestro pasado reciente comprometiéndonos a actuar en consecuencia”.


Publicado en Pausa #83, a la venta en los kioscos de SF

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